martes, 21 de febrero de 2012

Socialismo versus paz

En otra ocasión he comentado en este blog, que no habrá paz en España, hasta que no desaparezca el socialismo y la izquierda en general.


El socialismo, tal como lo entienden los socialistas españoles, es la herencia aceptada de la tradición comunista, una expresión social y política que se ha hecho célebre por el triste "record" de ser la que más muertes ha caudado en la historia de la humanidad. Desde Stalin a Hitler o desde Mao a Pol Pot, las diferentes hijas de esa malhadada doctrina han acabado directamente con la vida de más de cien millones de seres humanos e indirectamente con un número incalculable de vidas (hambre, frío, carencias médicas,…).


El mundo civilizado ya ha acabado con la pesadilla de la izquierda, salvo los países del Norte mediterráneo, entre ellos y sobre todo España, nación dónde los socialistas no sólo no reniegan u olvidan los crímenes de sus padres ideológicos, sino que los justifican y añoran sus métodos y formas. El genocida Carrillo es paradigma de ello. Con semejantes cerebros no puede edificarse nada bueno, ni contar con la paz social que se precisa para edificar algo sólido.


Hoy tenemos otra prueba - ¿hacían falta más? - de esa maldición de la izquierda que pesa sobre la sociedad española; haciendo caso omiso de la voluntad de la mayoría de los españoles, voluntad expresada claramente en las urnas, los socialistas están encendiendo de nuevo las calles españolas con violencia y destrucción. Los mismos que han arruinado España con Zapatero; los mismos que la arruinaron con Felipe González; los mismos que la arruinaron con la guerra civil. Siempre los mismos, siempre su violencia genocida.


Otra vez es la Iglesia católica la que oprime al obrero. Con esa excusa los socialistas y demás calaña torturaron y asesinaron a curas y monjas durante la guerra civil. Otra vez son los capitalistas de la derecha los que oprimen al obrero, cuando hoy, la oligarquía capitalista en España es en buena parte socialista, formada no por el esfuerzo, sino por el "pelotazo" (¿recuerdan cómo Felipe González implantó esa filosofía en nuestra sociedad?) y la corrupción… ¡incluso el rey de España se decora socialista!


Nunca hay que resignarse frente a la injusticia y hay que pelear por erradicarla, hasta la muerte si la causa lo exige. Eso es heroico. Pero la incoherencia, la violencia gratuita, el odio, el fanatismo,... nunca son heroicos. Esos jóvenes levantiscos que en Valencia hablan de "incendiar" la calle por no saben qué - los estúpidos del PP no han sabido, hasta ahora, explicar, argumentar y difundir coherentemente sus decisiones frente a la crisis - son una panda de idiotas y los que les instigan desde el anonimato o desde las instituciones, incluidos los irresponsables gobernantes del ex-gobierno de Zapatero, son unos criminales cobardes... Es inevitable, es su naturaleza.


La izquierda no nos va a dejar vivir tranquilos y diluirá las verdaderas reivindicaciones en violencia gratuita. Simplemente, no hay que votar a nada que atufe a socialismo. Socialismo es violencia y corrupción.

¿Son justas las medidas frente a la crisis?


Me refiero a las medidas anunciadas recientemente por el Partido Popular.


Empezaré con la síntesis; tal como están planteadas son necesarias, pero no justas.


Necesarias, porque cuando uno se ha endeudado, por motivos loables o no, debe amortizar su deuda. Es ética elemental de gente de bien.


La forma de solventar una deuda que ha de pagarse inmediatamente, es sacar de dónde se tiene, aún a costa de las comodidades propias.


Son necesarios los recortes. No es lícito ir contra unos recortes que deben hacer frente a una deuda contraída hacia un tercero. Lo contrario es ser un miserable moroso.


Pero eso a los socialistas no les importa, porque su naturaleza es marrullera y tramposa. No es esa la naturaleza de la mayoría de gente de bien en España. Las deudas hay que pagarlas lo antes posible o en los plazos pactados.


Ahora bien, ¿son justos esos recortes? Sin duda no.


