domingo, 16 de septiembre de 2012

¿Evolución o creacionismo?


¡Que tema tan sobado! Y no suele resumirse. Para el lector común, es una paliza leer sobre esta discusión.

Permíteme lector que reduzca mis argumentos a los elementales del sentido común. Ya te he aburrido con el tema en otros lugares de este blog. Pero primero, a modo de previa, dos líneas para aclarar conceptos:

Evolución no es adaptación; la adaptación es indiscutible, la evolución no. Evolución no es selección natural; la selección natural es indiscutible, la evolución no. Las mutaciones existen, son comunes, pero son aleatorias. Esto también es indiscutible.

Con estas previas, la evolución es indemostrable tal como está planteada. La evolución, tal como está planteada, no cuestiona la existencia de un Creador. Por eso se puede ser cristiano y evolucionista (Darwin lo era), o ateo y evolucionista, o animista y evolucionista... aunque en cualquier caso se es víctima de una teoría oficialista repleta de lagunas científicas.

El creacionismo, opuesto al evolucionismo oficialista, es eso, una mera reacción. No tiene fundamento científico por lo que, desde la perspectiva del cristiano, no debe tener validez como teoría científica, ya que ciencia y fe son independientes. El creacionismo es una intromisión grosera de la fe en la ciencia, tan absurdo como el evolucionismo oficialista que es una intromisión grosera de la ciencia en la fe.

Entonces, ¿evolucionismo o creacionismo? Es evidente que ni lo uno ni lo otro. La ciencia tiene muy buena información en los registros fósiles y en la genética, pero falta ordenarlos, falta información y falta una mente lúcida que armonice todo. Debemos tener paciencia porque, sin ninguna duda, la ciencia explicará el proceso de aparición de las especies sobre el planeta. Y esa explicación científica no estará en absoluto enfrentada a la fe, porque nunca han estado enfrentadas – de forma natural - ciencia y fe; esa armonía es precisamente el sello de calidad de la ciencia.

El origen de las especies es un tema apasionante, hoy todavía sin solución. Es un buen reto para los investigadores jóvenes - y para los que serán investigadores dentro de unos pocos años -, dar con la clave del asunto, que debe estar en la punta de los dedos de la ciencia. El protagonista que de la señal de salida para resolver el problema, deberá estudiar mucho, tener un mente muy bien amueblada y, sobre todo, ser un hombre libre que no se deje sujetar por los presupuestos oficiales que indican el tema que subvencionan y, también en el caso de la evolución, cual ha de ser el resultado de la investigación que subvencionan.

Pd (24.09.2012). Añado una aclaración por si no hubiera quedado claro; el creacionismo pretende que la aparición de nuevas  especies se debe a nuevas creaciones del Creador. Esa es la idea que refuto, por no ser científica, ya que supone una intromisión de la fe en la ciencia. Mi opinión sobre la Creación ya está clara en otros lugares de este blog :


En cuanto a la creación del hombre, no parece razonable que el Creador utilizara un diseño ya en funcionamiento para inspirarle el alma; es razonable pensar que una obra extraordinaria como el hombre, se merecería una estructura nueva, no aprovechar una carcasa "de segunda mano", es decir, utilizar un mono para inspirarle el alma. Esta última afirmación no es científica, pero es de un aplastante sentido común.

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