Homo sapiens versus Homo necius.

Como te he comentado a lo largo de este blog, lo que diferencia al hombre del mono, es decir, al animal racional del irracional, es el sentimiento de trascendencia.

Como Homo necius me refiero a la primera acepción que la RAE da de necio, que no resta capacidad de saber.

¿Por qué digo eso?

Es una broma. No existe el Homo necius como especie, pero sí como actitud.

Tiene ese sentimiento de trascendencia, muchas expresiones y una de ellas es la creencia en una inteligencia creadora.

No está reñido con la ciencia, al contrario, la justifica.

Eso ha dado pie a la broma.

La especie sapiens es la trascendente, la creativa, la racional, la creadora.

La especie necius, también del género Homo, es la intrascendente, la trivial.

La incapaz de crear.

Piensa en ello.

Todas son humanas, pero con sus niveles creativos.

Religión en televisión española.

En la segunda cadena de radio y televisión española, los domingos por la mañana emiten unos programas dedicados a las religiones judía, protestante y católica.

Suelo ver los tres.

En la judía y protestante hablan de religión.

En el espacio dedicado a la religión católica, venden libros y programan contenidos que con el tiempo van siendo cada vez más decadentes.

Entre otras cosas promocionen una música que dicen que es católica y que es una verdadera purria.

En el último programa, es simplemente música discotequera.

Lo que era un muro entre el catolicismo y el mundo, que luego fue una fina raya, ya no es nada.

El catolicismo está tan integrado en el mundo, que ya es puro mundo.

He decidido no volver a conectarme con ese programa, para evitar visualizar semana a semana, la triste decadencia de lo que, hasta hace nada, mi niñez y juventud, fue una gran religión.

Hamás e Israel

 Tras el reciente atentado  palestino en Israel, he conseguido no ver ninguna de las imágenes atroces, que al parecer inundan las redes sociales.

Prefiero opinar sin estar exaltado por imágenes aberrantes.

La raíz de este conflicto es antigua y profunda.

Ninguno de los analistas que la estudian, encuentra  solución ni explicación  clara a ese embrollado conflicto.

No soy tan idiota como para intentar explicar el reciente atentado de Hamás en Israel.

Desde mi modesto punto de vista, por complicado o intrincado que sea un conflicto, de ninguna manera da pie al crimen salvaje y despiadado contra población civil inocente.

Es decir, los autores e inspiradores del brutal atentado de Hamás, deberían ser puestos ante la justicia y responder de sus crímenes.

No hay Dios justo que pueda aceptar semejante comportamiento.

Si esos criminales no llegan a ser detenidos y juzgados en esta vida, tendrán que dar cuenta de sus actos en el juicio final que presido por su Dios.

Está  muy cuestionado, incluso en el mundo musulmán, lo de la guerra santa que se predica en nombre de Alá.

Pero Alá, como Dios bondadoso y justo para sus seguidores, en modo alguno puede referirse en esa presunta guerra santa, al crimen despiadado de almas inocentes.