domingo, 27 de marzo de 2011

El lobby gay

Leo en http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=8723 : “El lobby gay pide la retirada de una aplicación católica de Apple que ayuda a preparar la confesión”.

No conozco la aplicación de Apple a que se refiere la noticia, pero creo que es una noticia magnífica, por aleccionadora. Me explico.

Eso que llaman “lobby gay” es un grupo de presión integrado por homosexuales y oportunistas que dicen serlo. No todos los homosexuales pertenecen a esos grupos de presión, sino aquellos que por revanchismo de alguna situación vivida, por amargura no superada de su condición o simplemente por mala fe, pretenden cambiar el mundo a su semejanza, es decir, hacer de lo anormal, norma. Digo que no todos los homosexuales pertenecen a esos grupos de presión porque ninguno de los que conozco pertenece o, si lo hace, lo lleva como vergonzante y milita a escondidas.

Juzgo tan duramente a estos grupos de presión, porque si bien al principio nos los presentaban como unas pobres víctimas, la noticia que comento deja en evidencia que en realidad son verdugos.

Agruparse hoy para defender los derechos de los homosexuales es poner en evidencia el fracaso de la política socialista. Porque el derecho de los homosexuales es el derecho de cualquier ser humano y debe ser defendido, no por un “lobby”, sino por todos.

Pero, ¿Qué defiende el “lobby gay”? Vean arriba la noticia. Esos homosexuales no quieren que un ciudadano, con unas creencias, adquiera un programa informático que incluye unas normas que orientan en el desarrollo de esas creencias. Todo queda en el ámbito privado. Pero es que esos homosexuales no quieren que ni en el ámbito privado los católicos puedan manifestar sus creencias. ¿No les suena a bolchevismo rancio? ¡Qué digo rancio!, ¡al más actual socialismo!

Me dirán, “es que la confesión es una maniobra secreta y peligrosa para la sociedad”.

Si no conocen lo que es la confesión, se la resumiré mal y pronto. Una persona que cree en la doctrina de Jesús, resumida en los Diez Mandamientos, cuando comete algún acto contrario a esos Mandamientos, se ve en la necesidad espiritual de explicárselo a alguien que es capaz de escucharle y ¡perdonarle! “¡Que tontería!”, pensarán algunos que no se han preocupado de conocer la frondosísima doctrina teológica que ampara esa creencia.

Para una buena confesión se precisan varias cosas, la primera un examen de conciencia para ver que se ha de confesar. Quizás para esa reflexión previa sirva la aplicación informática de Apple. Y, ¿es eso malo?

Pues vean los Diez Mandamientos. ¿Hay alguno peligroso para la sociedad? El católico se confiesa, cuando lo precisa, de no ser caritativo, de ser irritable, de desear a la mujer del prójimo, de no pagar salarios justos a sus obreros, de desear mal a sus enemigos, de no honrar las fiestas dedicadas a Dios, de cometer actos impuros… incluidas las relaciones homosexuales.

¡Ajajá! ¡ahí lo tenemos! Esos homosexuales de “lobby” no pueden permitir que nadie, ni en su más íntimo fuero, rechace las relaciones homosexuales. No quieren que lo normal sea normal. Aunque el católico deba confesarse, si en alguna ocasión a depreciado a un homosexual.

Pues así esta la cosa. De un lado, los verdugos – algunos selectos homosexuales y otros advenedizos - que van a degüello con quienes ven en la actividad sexual homosexual un pecado (también en la actividad sexual heterosexual promiscua). El objetivo de esa gente es erradicar del cerebro del prójimo cualquier idea que no sea la de ellos. No dejar libertad ni en la mayor intimidad.

De otro lado, la víctima, el católico, que respeta al homosexual – la exigencia católica es de amor, con lo que el mero respeto es una imperfección -, por radical que sea (a los ingeniosos que quieran manipular el concepto de amor de los católicos, les invito a avergonzarse de su simplicidad intelectual leyendo sobre el amor católico en “Deus catitas est”, carta encíclica del Sumo Pontífice Benedicto XVI. Para no desalentar al lector recalcitrante, le diré que sólo el título está en latín; el resto lo ofrece la página de la Santa Sede en varios idiomas).

Por eso me ha alegrado la noticia; deja tan en evidencia la represión que desea ese “lobby”, que es más eficaz ese titular que toda la publicidad que se pudiera hacer para mostrar esas intenciones. Los “lobbies gays” buscan imponer sus ideas minoritarias con la represión, al más puro estilo socialista.

Dios y una Virgen

Leí ayer en una página católica de internet, la referencia crítica a un dibujo sobre la Anunciación en el que el dibujante, hablando por boca de la Virgen María, se preguntaba cómo un Dios sin sexo podía embarazar a una virgen.

Esa viñeta dejaba en evidencia al dibujante. Lo dejaba como un cobarde ignorante y como un grosero.

