domingo, 29 de marzo de 2020

¿Quién le acabará cortando la coleta, al toreador de las Españas?







n nuevo domingo de confinamiento de todos los españoles. ¿De todos? ¡No! El de la coleta - no recuerdo su nombre -  es la excepción, va al “trabajo” saltándose la ley incluso con el agravante de ser un agente de riesgo. Si ese títere del genocida venezolano y del régimen teocrático iraní ha hecho tanto daño estando vigilado, ¿Qué no hará ahora que anda sólo y con militares de elite moral  muertos, presuntamente (a falta de la autopsia), por un virus poco conocido?

La población española está huérfana de líderes y enclaustrada en sus casas bajo control policial. ¿Qué nos esperará cuando todo esto cabe? ¿Qué caras nuevas nos presentarán cuando volvamos a la rutina. Ya estaban montando un nuevo régimen. ¿Habrán tenido tiempo de estructurarlo? Tranquilidad, impunidad y medios han tenido.

Estamos indefensos. Pero tenemos a nuestro favor su tremenda incompetencia - la del traidor y su tropa - y su avidez desmedida por lo ajeno y por el poder. Y, en el terreno espiritual, a las órdenes contemplativas y a los colectivos cristianos, que ha preservado históricamente con sus oraciones a España y a Europa de males mayores que el actual.

El Evangelio de la Misa de hoy es muy emotivo y habla de la resurrección de Lázaro. El oficiante, en su homilía, ha recordado que todas las víctimas somos, como Lázaro, queridos amigos de Jesús, que se ocupará de nosotros en el momento realmente crítico.

Ánimo en esta situación y esperanza en el futuro. Dios nos quiere y está con nosotros, si en nuestra libertad de seres libres así lo queremos y aceptamos.


martes, 24 de marzo de 2020

Mi amigo Alfredo es feliz.




i amigo Alfredo es feliz. Aunque no veo que tenga motivos para serlo: Al poco de nacer fue desahuciado al contraer una grave infección vírica, que acabó superando pero no sin secuelas que le dejaron en el mundo de los disminuidos físicos de por vida. Al tiempo y en plena enfermedad, perdió a su madre a causa de un cáncer. Mi amigo Alfredo siempre se preguntó si la angustia y la tensión producida por la enfermedad de su hijo habían alterado el sistema inmunitario de su madre y ello había permitido el progreso del cáncer; Alfredo vivía con la duda de si había sido él la causa indirecta de la muerte de su madre.

En su madurez Alfredo fue desahuciado a causa de un riguroso cáncer, pero la misma ciencia que lo desahució por segunda vez le salvó la vida, sin duda ayudada por las numerosas oraciones de terceros y, porqué no, de las personas que lo habían querido. Pero esto fue sólo un interludio hasta el siguiente episodio vital en la vida de mi amigo Alfredo. A los pocos años, un error médico le dejó al borde de la vida y Alfredo estuvo clínicamente muerto.

Aún a riesgo de que parezca una parodia del Libro de Job, debo decir que luego, un grave problema vascular cerebral, hizo que de nuevo mi amigo Alfredo fuera rotundamente desahuciado por la medicina. Los propios médicos atribuyeron a un milagro el hecho de que Alfredo superarse ese duro trance, naturalmente no sin quedar con importantes secuelas que se añadieron a las anteriores.  Mi amigo Alfredo, fue posteriormente diagnosticado de una rara enfermedad de la sangre que afecta a su capacidad de coagulación.

Mi amigo Alfredo no ha sabido nunca lo que es el arrullo o el abrazo de una madre, ni recuerda un beso o caricia de su padre, un hombre bueno y justo al que veneraba pero de carácter serio e introvertido. Mi amigo Alfredo estuvo felizmente casado más de veinte años con una mujer buena e inteligente que murió prematuramente a causa de un cruel cáncer. Por circunstancias, mi amigo Alfredo conoció la muerte de su esposa después de producirse, por lo que no pudo despedirse de ella. Años después mi amigo Alfredo contrajo segundas nupcias buscando una paz que no encontró. Todas esas vicisitudes han hecho a mi amigo Alfredo más libre al elevarlo sobre sus pasiones y debilidades.

