domingo, 20 de marzo de 2011

¿Qué pasa en Libia?

No sé lo que pasa en Libia, pero desde luego es muy raro. Lo es desde el principio, como comenté en su día. Raro e incomprensible, pues sin duda nos faltan datos.

Todos los que hasta hace nada hacían la pelota a Gadafi, ahora se ensañan con él. Hasta Rodríguez Zapatero, líder de la “alianza de civilizaciones”, está en la cola para arriarle mamporros, alentando a la violencia por encima del hombro del primo de Zumosol, tras el que se resguarda.

Esa es mi referencia, Zapatero, el voluble cobarde que se relaja legislando sobre cuándo un ser humano empieza a serlo y sobre plazos y técnicas de genocidio de fetos. ¡Menudo! Hace nada, vendía armas a Gadafi por valor de 2.000 millones de euros (http://www.intereconomia.com/la-gaceta). Muchas armas son esas - armas que ya habrán matado muchos inocentes - y hoy se pavonea como señor de la guerra, dando manotazos a la ávida Chacón, su ministra del ejército de la señorita Pepis, que le quiere hacer sombra.

Zapatero está defenestrado y vendería a sus hijas a un circo si ello le diera votos. Es mi injustificada y sin duda equivocada impresión. Si un individuo de ese talante y en esa situación haría eso, creo que el sumarse a los matones que apalean a Gadafi es porque le beneficia personalmente, si no le ha beneficiado ya en Suiza o en Caimán.

¿Cómo le beneficia, al margen de la extemporánea y metafórica alusión a los paraísos fiscales que acabo de hacer? Si le suponemos una inteligencia mínima, tendrá claro que no repite en el poder, por lo que dar collejas a Gadafi no le beneficia como futuro gobernante, sino que es una cosa privada. A la paliza se han sumado Qatar y Turquía, aquella asalariada de Estados Unidos y Turquía – socia de Zapatero en la “alianza de civilizaciones” – con menos moral que los duendes de Noddy. Alemania, una democracia seria, se ha quitado de en medio y los propios Estados Unidos han nombrado “cabo de vara” a Francia, de cuya concepción del mundo y sentido del honor, nos dejó buena referencia en la Revolución Francesa y en la Segunda Guerra Mundial. La Italia de Berlusconi, sin comentarios.

En resumen, en esta guerra está de un lado el dictador genocida Gadafi, que hasta ayer despanzurraba conciudadanos con la indiferencia de Occidente y de otro lado, una panda de matones sin escrúpulos que, por dinero, venderían a sus madres.

Para mí está claro; Gadafi es el “mira que te puede pasar”, con se advierte a un tercero.

Se ha planteado un enfrentamiento en el que hay malos y peores y dónde el malísimo, desde el foro, está advirtiendo al otro malísimo que mira, entre el público, sin dar señales de interés por lo que pasa. ¡Lo tiene claro Gadafi!

Ha sido una buena elección de cabeza de turco, pues salvo la Rusia de los nuevos millonarios y de las mafias de trata de blancas, el que más, China, silba mirando al tendido.

El tiempo dirá, pero lo de Libia es una pantomima con actores de medio pelo.