domingo, 31 de diciembre de 2023

Sin palabras sobre el belén.

 


Me han enviado esta foto de una localidad de Barcelona, más musulmana que catalana.

Pongo la correspondencia que he iniciado al recibirla.

Con la respuesta, me he sentido idiota.

Pero hay más.

¿Soy realmente idiota?

Creo que sí.

¿Qué hago en este blog?

Sin duda el indio.



sábado, 30 de diciembre de 2023

El dictador Franco.

Francisco Franco, no es preciso detallar más, era una persona cristiana.

Para las víctimas de los programas educativos socialistas y comunistas actuales en España, aclararé que Franco fue el político que durante décadas gobernó España he implantó la democracia en este país.

Los demagogos actuales califican a Franco de dictador.

Sin embargo, cada vez está más extendido entre los historiadores serios, que Franco no fue un dictador en el término que hoy se aplica, sino más bien un autócrata.

Muchos autores, desde hace tiempo califican el gobierno de Franco como una dictablanda, para distinguirlo claramente de lo que hoy se llama dictadura, propia de los países socialistas y comunistas.

No todo fue color de rosa durante el gobierno de Franco, pero sí predominó el rosa, al contrario del rojo sangre o al negro pobreza y miseria de los regímenes socialistas y comunistas.

Nuestros gobiernos demagogos actuales podrán engañar a la población española que bien han procurado mantenerla ignorante y sin criterio.

Con Franco, España salió del Tercer Mundo y llegó a ser una potencia relevante.

El cristianismo ha sido desde su fundación, fuerza de crear libertad y riqueza.

Con la llegada de la democracia tomaron el poder las fuerzas apandadoras socialistas y comunistas, que en unos pocos lustros han sumido a España de nuevo, en el Tercer Mundo y en la pobreza.

Cuando era joven había un piropo humorístico que decía tienes los ojos más negros que el porvenir de España.

Hoy el toque de humor de ese piropo ha cambiado a una tenebrosa realidad.

jueves, 28 de diciembre de 2023

Moros y judíos. Israel en Argentina.

Sionismo Rothschil Israel y Argentina.

 

La guerra entre moros y judíos está cada vez más embrollada.

No creo que sea una guerra entre buenos y malos, si no una guerra entre buenos y buenos.

En dos entradas anteriores, ya he hablado de forma muy concreta sobre ello.

Traigo aquí un elemento que no he citado hasta ahora y que pongo sobre el tapete para que quien quiera jugar, tenga una nueva baza.

Se trata ni más ni menos que del sionismo, que juega un papel muy importante en el presente y en el futuro de Israel y del mundo.

Recomiendo encarecidamente el enlace que doy.

Creo que, a grandes rasgos, es tan crudo como real.

Ahora bien, si uno se deja llevar por esas realidades, puede llegar a confluir en tiempos pasados, de triste memoria.

Los sueños de la razón producen monstruos.

Pero no dejar que la razón sueñe, lleva al estancamiento y a la sumisión irracional.

 postdata.

Al revisar la entrada, he visto que no doy el enlace que cito, confiando en que con los datos de la imagen sería suficiente.

Pero resulta confuso, pues hay dos videos del mismo día.

Pongo a continuación el que me refiero;






viernes, 15 de diciembre de 2023

Felipe, Leticia y las madres que los parieron.

 

No me hagas caso el lector, porque a ciegas como voy, sin ver ni leer noticias, suelo ir más equivocado de lo normal.

Algún titular sí que oigo y me entero de todo mucho antes de lo que el resto de los mortales españoles.

Porque atiendo a páginas de YouTube creíbles e independientes.

Lo del divorcio del inane y sus motivos, lo sé desde hace semanas.

Encontró la novia en una fiesta disoluta.

Y eligió el peor perfil, que podía tener ninguna de las mujeres que asistieron invitadas a aquella fiesta para machos poderosos.