Si piensas, mi querido lector, que mi amigo Alfredo puede refugiarse en el mundo espiritual para encontrar consuelo, piensas aventuradamente. Porque mi amigo Alfredo es cristiano, es decir mi amigo Alfredo cree en un Dios al que no entiende ni puede comprender por imperativo biológico, porque Alfredo es un ente que piensa en tres dimensiones con un concepto finito del mundo; con un cerebro de tales limitaciones, adora a un Dios infinito que por definición no cabe en su cerebro. Puedes aducir, lector, que la teología cristiana ha resuelto este problema presentando a Jesús, un hombre comprensible para todos, Hijo de ese Dios incomprensible.  Pero aceptar esto necesita de la fe pues la razón humana no es suficiente para asimilarlo: Cuando lees sobre Jesús en los Evangelios, a Jesús se le entiende siempre todo, excepto cuando habla de su Padre, que lo hace en términos confusos cuando no incomprensibles. Para eso la fe.

Pero el problema de la fe es que no se adquiere a voluntad propia, sino que es un valor que da a discreción ese Dios incomprensible. Y mi amigo Alfredo no es un hombre de fe, no porque no quiera, sino porque no se le ha dado ese don. Por eso para Alfredo el mundo espiritual cristiano es un territorio incógnito en el que deambula sin referencias.

Si vuelves al principio querido lector, verás que he empezado diciendo que mi amigo Alfredo es feliz. Y efectivamente Lo es. No de una felicidad superflua. No. Es una felicidad profunda existencial. Es como si una llama ardiera dentro de él y ningún viento externo pudiera apagarla. Sí aventarla y oscilarla, pero nunca llegar a apagarla.

Por conocerlo a fondo doy por supuesto que mi amigo Alfredo no es masoquista ni padece ninguna alteración psiquiátrica más allá de las comunes a los mortales contemporáneos. Mi amigo Alfredo simplemente es feliz, aunque no tenga los requisitos formales que hoy se presumen necesarios para alcanzar la felicidad. Nunca le he preguntado porqué es feliz. Probablemente no lo sepa y no quiero que se plantee tonterías con preguntas intrascendentes.

miércoles, 18 de marzo de 2020

Corona virus y sentido común.




on una cierta perspectiva ya me atrevo a analizar desde el sentido común lo que está ocurriendo con este virus. Los riesgos de error son muchos pues la información es poca. Pero suficiente.

Este virus nació en China cuando ésta estaba enfrascada en una guerra comercial con los EE.UU. Una guerra comercial con un trasfondo de pelea de gallos entre dos líderes mundiales. En una escalada de acciones y reacciones sin fin aparente, de repente aparece el virus y se frena en seco la pelea. El gallo chino queda abatido. Pero hay un efecto colateral, el espectador europeo que sale malparado de la pelea.

Tenemos al gallo americano que no explota su triunfo que no ha sido rotundo pues ha dejado malparado a su aliado natural occidental.

A todo esto, el gallo chino derrotado, pero que no ha mordido el polvo, reacciona y organiza en horas lo más parecido a un hospital de campaña que ha visto Occidente en los tiempos modernos. Esto debió desconcertar al gallo americano.

A las pocas semanas el gallo chino anuncia que ha frenado la pandemia, probablemente es una mentira con probabilidades de ser verdad en semanas. Además anuncia una vacuna inmediata, lo que probablemente también es mentira en lo que se refiere a inmediata, pero suficiente como para mostrar al gallo americano que ha encajado bien el golpe. Tal es el efecto que el gallo americano dice que él también está a punto de obtener la vacuna.

Ya sólo es cuestión de tiempo el que las aguas vuelvan a su cauce. La pelea ha acabado.

Pero ha dejado a Europa tocada, eso es malo para los dos gallos, y al Tercer Mundo al borde del abismo. ¿Pero a quién le importa el Tercer Mundo?

 Avala mi tesis el que este virus del terror ha sido un virus castrado, suficiente como para hacer un mínimo daño en lo físico de las personas, especialmente a los viejos ya enfermos ¿a quién le importan los viejos enfermos?, pero mucho daño en lo psicológico a la población.

