sábado, 24 de mayo de 2008

Justicia y paz

Escribí esto el pasado día 14, el mismo día en que ETA asesinó a un guardia civil. Pero como aún citando la actualidad el fondo es intemporal, lo publico hoy.

Otro atentado de ETA. Parece que a alguno le ha sorprendido, cuando es lo normal en nuestra España de hoy. ETA mata y la Guardia Civil muere. Cada uno cumple con su papel, el criminal y el soldado. ¿Es eso sorprendente?

No me preocupa ETA. Todos los países europeos han acabado con sus terroristas. Nuestra policía, con una mano atada a la espalda y la gorra tapándole un ojo, podría acabar con esa basura integrada por fanáticos imberbes y tarados. ¿Por qué, si no hay duda de que eso es así, ETA mata y los buenos mueren?

ETA mata porque hace trampa. Cuando a trancas y barrancas el gobierno de Aznar se puso en serio en la tarea, esa panda estuvo a punto de desaparecer del mapa español. Pero llegó Zapatero y le dio aliento, tanto que hoy están en las instituciones. Todos tenemos en la mente los episodios vergonzantes de la política de Zapatero.

Hoy Zapatero ha cambiado… ¿a cambiado?, está por ver. Los malos siguen apuntalados por los peores. Pongámonos en lo mejor, que el gobierno socialista va a soltar un poquito en freno que retiene a nuestra policía; “a por ellos, pero con cuidadito, ¿he?”.

Aún así, el problema de fondo de la falta de justicia sigue. Porque es justicia pagar por los actos cometidos, que los hechos no queden impunes. Pero, ¿van a pagar Zapatero y sus cómplices por los errores cometidos?, ¿van a quedar impunes todos los atropellos a los inocentes, en aras de una rendición a ETA?, ¿van a quedar impunes los nacionalistas con su juego criminal de incluir en la democracia a los criminales?, ¿va a quedar impune la traición a España? La respuesta, hoy por hoy, es obvia.

Nunca saldremos de la noria del terror hasta que los culpables paguen su culpa. Mientras que la impunidad forme parte del cargo no habrá justicia, y sin justicia no habrá paz.