Y de aquellos polvos, estos lodos.

No va con segundas.

Si no habláramos de un Borbón, podríamos preguntarnos aquello de a quién beneficia todo este lío.

Pero los Borbones son así y siempre son los beneficiarios de sus actos, no importando a quien perjudican.

Para ellos somos súbditos, no ciudadanos.

Busca en Wikipedia el perfil sexual de Isabel II.

Y busca en la hemeroteca el perfil sexual del padre del inane.

No me refiero naturalmente a la sexualidad física, sino al control de la sexualidad, muy relacionado con la moralidad del controlador.

¿Puede ser rey un incontrolado?

Creo que en el lenguaje popular se le llama un salido.

No lo sé. ¿Puede ser rey un salido?

¿Y reina una Leticia?

Claro que ahora es dictador un felón.

Habrá que redactar una nueva constitución, que podríamos redactarla en lenguaje inclusivo.

¡Ni Venezuela!

¡Ni Corea del Norte!

Spanish is different.

¡Pa chulo, yo, y pa p***, mi novia!, que dicen los castizos.

 Me parece que vamos a salir de Guatemala para caer en Guatapeor.

Todo esto me recuerda a lo que se decía cuando era chico y vino la monarquía:

Antes, francamente se vivía mal, pero ahora, realmente, se vive peor.



jueves, 14 de diciembre de 2023

La corrupción y la pena de muerte.

 

Estamos mal acostumbrados a que en España sea ya algo común que la corrupción forme parte de la vida política y empresarial.

Roban políticos de derechas y de izquierdas, aunque creo que estaremos todos de acuerdo en que los de izquierda tienen mayor impunidad, porque el sistema es de izquierdas.

Se roban cantidades exorbitantes que dan para vivir varias generaciones del político que ha robado.

Y ante nuestra total indefensión, vemos que no pasa nada:

Ni el dinero se devuelve, ni el ladrón sufre pena proporcional al delito.

Cuando la cantidad robada pasa a ser tal, que se pueden beneficiar varias generaciones, deberían tomarse dos medidas; una para castigar al ladrón y otra para castigar a sus beneficiarios.

Para castigar al ladrón, pena de muerte o en su defecto cadena perpetua.

Dos, para evitar que sus descendientes, amigos o allegados se beneficien del latrocinio; embargo total de los bienes del ladrón, estén a su nombre o a nombre de familiar beneficiario o de sociedades en las que participe el ladrón o alguno de sus familiares o beneficiarios.

Con ello se evita el común fraude de ley, de poner los bienes a nombre de terceros.

Es cierto que puede seguir poniéndolos a nombre de amigos o parientes lejanos, pero entonces pierde mucho el control de esa riqueza.

¿Quién votaría una legislación tan razonable y justa?

Ningún político actual, porque hoy la condición de político va unida indefectiblemente a la corrupción.

Habría que enjuiciar a todo aquel que, por acción u omisión, hubiera tolerado la corrupción.

Eso sí, con juicios claros, rápidos y garantistas, que presidieran ancianos o enfermos terminales, que mantuvieran la mente clara.

Son los únicos que no tienen nada que perder en este maldito juego social.

Tómate este artículo a la carta.

Pero no creo que tengas argumentos serios y de fondo para obviarla en su totalidad.

 

lunes, 11 de diciembre de 2023

Pensar demasiado.

 

Personas que creen conocerme y personas que me conocen a medias, me dicen que pienso demasiado.

No sé si es una forma elegante de decirme que estoy loco.

Y efectivamente debo estar algo loco, porque no conozco a nadie que esté cuerdo del todo.

Pero me temo que no es eso, si no que me lo dicen, porque busco respuestas a todo y eso no está bien. Especialmente para los que tienen las respuestas a todo, más que claras.

Porque, los que eso me dicen, son personas de acrisoladas creencias.

