sábado, 30 de mayo de 2009

La Iglesia Católica y la Ciencia

Hace unos días hacía de cicerone a un especialista, en la visita a un museo sobre naturaleza. El museo, una pieza excepcional de quehacer científico de alto nivel, es de propiedad y gestión de la Iglesia Católica.

Al acabar y ya fuera del lugar, el especialista – una buena persona sin definición religiosa – me dijo:

- “¿Puedo hacerte una pregunta un tanto ajena a la visita?”
- “Por descontado – le contesté –, tú dirás.”
- “Quizás no es el momento de hablarlo y me lo puedas explicar sentados delante de unos refrescos, pero ¿cómo es que la Iglesia, que pone tantas pegas a la Ciencia - por ejemplo, con el asunto de la evolución -, tiene un museo como éste?”

Podíamos hablarlo otro día delante de unos refrescos, pero no pude menos que adelantarle un esbozo de lo que le comentaría en otra ocasión. Éste es un resumen, con matices que añado ahora, de lo que le contesté.

Es un tópico que la Ciencia y la Iglesia Católica están enfrentadas. Y es además un tópico malicioso porque no responde a la realidad, sino bien al contrario, es la negación de la realidad.

Si nos aproximamos a la historia de la Ciencia, podemos hacer este breve resumen de religiosos católicos que han tenido relación con el avance de la Ciencia:

Copérnico (1473-1543), fundador de la astronomía moderna. Copérnico, fue canónigo en el Cabildo de Ermland en Frauenburg.
Steno (1638-1686), estableció las bases de la paleontología moderna. El beato Steno fue obispo misionero.
Mendel (1822-1884), estableció las bases de la genética. Mendel fue un monje agustino católico.
Lemaître (1894-1966), estableció las bases de la moderna teoría del big-bang como génesis del universo. Lemaître era un sacerdote católico.

Si ampliamos el ámbito a científicos seglares de declarada fe católica, tendremos a personalidades como Galileo, Pasteur, Marconi, Torricelli o Pascal…

Sería no acabar, pero creo que es suficiente. Es una expresión literal que la Ciencia ha progresado gracias a la aportación de científicos católicos. Opinar lo contrario es mala fe o ignorancia.

Para acabar, dos citas. Una, del Dr. Pasteur (1822-1895), al que debemos recordar cada día cuando bebemos productos pasteurizados, pues él descubrió el proceso de pasteurización, o cuando damos gracias por haber erradicado la rabia de España, pues él descubrió la vacuna contra la rabia. El gran sabio Pasteur decía: "Un poco de Ciencia nos aparta de Dios. Mucha, nos aproxima". Esto nos ayudará a valorar a tanto universitario prepotente y autosuficiente que nos perdona la vida cuando mencionamos a Dios.

La otra cita es de Juan Pablo II, el Grande (1920-2005): “Ciencia y Fe son ambas dones de Dios” (Citado en “Frate Indovino” 2008, p. 18).