La gran pelea ha acabado con un mínimo de bajas. Los gallos se han demostrado sobre el terreno que están a la par. Pero creo que EE.UU. ha perdido porque el mundo está creído que son los causantes unilaterales de la pandemia, concretamente que ha sido una locura de su presidente y China ha crecido en su imagen de callada, laboriosa y paciente lo que sin duda es, además de otras cosas menos bucólicas.

Bueno, ¡ya está! Y ahora qué, ¿otro virus, pero esta vez en serio?

Una vez preguntaba a un especialista en guerra sucia; “¿no tienen miedo los norteamericanos a un golpe de estado de los negros? “No, me respondió, tienen armas biológicas adecuadas”, me contestó.

Querido lector, todo está inventado, pero ni nos imaginamos de lo que es capaz la mente humana. El único remedio es vivir en paz de conciencia y estar preparado para lo que venga. No hay buenos y malos, existe el bien y el mal. Procura estar siempre, en conciencia, del lado del bien. ¿Cuál es ese lado? Para creyentes y no creyentes, para Oriente y Occidente, el que marca la Ley natural, plasmada en los Diez Mandamientos.

domingo, 15 de marzo de 2020

Comentario sobre el coronavirus, una vez decretado el estado de alerta,






star encerrado en casa es una paliza, pero es nuestra obligación social y humana.

Hasta ahora he escrito, estudiado y ¡visto la televisión! He descubierto la tele, pues soy de radio. No esta mal. Me gustan las series y películas americanas, con alguna excepción hacia producciones de otros países. Las producciones europeas tienen unos guiones lentísimos y muy manidos.

Y así durante dos semanas, por lo menos, si al gobierno no se le ocurre convocar una manifestación masiva de soporte popular hacia ellos. No olvidemos que sus maestros y patrones - los que les pagan - son Irak y Venezuela y ahí tienen muy claro lo que es detentar el poder.

Por lo pronto a ser obedientes, a ver como evoluciona esto y a rezar por los enfermos y sus familias. Si no eres creyente no reces, pero piensa en ellos y acércate  espiritualmente intentando ponerte en su lugar. Y en el lugar de los que verán reducidos sus ingresos por el trabajo y tendrán más o menos dificultades económicas.

¡Ah, y no acopies víveres porque engordarás, más si no haces ejercicio. Recuerda el consejo del filósofo griego; para estar sano, has de levantarte de la mesa con apetito.

Un último consejo: Un  hábito de vida sana y frugal te predisponen a gozar de buena salud y a luchar contra las infecciones, pues mantienes tu sistema inmunitario en forma. No vale hincharse a kiwi durante una semana. Con eso sólo conseguirás gastritis y diarrea. Se trata de seguir un modo de vida frugal: una vida, no una coyuntura.

En fin, que te sea leve y no te sorprenda que el gobierno te dé algún susto. Son muy bromistas.

martes, 10 de marzo de 2020

“El corona virus”.








e dejado de oír las noticias porque estoy harto del “corona virus”. No sé que pensar. Sólo tengo cierto que los datos que nos dan son mentira, porque un gobierno comunista necesita de la mentira como el respirar.

No me creo que un gobierno gestionado por semejante tropa de zascandiles arrebatacapas, sea capaz de gestionar ni lo que comen en sus casonas. Menos de gestionar un país y muchísimo menos de gestionar una crisis. Y si todo lo que tienen detrás es ese rasputín de pacotilla que se apellida Redondo, ¡Dios nos coja confesados!

Lo que me choca es que al nefasto presidente español le haya salido de aliado un virus monárquico. ¡Menuda cortina de humo y que oportuna! Mientras todos están alelados con ese virus monárquico, ya nos han colado por la puerta de atrás unos buenos muertos. Tenemos lo que nos merecemos.

Unos mata reyes y quema iglesias, de la mano de un virus coronado. ¡Vivir para ver! ¿Será que dios está con ellos?

Pero todo tiene su parte buena. Ahora, para reactivar la economía bajarán los impuestos, reducirán el gasto público inútil y pondrán la gasolina acorde con el nuevo precio del crudo. ¿O no?