En efecto, pensar y buscar respuestas, es algo muy peligroso para quien cree que ya las tiene.

Le oía a Juan Manuel de Prada, que ha tiempo, la iglesia católica prohibía la oración personal.

El católico, cuando rezaba, debía atenerse al canon oficial de oraciones y no perderse por los cerros de Úbeda, dirigiéndose  a Dios como le sale del corazón.

Efectivamente, en estampas con oraciones al dorso pone; con licencia eclesiástica. No sé si se referiría también a eso.

Me parece algo demasiado, pero viniendo de quién viene, es muy probable que sea cierto.

En este sentido, me cuadra lo de que no hay que pensar demasiado, cuando viene de determinadas personas.

Efectivamente creo que pienso demasiado.

Pero no pienso al tun tun.

Pienso basándome en la sana doctrina dictada por autores a los que la verdad les ha hecho libres y son dignos de ser escuchados.

Y dicho esto, cabe plantearse, ¿qué es la verdad?

Pienso sobre ello y a medio pensar, siempre hay alguien que se me pone delante y me dice; ¡piensas demasiado!

A los que les respondo; pienso lo suficiente como para no ser una acémila como tú.

Respondo por lo bajo, en silencio, porque el pensar demasiado, me ha llevado a ser educado prudente y caritativo.


domingo, 10 de diciembre de 2023

Dios es amor.

 

Tengo un pacto personal de no escribir ni decir sobre determinadas personas.

Pero esa auto censura intelectual, creo que me ha sobrepasado, alcanzando extremos que se salen del pacto.

Hoy quiero hablar de la visión que tiene la Iglesia Católica de Dios.

He vivido muchos años y creo que tengo una cierta perspectiva de la evolución del pensamiento en mi entorno inmediato.

Probablemente me falten luces para analizarlo, pero aún me quedan suficientes explicaderas para describirlo.

En mi infancia, adolescencia y juventud me explicaron siempre, que Dios era un juez duro que observaba hasta nuestra más oscura intimidad y que estaba siempre dispuesto al castigo por nuestros malos actos.

Eso fue así hasta los años sesenta.

... O los  setenta, o quizás más.

Pero un día, de la mañana a la noche, no tengo claro el momento, pero si la inflexión que fue rotunda, oí la frase:

Dios es amor.

Y cambió todo.

Dios pasó a ser el del Antiguo Testamento, a un cumbayá que quería mucho a sus hijos, pero que no los agobiaba.

Desde ese momento se escuchaba constantemente; Dios es amor.

Como si se quisiera compensar un mal hecho.

 Y eso fue a más, a mucho más, hasta el día de hoy, en que m****** el último.

Antes lo malo era malo y todos sabíamos lo que era malo y no mirábamos hacia otro lado

Aceptábamos la culpa y cada uno, según sus entendederas, buscaba sus atenuantes para auto justificarse.

Desde que Dios es amor, ya no existe el pecado, sino los actos desordenados que son más o menos desordenados según enjuicia no sabes bien quién.

Si quieres un juicio benévolo, busca un cura progre y si quieres una valoración más exacta de tu acto desordenado, léete los miles de artículos del catecismo y quizás llegues a alguna conclusión.

En cuestión de juicio moral ya no puedes fiarte ni de la madre que te parió.

A veces me pregunto si no prefiero más al Dios implacable que tiene las cosas claras o a este dios que es amor, con el que no sabes a tenerte.

No lo sabes ni tú, ni sus representantes vivos en la Tierra.


Soy sabio.

 

Sé pocas cosas, pero las que sé, las sé de cierto.

Estoy tan seguro de ellas, que podría ir como ponente a un congreso de sabios y ninguno me las podría rebatir.

Sé que el universo ha sido creado por una mente inteligente que no puedo conocer, puesto que no cabe en mi cabeza.

Sé que la teología es una ciencia tonta, porque su objeto es conocer lo inconocible.

Sé que he nacido.