La deuda la ha generado la mala gestión de un gobierno socialista de Zapatero, secundado por sus aliados de la banca y la finanza. En esa generación de la deuda, muchos se han hecho millonarios. Luego lo justo sería que fueran ellos los primeros en aportar los recursos para enjugar esa deuda. Lo primero sería, pues, embargar a los políticos socialistas responsables de la crisis y a los nuevos ricos forjados en la crisis.


Si matizamos más, a los gobernantes socialistas y a los banqueros, deberíamos sumar a los especuladores inmobiliarios, a los trabajadores fraudulentos, a los sindicatos,... Pero esos no son la mayoría de los españoles. Las medidas generales afectan a todos por igual, omitiendo la mayor responsabilidad de algunos.


Las medidas contra la crisis, para ser justas, deberían haber empezado por esa medida de dar prioridad a la recaudación de los bienes de los responsables.


Pero para llevar a cabo esta primera medida recaudatoria, es preciso que la justicia sea independiente, que actúe y que actúe con diligencia.


Es decir, las medidas contra la crisis son necesarias, pero me temo que nunca llegarán a ser justas.

viernes, 17 de febrero de 2012

¡Qué viene el lobo!

Ya en su día comenté que esta crisis económica por la que está pasando España, es muy rara. Y me ratifico.


Cierran empresas, cada vez hay más parados, la pobreza aumenta entre la ciudadanía... pero las estructuras capitalistas (grandes empresas y banca) y su caldo de cultivo (estamentos políticos y sindicalistas), están amasando fortunas descomunales al amparo de esta peculiar crisis.


Cada día la prensa amanece con un nuevo escándalo. Eso podría parecer bueno, y lo es, pero creo que no responde a lo que parece, libertad de prensa, sino a la consecuencia de las luchas intestinas por el poder, que utilizan la prensa como arma de sus rencillas.


La prueba es que las respuestas a la corrupción son lentas, ineficaces y en ningún caso acaban con el resarcimientito de lo robado. Pongo dos ejemplos:


Hace meses, el chofer de un alto cargo socialista andaluz fue sorprendido traficando con cocaína para su jefe y hoy todavía la pelota está en el tejado e incluso oigo hablar en la radio, cuando eventualmente recuerdan el asunto, de !"presunta” cocaína!


Hace también unos meses, se desentrañó un importante asunto de corrupción de la derecha y al poco su juez instructor, que debería estar en la cárcel desde hace años por otros delitos, de sopetón es mostrado a la ciudadanía como un criminal, y se le condena con una pena menor por un delito gravísimo, pero no se le toca el patrimonio y queda impune por todas las otras barrabasadas cometidas.


Podríamos no parar en semanas. Ahora el para mí sinvergüenza Ruiz Mateos y su deleznable familia pagarán sus culpas y, de paso, las de bancos, políticos y sindicalistas. El poder ha sacado el asunto de la familia Mateos en el momento adecuado para que sean la cabeza de turco que necesita la oligarquía. Antes bastaba un pobre gitano que robase el "casete" de un coche, para que la policía y la justicia hicieran caer todo el peso de la ley sobre el malo. Hoy se necesita un millonario idiota. !Es el signo de los tiempos!


Y todo, con el coco de "la crisis" como catalizador del miedo y de la sumisión.


Cuando al ser humano se le extirpa su condición humana, se le puede conducir como un simple irracional. La mayoría de los españoles han votado para que el amor se trasforme en cópula, para que a los hijos se les asesine antes de nacer, para que la unión para la procreación se transforme en una fantochada que dé soporte social a un acto antinatural... El resultado de esa conducta es el bípedo implume doméstico, al que se puede violar y encima hacerle pagar la cama.


Esta crisis tiene fácil solución, pero primero hay que eliminar el cáncer que la provoca. Por eso es muy difícil, pues esta falsa democracia que ha gobernado España ha creado generaciones de mansos que no pueden practicar tal cirugía. Las “fuerzas revolucionarias” de la España de hoy son esa chusma iletrada y reaccionaria de "los indignados" o esos sicarios de la oligarquía que son los sindicatos. !Menudos cirujanos!


La crisis es el "New Age" que se ha instalado en España y que ya no saldrá ni con agua caliente.


