domingo, 31 de mayo de 2020

Genocidio cultural.


Hace varias décadas que los españoles que vivimos en Cataluña, estamos sufriendo un genocidio cultural que intenta borrar del mapa catalán todo rastro de español, desde el idioma a las costumbres y las raíces.

Y a los propios catalanes autóctonos, se nos está enfrentando al resto de la ciudadanía catalana y española.

Se nos está privando de nuestros valores tradicionales trascendentes y pacíficos y presentándonos como unas bestias racistas y violentas.

Esto ha sido posible gracias a que durante esas décadas gobiernos corruptos del PP y  del PSOE han permitido que ese genocidio incruento pero radical, haya sido llevado adelante por unas pocas familias de la oligarquía catalana representadas en partidos nacionalistas, socialistas y separatistas.

 Esas familias no tienen suficiente con haberse hecho millonarias explotando la debilidad de esos partidos traidores, sino que quieren más, quieren la impunidad de los señores feudales con la que blindarse de sus desmanes frente a la Justicia.

Los genocidas tienen el poder absoluto en Cataluña.

No podemos reaccionar porque somos pacíficos, no estamos organizados y muchos son responsables de familias.

Pero me resisto a ser llevado a patadas al matadero, por ignorantes y salvajes que se creen superiores.

Tengo poco que perder. Ellos tienen mucho que perder, lo rapiñado durante cuarenta años

Pero tengo dignidad.

 Quiero luchar contra ese genocidio y os animo a que os unáis a mí.

Sin dinero, sin respaldo, con la espada de Damocles de la represión y esencialmente pacíficos, ¿Cómo luchar?

Nos queda la inteligencia y la sana convicción de obrar bien, valores  que ellos no tienen.

Su poder es el dinero de las empresas privadas y el dinero público que sacan de las arcas del Estado en forma de subvenciones. Debemos cortar sus fuentes de financiación.

El dinero privado, intentando arruinar a los empresarios que los financian.

El dinero público, intentando que no lleguen al poder ni ellos ni los que los financian.

Somos aproximadamente la mitad, quizás más, de la población catalana los afectados por ese genocidio cultural.

 El reto es posible si nos empeñamos.

Pero hemos de ser una piña.

Sin líderes,

Con discreción. No es necesario que tu compañero de trabajo sepas que estás en esta lucha.

Simplemente lucha. Sé discreto en tu proselitismo; la machaconería es contraproducente.

La lucha consiste en no comprar nada que produzcan o comercialicen empresas catalanas. Radicalmente, nada. Ni comprar en negocios que sepamos apoyan el genocidio. Ahora esto es fácil, porque en su prepotencia van de chulos, pero identificarlas se complicará.

Por lo pronto sabemos que Cacaolat, Avecrem, y la franquicia Pans&Company,  son  genocidas tradicionales. Conoce más y actúa en consecuencia. Empecemos desde hoy.

No pasarás hambre si sustituyes esos productos por otros semejantes. No olvides las editoriales que siembran el odio. No compres sus libros, revistas o publicaciones.

Has de tener presente dos cosas:

El catalán es tan bueno o malo como cualquier español, pero el catalán racista lleva décadas apaleando “charnegos” y, si consigue impunidad suficiente, acabará gaseándolos.

Y cuando acabe con ellos seguirá con quién no le secunde, sea catalán o sueco.

No corras bulos acusando de racista a quien te apetece, pues eso te rebajaría como persona y te pondría a su altura.

Nuestra fuerza es la nobleza en el actuar.

Con esto tocaremos su bolsillo privado.

Para acabar con el bolsillo público, recuerda que PSOE, PSC y PP han estado cuarenta años financiando, encubriendo y colaborando con el genocidio. Ya hemos visto lo que son.

Ciudadanos, es un misterio y Vox puede ser una trampa, en circunscripciones pequeñas.

Medita tu voto y ve a lo seguro, lo que no evitará que te equivoques, pues la ley electoral es una ley tramposa hecha por tramposos.

¿Qué esto favorece el enfrentamiento? ¿Entre quienes? ¿Entre los que llevan la bota y los que ponen el cuello? ¡Esos ya están enfrentados!

Repaso esta entrada en mayo de 2021. El partido Ciudadanos ya se ha quitado la careta y vemos que es más de lo mismo. ¿Qué se podía esperar de su lideresa, casada con un separatista?

viernes, 29 de mayo de 2020

Clases de racismo para catalanes independentistas. Clase 4.