Sé que he de morir.

Y sé que no sé cuándo.

¿Qué más se puede necesitar conocer, si sabemos el principio y el final?

¿No es gula intelectual, el querer saber más, que siempre será un saber incierto y por tanto inútil?

¡Que a gusto me siento cuando, sentado bajo un árbol, respiro hondo y me digo; ¡qué sabio soy!


Clave para ser feliz.

 

Que la Biblia es un libro religioso para cristianos y judíos, es una reducción inexacta, extendida por ciertos teólogos que quieren hacer suyo lo que es de todos.

La Biblia es un manual de autoayuda para todo aquel ser humano que busca respuestas para encontrar la felicidad.

Pensarás; ya está aquí el palizas con su cuento religioso.

Pues piensas mal. Sí soy un palizas, pero no soy religioso.

Y además no me he leído la Biblia, así me va.

Bueno si la he leído, pero a trocitos desordenados.

Porque la Biblia es como el Quijote, pero a lo bestia y para mayores de 18 años.

El Antiguo Testamento es para tomárselo con calma o para leerlo asesorado.

Es como una interminable y divertida, a veces apasionante, obra de Emilio Salgari.

El Nuevo Testamento es más digerible, pero hay tantos entresijos, que en cuanto te descuidas te has dejado algo importante.

¿Y qué tiene que ver todo esto con la felicidad?

Pues mucho, porque en ella, la Biblia, encuentras lo esencial para ser feliz.

Puedes creértelo o no, pero si cumples con el requisito básico que te pide explícitamente la Biblia, seguro que alcanzas la felicidad.

No hablo de conocer a Dios ni toda esa historia, sino que hablo en términos estrictamente materiales:

La base de la felicidad es la pobreza.

Eso lo reitera la Biblia con una constancia machacona y por si te va grande, lo encontrarás también en muchos escritos de los filósofos griegos, los que eran filósofos de verdad, los filósofos fetén.

Ahora bien, ser pobre es un arte.

Y cómo llegar a conocer y ejercer ese arte, también te lo explica la Biblia.

En resumen, si quieres ser feliz, sé pobre de oficio,

No pobre amateur, aficionado;

has de ser un pobre profesional.

El problema de este discurso es, ¿cómo has de leer la Biblia?

¿Has de ser autodidacta?

¿Has elegir guiarte por un profesional de la Biblia?

La primera opción puede llevarte al protestantismo, donde hay miles de sectas, una por cada visionario.

Eso no es bueno porque no te lleva a ningún sitio.

La de elegir un guía que sea un profesional de la Biblia, te lleva a que, en tu estudio sumaras a tus errores los de tu maestro.

Y acabarás con una empanada mental, donde no sabrás si hay error, si el error es tuyo o si el error es del maestro.

¿Qué opción tomar?

Como decía el irrepetible Gracián, en el medio está la virtud.

La opción, creo que está en leer bajo tu entendimiento, asesorándote con prudencia, donde tengas dudas.

Busca al asesor siempre contrastando distintas fuentes, que serán como mínimo dos.

Todo con mucha paciencia.

Me dirás; pues sí que es difícil ser feliz.

Bueno lo es hasta que la gimnasia te lleve a la rutina en el ejercicio del pensamiento.

No hay más problema que el ser constante, que ya de por sí es el gran problema.

Ser feliz es un problema de constancia.

Y la constancia es un gran problema para el hombre moderno.

Por eso hay tan pocas personas felices, a pesar de que la constancia es barata, accesible a todos y no está sujeta a impuestos.


viernes, 8 de diciembre de 2023

El mal cristiano.

 

No, no es una fábula ni el título de un cuento.

Es un dato autobiográfico.

Soy un indigno cristiano.

Así como suena, un cristiano que no merece serlo.

Un mal cristiano en la forma, pero un documentado cristiano en el fondo, porque desde pequeño me he instruido a conciencia en el conocimiento del cristianismo.