Grosero, porque hacía referencia a una Señora, que siendo la Madre de Dios o no, se merece, como cualquier señora, una consideración. Ya sé que ese trato no se lleva y que la progresía llama machismo a la educación, pero gracias a Dios no soy de esa escuela. Una vez, paseando en la cabecera de una manifestación socialista, tenía a mi lado al líder organizador y a su esposa. Las mujeres de esta cabecera tenían en la mano una rosa, símbolo del socialismo español, y de repente, la esposa de “el jefe”, una cincuentona de aspecto poco agraciado, gritó: “chicas [sic. ¡todas eran de su quinta!] poneros los capullos en la boca” y entre carcajadas de ellas y ellos, todas se colocaron el tallo de la rosa en la boca, lo que fue afortunado pues durante un ratito dejaron de decir estupideces. Pues bien, incluso a esas señoras yo las trataba de Ud., con el mismo respeto debido a las señoras de verdad.

El dibujante era un cobarde porque se mofaba de una persona venerada por el catolicismo. La historia contemporánea nos ha dejado bien claro cómo son esos iconoclastas que sólo rompen imágenes cristianas y se licuan cuando hablan del mahometismo. Se licuan no por afinidad, sino por miedo a las represalias de decir algo que incomode a un musulmán. Basura que hace méritos para el sistema, ignorando que el sistema les desprecia aún más al verlos como herramienta vil.

Y el dibujante era un ignorante o un malvado, pues cualquier persona que se interese lo más mínimo por el asunto – algo tiene que interesar para criticarlo – sabrá que Jesús fue engendrado, no creado, es decir, ya existía cuando lo concibió la Virgen María. Dios eligió una virgen por los motivos que Él sabrá, pero que yo interpreto que para dejarnos claro que Jesús no era hijo del hombre. Desconozco el detalle del proceso biológico que soportó ese engendramiento – el origen del espermatozoide, si lo hubo - pero me importa bien poco en la certeza de que será un proceso natural – la naturaleza humana de Jesús lo exige – con intervención Divina, en términos que también desconozco, pero en la certeza de que serán absolutamente sobrenaturales, como exige la naturaleza divina de Jesús. De esta forma Jesús es totalmente humano y totalmente divino.

La teología cristiana es diáfana y coherente, bajo el supuesto de que el Jesús de los Evangelios resucitó.

La ciencia aquí, y la Resurrección allá, aclararán a cada uno estos detalles (la aclaración “allá” dependerá de un Juicio previo). En el mientras tanto, la fe de muchos da soporte a esta creencia. Y como esa fe no pone bombas, sino que predica amor al prójimo, quien la critica en términos insultantes es un canalla. Yo no lo hago ni con el socialismo, la filosofía más genocida de la historia de la humanidad, a la que critico siempre con argumentos.

domingo, 20 de marzo de 2011

¿Qué pasa en Libia?

No sé lo que pasa en Libia, pero desde luego es muy raro. Lo es desde el principio, como comenté en su día. Raro e incomprensible, pues sin duda nos faltan datos.

Todos los que hasta hace nada hacían la pelota a Gadafi, ahora se ensañan con él. Hasta Rodríguez Zapatero, líder de la “alianza de civilizaciones”, está en la cola para arriarle mamporros, alentando a la violencia por encima del hombro del primo de Zumosol, tras el que se resguarda.

Esa es mi referencia, Zapatero, el voluble cobarde que se relaja legislando sobre cuándo un ser humano empieza a serlo y sobre plazos y técnicas de genocidio de fetos. ¡Menudo! Hace nada, vendía armas a Gadafi por valor de 2.000 millones de euros (http://www.intereconomia.com/la-gaceta). Muchas armas son esas - armas que ya habrán matado muchos inocentes - y hoy se pavonea como señor de la guerra, dando manotazos a la ávida Chacón, su ministra del ejército de la señorita Pepis, que le quiere hacer sombra.

Zapatero está defenestrado y vendería a sus hijas a un circo si ello le diera votos. Es mi injustificada y sin duda equivocada impresión. Si un individuo de ese talante y en esa situación haría eso, creo que el sumarse a los matones que apalean a Gadafi es porque le beneficia personalmente, si no le ha beneficiado ya en Suiza o en Caimán.

¿Cómo le beneficia, al margen de la extemporánea y metafórica alusión a los paraísos fiscales que acabo de hacer? Si le suponemos una inteligencia mínima, tendrá claro que no repite en el poder, por lo que dar collejas a Gadafi no le beneficia como futuro gobernante, sino que es una cosa privada. A la paliza se han sumado Qatar y Turquía, aquella asalariada de Estados Unidos y Turquía – socia de Zapatero en la “alianza de civilizaciones” – con menos moral que los duendes de Noddy. Alemania, una democracia seria, se ha quitado de en medio y los propios Estados Unidos han nombrado “cabo de vara” a Francia, de cuya concepción del mundo y sentido del honor, nos dejó buena referencia en la Revolución Francesa y en la Segunda Guerra Mundial. La Italia de Berlusconi, sin comentarios.