“¡Companys!” (no me refiero al genocida), es sólo el principio de la clase de hoy, a modo de arenga (traducido a la lengua bárbara, sería ¡Compañeros!).

¡Hemos tenido noticia de que muchos españoles, dentro de poco, en la próxima Semana Santa, se van a disfrazar de camaradas del Ku Klux Klan para pasar inadvertidos e invadirnos!

Si por esas fechas veis gente con capirotes, ¡sospechad, pueden no ser camaradas del KKK, sino españoles disfrazados!

¡No confraternicéis ni soltéis la lengua diciendo dónde tenemos escondidas urnas, papeletas o bolsas de basura amarillas para hacer lazos!

¡Sigilo y recelo son las normas!

Cuando las razas son muy parecidas (¡sólo de aspecto!, ¿eh?), es fácil que te den gato por liebre.

En esa situación, la forma definitiva de salir de dudas es hacerle decir; “setze jutges mengen fetge d’un penjat”: si no lo sabe repetir es un español o un “charnego” de “Casteldefels”, al que le puedes perdonar la vida porque te lo permiten nuestro Napoleón de Waterloo y su profeta Pujol.

Esta entrada la tenía preparada desde hacía tres meses. Hoy, la he encontrado y me he henchido de felicidad patriótica.

Gracias al coronavirus hemos parado esa invasión pese a que Madrid no nos ha dejado cerrar nuestras fronteras. El virus está matando a muchos enemigos. Y a presuntos catalanes, pero no importa, son viejos o charnegos.

Nuestras élites ario catalanas están a buen recaudo esperando la república independiente… de virus. “¿Enganxes per on vaig?”, ¿prosèlit? (¿Pillas por donde voy, prosélito?).



Sense paraules. (Sin palabras).












Es cosa de chinos.


Ya nadie duda de que el COVID 19 se originó en China y se propagó de forma accidental. ¿Accidental? Una científica china del laboratorio de autos, ha dicho que ese virus no es más que la punta del iceberg.

No sé que quiere decir eso exactamente. Pero la china no habla por boca de ganso. Nadie habla así en China.

¿Quiere eso decir que si no compramos televisiones china, coches chinos, o bolsos chinos, irán soltando nuevos virus, como el que han soltado por no comprar el 5G chino. ¡Pues lo tenemos claro! 

Puestos a morir, se pueden quedar con el planeta para ellos solos pues nos ganan en vivos por goleada.

Pero entonces, ¿quién les comprará las televisiones, los coches y los bolsos?

martes, 19 de mayo de 2020

COVID 19, vacuna, Estados Unidos y España.



e escuchado esta mañana a las seis y media, en el programa de Carlos Herrera en la COPE, que los laboratorios Moderna, en los Estados Unidos, tienen previsto disponer a fin de año, de una vacuna operativa para el COVID 19. Lo primero que me ha pasado por la cabeza es que este evento va a favor de mi tesis, que he difundido en mis publicaciones, en cuanto a que la Ciencia es un don de Dios al cristianismo, pues son científicos creyentes los que han promovido los grandes descubrimientos científicos a través de los siglos.

Este es el centro de esta entrada, que no voy a desarrollar porque no es lugar.

Una secuela de ello es que de nuevo, los Estados Unidos, con un Director español destinado en la dirección técnica de esos laboratorios, lleva la iniciativa.

Los Estados Unidos son una Nación amiga plagada de errores y miserias, pero una Nación amiga, de confianza, que tiene la mirada puesta en lo grande y para alcanzar lo mayor deja las miserias de lo mezquino y promociona al latino, al negro o al blanco, siempre que se lo merezcan.

Y pasa de lo políticamente correcto si el objetivo es elevado.

Insisto. Hay miseria moral y flaqueza humana en los Estados Unidos, como en todas partes en las que se encuentran colectivos humanos, pero ya me gustaría que estuviésemos a su altura.

Para la izquierda, Estados Unidos es Satanás. ¿Pero cree la izquierda en Satanás?

Lo que sabemos es que la izquierda es la autora de los mayores genocidios contemporáneos, haciendo carreras con el islamismo extremo. ¿Qué crédito puede tener la opinión de un genocida?