He dejado de leer las noticias y vivo más feliz.
Desinformarse mola.
Culturizarse mola más.
Y general Mola, ya no te digo.
Lo último que oí antes de cerrar los oídos, fue, que
estaban discutiendo sobre quién se había equivocado más al pronosticar los
resultados de las elecciones.
Cada uno, en el medio de turno, daba su opinión.
Pero ninguno dijo que la empresa que se ocupaba de
los recuentos de los votos, había sido entregada por Sánchez a un íntimo amigo
suyo, pocas semanas antes de las elecciones.
¿Porque a un amigo íntimo de Sánchez y no a perico
de los palotes?
¿Y nadie relaciona esto con los pronósticos de
Tezanos, contrarios a todas las encuestas y que presagiaba un empate?
Una magnífica coartada para un resultado insólito.
Ellos se lo guisan y ellos se lo comen.
Una magnífica comilona con una comparsa de cuarenta
millones de idiotas.
Entre los que me cuento.
Naturalmente.
... o también puede deberse el error, a que la gente
mintiese sistemáticamente al ser encuestada.
Lo que indicaría que está harta del sistema.
¿Te han encuestado alguna vez, para preguntarte a
quién vas a votar?
A mí, nunca me han encuestado, ni conozco a nadie a quién le hayan encuestado.
¿Qué es esto de las encuestas?
¿Un contrafuerte para sostener el monigote de las elecciones,
qué a su vez sostienen el monigote de la democracia?
¿Son las encuestas como los palos que sujetaban al
Cid sobre su caballo, para asustar a los moros?
¿Son el congreso y el senado españoles, puntos de reunión de
los testaferros de la aristocracia internacional?
Ya me está bien que haya blancos y negros, superiores
e inferiores y que me toque estar entre los negros inferiores.
Salvo ellos, todos sabemos que somos iguales.
¡Que nos den un plato de lentejas y nos dejen vivir
en paz!
Y a los más rebeldes, que les den dos platos.
En esta vida todo se equilibra.
Que nos dejen comer tranquilos el plato de lentejas,
que el buscar la herramienta, necesaria para irlos a buscar el día adecuado, en
el momento y lugar adecuados, ya es cosa nuestra.