Pero no hay mal ni bien que cien años dure y de los valores que el relativismo no ha podido extirpar, nacerán nuevos hombres que restaurarán la dignidad en nuestra sociedad y acabarán con "la crisis". Pero, tal como están las cosas, eso no lo veremos ni tu ni yo, querido lector.

lunes, 13 de febrero de 2012

Otra perspectiva del asunto Garzón

Hace uno días escribí las líneas que siguen. Hoy me encuentro en Libertad Digital el titular de arriba; impunidad por prescripción es decir, probablemente es un “chorizo”, o no, pero nunca habrá sentencia pues no se puede juzgar. No me gusta, pero me deja las cosas claras, probablemente también al lector cuando lea lo que sigue. Creo que es hora de publicar lo que escribí y dejar al lector la conclusión que podrá tejer con mi texto y el titular de la ilustración:

[11 de febrero de 2012] Lo del juez Garzón, en relación a la reciente sentencia de las escuchas telefónicas del caso Gürtel, es verdaderamente sorprendente. Voy a intentar analizarlo.

Por lo pronto, mi postura, aunque no sea objetiva - como no lo es la de nadie - es tal que me permitiría ser juez de la causa, pues no es apasionada y tampoco gano ni pierdo nada con la sentencia, hubiera sido la que fuese.

Y visto desde el desapasionamiento, el espectáculo es de lo más sorprendente.

La sentencia es unánime y en esa unanimidad han participado jueces “progres” y reaccionarios, lo que o bien es garantía de justicia, o bien lo es de linchamiento. En cualquier caso, Garzón queda como un imbécil, o porque ha prevaricado como un canalla, o porque ha llevado una vida de intrigas que le ha enfrentado a amigos y enemigos. Ahora bien, como ese mundo de personajillos que forma la oligarquía está por encima de la ley, podemos afirmar que:

Conclusión 1. Garzón ha sido condenado como represalia política por los suyos y por sus enemigos, a una. El hecho de que haya prevaricado es un asunto menor pues en España, sorprendentemente, jamás, salvo contadísimas excepciones y siempre con trasfondo político, ningún miembro del entorno judicial, ha sido condenado por prevaricación.

Toda la oligarquía – de derechas e izquierdas - está contenta de que Garzón esté condenado,… salvo el rebaño de militantes de la izquierda, unos buenos tontos y otros malos tontos, que bailan al son de sus líderes.

Pero la oligarquía socialista, que debe odiar a muerte a Garzón, no puede mostrar sus manos sucias de sangre traidora y moviliza a sus huestes para representar la farsa. Aquí, como siempre, la imagen de España y la paz social no importan.

Garzón debe recurrir para reforzar su postura, pero es un recurso peligroso pues si pierde – parece que la sentencia es de libro y es muy probable que pierda – quedará desacreditado definitivamente. Ahora puede ser una injusticia local, pero si un tribunal internacional ratifica la sentencia, se le pondrá más difícil vivir en un futuro inmediato del momio de las conferencias, cursillos y asesoramientos.

Conclusión 2. Parece que esto ha sido más que un aviso a Garzón desde su “oligarquía amiga”. Garzón se puede dar por contento si todo queda así; debe buscarse una buena excusa – por ejemplo de plazos para que prescriba su plazo de recurrir - y quedarse como está.

Le viene ahora la sentencia del asunto de asumir unas funciones que no le correspondían, en el asunto de los “crímenes de Franco”.

Es decir, más prevaricación. A sus colegas socialistas, creo que el asunto de los crímenes de Franco les trae al fresco, o incluso les incomoda. No hemos de olvidar que algunos de los líderes relevantes de la oligarquía de la izquierda son hijos de colaboradores de Franco, por lo que les alcanza la sombra del presunto genocidio. Y otros líderes de la izquierda vivientes, como Carrillo, dejan como una niña de teta al general Franco en eso de los genocidios.

Pero la campaña que intenta ocultar el verdadero motivo del encausamiento de Garzón – por prevaricador, no por justiciero – ha hecho mucho ruido, hasta el punto de que puede volver al juez un mártir. Y eso no es lo que quieren los oligarcas que van a por su compañero.