En resumen, en esta guerra está de un lado el dictador genocida Gadafi, que hasta ayer despanzurraba conciudadanos con la indiferencia de Occidente y de otro lado, una panda de matones sin escrúpulos que, por dinero, venderían a sus madres.

Para mí está claro; Gadafi es el “mira que te puede pasar”, con se advierte a un tercero.

Se ha planteado un enfrentamiento en el que hay malos y peores y dónde el malísimo, desde el foro, está advirtiendo al otro malísimo que mira, entre el público, sin dar señales de interés por lo que pasa. ¡Lo tiene claro Gadafi!

Ha sido una buena elección de cabeza de turco, pues salvo la Rusia de los nuevos millonarios y de las mafias de trata de blancas, el que más, China, silba mirando al tendido.

El tiempo dirá, pero lo de Libia es una pantomima con actores de medio pelo.

domingo, 13 de marzo de 2011

Los tristes sucesos de Japón

Lo del Japón es terrible. Un terremoto excepcional y, luego, un tsunami relacionado con ese terremoto. Ahora, parece que las centrales nucleares afectadas están causando problemas, que al parecer irán a más.

Me vienen unas reflexiones sobre toda esa desgracia.

1. La magnitud de este siniestro natural pone en evidencia la insignificancia del hombre frente a la naturaleza. ¿Recuerdan el fraude de que la actividad industrial del hombre es la responsable del “cambio climático”? Pues bien, el anhídrido carbónico que genera toda la actividad industrial del hombre no supera el que desprenden en su respiración las termitas del planeta o una erupción volcánica significativa.

2. Es una soberana tontería, que ya he oído, la que pretende que este desastre es un castigo de la naturaleza por lo mal que el hombre la trata. O un castigo de Dios por nuestra maldad. Esta interpretación de los desastres naturales ya se superó en la edad media, aunque algunos recalcitrantes la han arrastrado hasta nuestros días. Si Dios ha de juzgar, lo hará a posteriori, de una vez. No creo que se tome pagos a cuenta.

3. Un terremoto se comió el pueblo de Vera (Almería. España), hace unos doscientos años. Donde estuvo la que fue la Vera original, hoy sólo hay una cruz. Como Vera hay muchos ejemplos; he puesto este por proximidad espacial y temporal.

El terremoto y tsunami de Japón se han cobrado miles de vidas, pero se podrían haber cobrado al Japón, y hoy, ese lugar, podría ser un mar abierto. Quien piense que el hombre es algo más que un peón en este teatro del mundo, es un soberbio.

4. La energía nuclear es magnífica…, mientras no se desborda. Quizás habría que planteársela con prudencia hasta que se aprenda a controlar la radiactividad. Hoy el hombre juega a la ruleta rusa con ese asunto, pues las centrales nucleares resuelven muchos problemas jugando con la escasísima probabilidad de que ocurra algo que las rompa y abra la caja de Pandora. Estos días, en Japón, se han abierto no una, sino cuatro cajas de Pandora.

Repito, no es Dios, es la tectónica de placas. A Dios hay que encomendar las almas de las víctimas del suceso y el dolor de los supervivientes.

Y para finalizar, recordar que esto – y muchas cosas más – nos puede sorprender a cualquiera en cualquier momento, de repente. ¡Que no nos pille siendo unos miserables!

Posdata. Mi más sincero sentimiento de afecto al noble pueblo japonés.

sábado, 12 de marzo de 2011

Globalización, pobreza y riqueza

Hace unos días leí en LibertadDigital, una noticia relacionada con la lista de los hombres más ricos del mundo, relación que ofrece periódicamente la revista Forbes.

No me interesaron las frivolidades de la noticia, contenido que resume su título: “Las curiosidades de la lista de los 'supermillonarios'”. Me interesó uno de los párrafos finales: “Hay 214 multimillonarios nuevos en la lista de Forbes; en el lado contrario, 47 súper ricos se cayeron de la lista y 10 más murieron”.

No me llamó la atención la evidencia de que los ricos también dejan de serlo y, además, ¡se mueren!, sino el hecho de que en plena crisis económica mundial, hay 214 multimillonarios más en el mundo.

La nueva concepción del mundo que se intenta imponer desde ese poder indefinido que lo gobierna, ha globalizado la pobreza, pero no ha globalizado la riqueza sino que la ha concentrado.

Y esto lo relaciono con una cita que leí hace unas semanas en la revista Ave María (reproduzco arriba la portada del número en cuestión). La cita reza: “No podemos permanecer pasivos ante ciertos procesos de globalización, que con frecuencia hacen crecer desmesuradamente por todo el mundo la diferencia entre ricos y pobres”. Su autor es Benedicto XVI.

Dejo al lector las conclusiones.