Durante
un tiempo, en mi madurez, atendía las opiniones de quien consideraba un maestro
sabio de moral íntegra que era un ejemplo de vida.
Era
muy deportista y me comentaba que su deporte favorito era el ciclismo, pues no
se necesitaba a nadie para practicarlo.
Cuando
me decía esto recordaba a mis compañeros de oficina, que practicaban el tenis y
que siempre estaban negociando cuando quedar para jugar un partido.
Y ni
qué decir tiene el tiempo en que jugué al balón bolea; ¡necesitábamos
coordinarnos ocho personas…! en los meses que practiqué ese deporte jugamos
contadas las veces con los equipos completos.
El
gran problema del matrimonio es que se necesita a otra persona.
Si
eres un lector banal pensarás que esa es la gracia de la pareja.
Pero
si eres un lector avezado entenderás que en lo espiritual encontrar la pareja
adecuada es una lotería.
En
el aspecto físico, parece más evidente la necesidad de una pareja.
Pero
si piensas un poco verás que a lago plazo, resulta más seguro, rentable, y estable,
tomarte un Diazepán cuando el
cuerpo te pida guerra.
Porque
es prácticamente imposible encontrar a una persona con tus mismos valores y
deseos, con la que te valga la pena compartir una vida rica plena.
Dos
personas son dos mundos, con sus peculiaridades en los valores, aunque sean los
mismos. Es decir, aunque compartan valores trascendentes, suele ser distinta la
disposición de cada uno a seguirlos, el cómo hacerlo y hasta dónde.
Y
luego, hemos de ponderar el paso del tiempo, con la evolución personal al
asimilar de forma distinta la vida, lo que es algo natural.
¿Y
los hijos?; un nuevo planteamiento en la enseñanza de valores cuando los de los
padres ya están deteriorados.
Una
buena referencia de esto es el santoral de la Iglesia Católica, defensora a
ultranza de la familia tradicional.
¿Cuántos
santos estuvieron casados?
De
miles quizás unas pocas decenas. No lo sé, no los he contado, quizás en Internet
encuentres la respuesta, pero muy pocos. No por nada, la Iglesia aboga por el
celibato entre sus consagrados.
Hay
que estar preparado para el matrimonio, pero preparado no de dispuesto, sino de
“papá preparado. Prepárate tú”. *
* Me
preguntan que qué significa esto. Creí que todos conocían la historia: Un joven
que cursa estudios en provincias, al final del curso envía un telegrama a su
madre que dice;”dice; "mamá stop suspendidas todas las asignaturas stop prepara a
papá”. Al poco, su madre le contesta con otro que reza; “papá preparado
stop prepárate tú”.