Para ver que Garzón asumió una competencia que no tenía, basta haber seguido las sesiones del juicio. Recuerdo haber corregido un examen de Historia Económica en el que el alumno escribía: “Del asunto del proteccionismo en España en el s. XIX no sé nada [era el tema del examen], pero le puedo escribir sobre la Revolución Industrial”… y llenaba la hoja con ese tema. El fulano no debía ser muy tonto, pues es asignatura de segundo curso de la Universidad, pero creyó que podía pasar. Y yo aguanté, porque había instrucciones de aguantar.

Garzón ha hecho lo mismo; “Del asunto de haberme adjudicado una competencia que no tenía, no voy a hablar, pero Franco fue un asesino”… y se dedicó a presentar viejecitos, viejecitas y parientes a ver quien contaba su batallita más emotiva. Y los jueces aguantaron, imagino que porque tenían instrucciones de aguantar.

Conclusión 3. Garzón no será condenado por este motivo, aunque el tribunal no tendrá unanimidad. Con esto, primero, queda la duda; segundo, los que han jaleado tanto al tribunal que lo ha condenado, tendrán que meterse la lengua donde les quepa y aguantar el golpe; y tercero, los que le alaban como dios justiciero, se derretirán de gusto. Todos contentos.

Pero mi pobre Garzón, me parece que tu suerte está echada. Luego sigue el asunto de cobrar un dinero como lo hiciste y encima archivando asuntos pendientes con la Ley, de quien te dio el dinero.

Como dice la sabiduría popular y recuerda Maquiavelo, perdonas que te maten a tu padre, ¡pero que te metan la mano en el bolsillo, es imperdonable!

Este tercer juicio es de libro. Pero, ¿importa eso? Creo que no. Veámoslo desde otra óptica.

Garzón sabe lo suficiente como para tener asustados a oligarcas de la derecha y de la izquierda. Recordemos que el asunto Urdangarín salió con el asunto Campeón del ex ministro socialista Blanco y Blanco era un peón comparado con Garzón (bueno, esa es mi tesis. No hagan mucho vaso). Pero este Garzón debe ser tan peligroso que incluso, a pesar de serlo, se lo han llevado por delante. Pero…

El pero es que debe quedar todo este enredo en un pacto entre “caballeros” (tanto se autoproclaman caballeros los de la orden de Malta como los masones. Por caballerosidad que no quede).

Conclusión 4. Si Garzón se allana a su situación y se retira sin remugar, este tercer juicio será a su favor. Si se muestra rebelde, lo arrastrarán por el lodo hasta rebozarlo bien. Quizás aunque se allane.

Pero al margen de todo esto, ¿quien gana por este embrollo?

Primero, gana la oligarquía que se quería vengar y lo ha hecho.

Pero además, gana el caso Gürtel, pues la burda prevaricación de Garzón ha dado motivos, a los abogados de los imputados, para pedir con fundamento que se declare nulo el sumario.

¿Sabía Garzón que su burda prevaricación tendría estas consecuencias? ¿Habría olvidado Garzón – cegado por su soberbia, la misma que la destruido - que el dinero no tiene ideología?

Garzón se implicó a fondo en un asunto que afectaba a oligarcas de derecha y pensó que hacía méritos para los oligarcas de la izquierda. ¡Pobre Garzón!... o quizás no tan “pobre”.

Conclusión 5. ¿No será toda esta maniobra una forma de desactivar el caso Gürtel, llevándose a la vez a Garzón por delante, maniobra gestada por la oligarquía financiera – así, sin ideología - utilizando a Garzón como chivo expiatorio? ¿Podría darse la circunstancia de que a Garzón se le hubiera ofrecido alguna recompensa por prevaricar ostensiblemente, ser descubierta la prevaricación, condenarle y apartarle de la judicatura, pero más millonario de lo que era y con una determinada posición social?

sábado, 11 de febrero de 2012

Catolicismo e intransigencia

En una revista católica de mucha tradición, que por su buena trayectoria merece que omita el nombre, leí un artículo titulado "Doctrina, intransigencia y caridad" - firmado por un autor que también omito por no hacer daño y escribir con mayor libertad -, que empezaba así:


"La causa y raíz de todos los males que, por decirlo así, envenenan a los individuos, a los pueblos y a las naciones y perturban la mente de muchos, es la ignorancia de la verdad. Y no solo su ignorancia, sino, a veces, hasta el desprecio y la temeraria aversión a ella. De aquí proceden los errores de todo género que penetran como peste en lo profundo de las almas y se infiltran en las estructuras sociales, tergiversándolo todo. Si oponerse a la tergiversación es intransigencia, hay que reconocer que la misma es una virtud católica".