Uno de mis grandes males es la coherencia.

Veo el mundo desde la perspectiva cristiana.

Hoy quiero dar un repaso a lo que veo y no entiendo de los cristianos que me rodean y que sin duda serán mejores cristianos que yo.

Para no alargarme, me ceñiré a cuatro cosas elementales, relacionadas con el mundo cristiano y concretamente con el católico.

Arrodillarse durante la misa.

Veo que es normal que, a la hora de la consagración, la gente esté de pie y no de rodillas.

Esa gente, si fuera a una recepción del presidente del gobierno, el felón Sánchez, probablemente no dudaría en hacer una inclinación de cabeza al saludarle y si fuera una recepción del inane Felipe VI, probablemente incluso haría una genuflexión.

Sin embargo, en el momento en el que Dios está transformándose en pan y en vino para acompañar al cutre humano, el que se dice católico, está de pie como si estuviera esperando al autobús.

Algunos se arrodillan, pero la mayoría no.

Ya de adulto, he sido monaguillo en alguna ocasión, cuando el cura de mi pueblo no tenía quien le asistiese durante la celebración.

Sin embargo, nunca he tocado un cáliz.

Cuando no tenía más remedio que cogerlo, lo hacía sujetándolo sobre el velo, de forma que mis manos no lo tocaran directamente.

No me creía digno de tocar el vaso en el que había reposado el cuerpo de Cristo.

Cuando un cura me da la mano se la beso, a veces con dificultad pues intenta evitarlo.

El descerebrado que así obra, no entiende que no beso su mano si no una mano consagrada a Dios.

El cura como persona no me dice nada, al contrario, me cae antipático porque demasiados curas me han escandalizado con su conducta.

Pero el cura como persona consagrada si me dice algo y supero mi animadversión hacia él.

Veo que cuando la gente comulga, recibe la forma en la mano.

Me sorprende que esa presunta élite de católicos que comulgan, lo hagan de pie y en la mano, tocando con sus miserables manos el cuerpo de Dios.

Soy de poco comulgar, pero cuando lo hago, siempre de rodillas y en la boca y una vez que tengo el cuerpo de Cristo, no ceso de pedirle perdón por tan miserable habitación, después de haber reconocido que no soy digno de que entre en mi casa.

Francamente no entiendo ese rasgo de soberbia de los que reciben la forma en la mano.

¿Verdaderamente se ven dignos de tocar el cuerpo de Cristo?

¿O realmente no creen que ese sea el cuerpo de Cristo?

No soy más que un indigno cristiano.

Pero un indigno cristiano coherente y de ahí surgen mis problemas.

De la coherencia.

Como Astérix, no entiendo a estos romanos.



jueves, 7 de diciembre de 2023

Aragón liberal.

Hace unos años, podría buscar la fecha exacta, pero me da pereza hacerlo, una amiga me pidió que colaborara escribiendo artículos, en un periódico o revista digital llamada Aragón liberal.

Al parecer era propiedad de una influyente organización católica con la que un servidor no tenía ninguna relación.

No sé de cierto lo de la propiedad, pero no me importa.

Colaboré, porque mi amiga me lo pidió.

Mi aportación era gratuita, con lo que los señores del periódico rellenaban sus páginas a coste cero, al menos por mi parte.

En los comentarios a mis escritos, los lectores publicaban cosas como qué bien, qué listo, qué guapo eres y muchas otras lindezas.

En fin, los lectores estaban contentos con mis aportaciones.

Todo marchó bien durante unos meses, pero un día en un artículo en el que citaba a la policía nacional en una intervención concreta, comenté que se habían comportado como mercenarios.

No soy de insulto fácil y el comentario venía a cuento por un comportamiento excesivo de la policía con unos manifestantes concretos.

Supe que el comentario no les había gustado, porque a partir de ese momento cesaron todos los elogios de los lectores.