Atribuye la cita a Juan XXIII, en la Encíclica Ad Petri Cathedram, documento de fácil lectura y de contenido apasionante, que recomiendo leer con calma.


Me extrañó mucho que el bondadoso Juan XXIII hiciera apología de la intransigencia, aunque fuera de forma retórica. Y como siempre que me extraña algo, fui a la fuente.

Como sospechaba, me encontré con que la cita de la revista católica no se correspondía con el texto de la Encíclica, sino que había una grave alteración en la forma y en el fondo del texto original, que dice:


"La causa y raíz de todos los males que, por decirlo así, envenenan a los individuos, a los pueblos y a las naciones, y perturban las mentes de muchos, es la ignorancia de la verdad. Y no sólo su ignorancia, sino a veces hasta el desprecio y la temeraria aversión a ella. De aquí proceden los errores de todo género que penetran como peste en lo profundo de las almas y se infiltran en las estructuras sociales, tergiversándolo todo; con peligro de los individuos y de la convivencia humana. Sin, embargo, Dios nos ha dado una razón capaz de conocer la verdad natural. Si seguimos la razón, seguirnos a Dios mismo, que es su autor y a la vez legislador y guía de nuestra vida; si al contrario, o por ignorancia, o por negligencia, o —lo que es peor— por mala voluntad, nos apartamos del recto uso de la razón, nos alejamos, por lo mismo, del sumo bien y de la recta norma de vivir."


http://www.vatican.va/holy_father/john_xxiii/encyclicals/documents/hf_j-xxiii_enc_29061959_ad-petri_sp.html


Las partes subrayadas son las que discrepan.

Podría alegarse que las comillas del texto de la revista católica deberían acabar en "tergiversándolo todo" y que lo que sigue es una conclusión del autor del artículo, añadida por error tipográfico. Pero no es convincente, pues el resto del artículo utiliza la única fuerza que da ese razonamiento atribuido falsamente a Juan XXIII, para dar soporte a la pretensión de que la intransigencia es una virtud cristiana.


El texto añadido por el autor del artículo, además de ser una falsificación de la fuente, nada tiene que ver con las frases que le anteceden e incluso cambian el fondo del mensaje papal, que es positivo y pacífico en el original y se vuelve agresivo en la falsificación. Es decir, la Encíclica aborda un problema con un enfoque positivo y ofrece una solución, mientras que la falsificación concluye con un llamamiento irracional – que carece de razón - a la violencia del espíritu para enfrentarse a aquel problema.


El artículo que comento rezuma dureza, e intenta justificar que la intransigencia, un vicio fundamentalista, está justificada en el católico. Además confunde convicción y fidelidad, conceptos positivos, con la idea negativa y ajena a la caridad que es la intransigencia. No sé si el autor es teólogo o mediopensionista pero, por lo menos, podría recordar el refranero español cuando dice "lo cortés no quita lo valiente".


Porque, ¿qué es la intransigencia?


Parece que el leguaje sirva cada vez para menos. Pero yo no claudico en utilizarlo para entenderme con mis semejantes. Por eso recurro al diccionario.


Como puede ser algo farragoso, permítame el lector que resuma los conceptos que me interesan en forma de tabla. La fuente es el Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia Española (http://www.rae.es/rae.html)


Transigencia; Condición de transigente.


Transigente; Que transige.


Transigir; 1. Consentir en parte con lo que no se cree justo, razonable o verdadero, a fin de acabar con una diferencia / 2. Ajustar algún punto dudoso o litigioso, conviniendo las partes voluntariamente en algún medio que componga y parta la diferencia de la disputa...