Seguía enviando artículos, pero cada vez me publicaban menos y sin decirme nada, dejaron de publicarme.

Dejé de enviar.

Me pareció un detalle feo pero coherente con su autor.

Ni pedí explicaciones ni hice ningún comentario.

Un servidor sí que tiene modos y principios.

Estos días, a raíz de las concentraciones católicas y de la derecha en España, contra el gobierno socialista y comunista de Pedro Sánchez, todo ha cambiado.

Las brutales represiones de la policía nacional contra manifestantes pacíficos, integrados fundamentalmente por ciudadanos normales, ancianos y jóvenes, la prensa católica y de la derecha, ha pasado a calificar a la policía nacional, de una policía política comparándola con la criminal policía republicana.

No leo Aragón liberal, pero imagino que ahora en sus páginas, si todavía existen, se podría leer o se leerá, que la policía nacional es una policía al servicio del poder es decir una policía mercenaria

Antes no pero ahora sí.

Esperaba que cualquier día me llamaran para pedirme perdón por sus modos ladinos y para ofrecerme otra vez su plataforma.

Es un decir.

Esperaba esa llamada, no para decirles que no, sino para decirles aquello tan odioso de; ya te lo dije.

Y es que un fanático no sirve para nada bueno.

No importa qué fanático, es irremediablemente un pollino.

aunque a diferencia de este, el fanático no sirve para acarrear bultos.



domingo, 3 de diciembre de 2023

El Sánchez, los palestinos y los judíos.

El Sánchez se fue a Israel representando a España, para decirles a los judíos, que eran genocidas.

No puedo estar de acuerdo con quien diga qué pasa en Israel y quiénes son los buenos y los malos

El que así diga, es un imbécil.

El asunto es lo suficientemente complicado para que ni los expertos se aclaren.

Parece que Sánchez tiene claro quiénes son los buenos y los malos.

No es extraño, pues ese títere se equivoca siempre o, lo que es peor, actúa de mala fe.

Pero volvamos a lo de los buenos y los malos.

He escrito ya un par de entradas sobre el tema.

Dicen poco, pero, me ratifico en ellas.

Voy a dar un paso más.

Si la ciencia de la historia no nos sabe decir quiénes son los buenos y los malos en esa tierra, tendremos que recurrir al sentido común.

En este escenario hay más bandos que el cubo de Rubik.

Pero simplifiquémoslo a tres.

Hamás, los palestinos y los israelíes.

Si alguien con dos dedos de frente va a hacer el panoli intentando mediar, lo primero que ha de hacer es dar el pésame a todos los que han sufrido pérdidas por la contienda.

Lo segundo, censurar vehementemente a Hamás por el indubitado acto terrorista que realizó.

Y lo tercero, pedir a Israel que, en su justa venganza bíblica, siga teniendo el mayor cuidado para minimizar el número de bajas palestinas inocentes.

Todo lo demás es mear fuera del tiesto.

Los palestinos tienen razón en haber sufrido durante años la humillante prepotencia de los judíos.

Pero eso no justifica responder con terrorismo que causa muerte de inocentes.

Tú me humillas, yo te mato.

No parece equilibrado.

Los judíos viven con la espada de Damocles de unos vecinos que les odian a muerte y que los quieren exterminar y echarlos al mar.

Intenta ponerte en su lugar y ver lo que harías.

Sánchez metió la pata porque es un frívolo, un sinvergüenza y un descerebrado.

Que todo eso se ha de ser para hacer lo que hizo y decir lo que dijo.

Él no padecerá las consecuencias de su actuación, pero probablemente, España sí.

Hay que echarlo antes de que vaya a dar una patada en el culo a los chinos o a los americanos y estos no se aplasten a nosotros.

Porque él y su banda probablemente ya tengan sus millones en alguna cuenta de Suiza , Andorra, las Islas Caimán u otra cueva de Alibaba.