Intransignecia, es lo contrario.


Fíjese el lector que “transigir” no implica negación de conviciones propias, sino tan solo una capacidad de ceder ante situaciones conflictivas, para evitar males mayores. Si eso se hace por amor al interlocutor, es caridad y resignación, virtudes ciertamente cristianas. Por poner un ejemplo extremo, la Iglesia católica española no declara la guerra santa o la cruzada contra el Gobierno español por el asunto del aborto, sino que transige y mantiene la paz con la condición de que no se obligue a abortar y no se persiga a quienes se niegen a acepta o colaborar con tal abjecta práctica. Si la Iglesia católica fuera una secta musulmana fundamentalista, sería intransigente con el Gobierno español y practicaría el terrorismo frente a él.


¿La Iglesia católica traiciona sus ideas por no recurrir a la fuerza armada para reprimir tal genocidio? No, transige y alerta con la palabra y la acción política de los católicos, y aboga con su oración, para lograr que se acabe con esa práctica. ¿Qué la intransigencia islámica radical es más eficaz a corto plazo?, sin duda, pero eso no debe condicionar a un católico.


Es decir, por su propia definición, intransigencia implica violencia y está opuesta a la caridad, y la caridad es una virtud esencial del cristianismo. Ser transigente no significa necesariamente claudicar de las ideas propias ni dejar de actuar conforme a conciencia por satisfacer al prójimo, sino saber mantenerse en las ideas de uno y amar y respetar al prójimo, al margen de que sepamos taxativamente que no tiene razón.


Ninguna referencia mejor que la de los primeros cristianos. Nadie puede decir de ellos que renunciaran a sus ideas - morían a puñados por ellas - pero nunca se me ocurriría llamarles intransigentes si no fuera para atacarlos. Su catequesis era con el amor y con el ejemplo, no con la imposición intransigente, entren otras cosas porque no podían. Sólo cuando los católicos tienen poder mundano, poder político, se acaba el amor y el ejemplo y empieza la imposición, la quema del hereje; la intransigencia.


Desde luego es más cómoda la intransigencia que la mansedumbre, pero menos cristiana.


Y ¡como no!, debemos referirnos al ejemplo de Jesús. ¿Lo llamarías, lector, intransigente? Pues considerando el ambiente de su época, ¡menudas tragaderas tenía, en el sentido de que si no las hubiera tenido, habría abrasado el planeta, pues su Padre ya se había comprometido a no inundarlo más! Pero Jesús lo aguantaba todo, o casi todo; no quiso soportar el cinismo del clero ni la instrumentalización de la religión con fines mercantiles. Por lo demás, transigió hasta en que le escupieran en la cara.


¿Dejó por eso a un lado sus ideas? Es una pregunta para estúpidos; no dejó de un lado sus convicciones por transigir, si no al contrario; ratificó su poder transigiendo y amando desde la fuerza absoluta. ¡Menudo ejemplo!... Su mansedumbre – siendo el Poder absoluto - y su doctrina, perfectamente definida y sin flaquezas - han sido la guía de una buena parte de la Humanidad.


¡Y alguien que firma como católico, con una bajo firma relumbrona, en una publicación católica, nos dice que la intransigencia es "una virtud católica"!


Creo que es ignorancia y por eso no pongo más calificativos. Pero es ignorancia dolosa que la revista, si el orgullo no le puede, debe corregir aclarando que la intransigencia no es buena o explicando que diantre entiende por intransigencia. Y el firmante de ese artículo, debe echar el freno a su ardor católico y ver si el camino sigue es el bueno.Parece que, cada vez con más fuerza, se va imponiendo en los católicos el "yo más", en una competición hacia la santidad de escaparate, decantándose a las formas y métodos del fundamentalismo al estilo musulmán o retrocediendo a los momentos históricos en los que la iglesia se confundía con el poder político y ejercía su catequesis con violencia, en lugar de con amor y el ejemplo... !el ejemplo,… qué difícil es pedírselo a un católico! !qué fácil es limitarse al bla bla con la sesión presencial del domingo en el templo!