Un amigo me pregunta si la Virgen María murió, y si subió al cielo en cuerpo y alma.
El dogma de la asunción de María, reza:
“«Pertanto, dopo avere innalzato ancora a Dio supplici istanze, e avere invocato la luce dello Spirito di Verità, a gloria di Dio onnipotente, che ha riversato in Maria vergine la sua speciale benevolenza a onore del suo Figlio, Re immortale dei secoli e vincitore del peccato e della morte, a maggior gloria della sua augusta Madre e a gioia ed esultanza di tutta la chiesa, per l'autorità di nostro Signore Gesù Cristo, dei santi apostoli Pietro e Paolo e Nostra, pronunziamo, dichiariamo e definiamo essere dogma da Dio rivelato che: l'immacolata Madre di Dio sempre vergine Maria, terminato il corso della vita terrena, fu assunta alla gloria celeste in anima e corpo».
Perciò, se alcuno, che Dio non voglia, osasse negare o porre in dubbio volontariamente ciò che da Noi è stato definito, sappia che è venuto meno alla fede divina e cattolica.”
Lo que puede traducirse como:
“«Por lo tanto, después de haber elevado reiteradamente a Dios nuestras preces suplicantes, y haber invocado la luz del Espíritu de Verdad, para la gloria de Dios omnipotente, que ha preservado en María virgen su especial benevolencia para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte, para mayor gloria de su augusta Madre y para gloria y regocijo de toda la iglesia, por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los santos apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, proclamamos, declaramos y definimos ser dogma revelado por Dios que: la inmaculada Madre de Dios, siempre virgen María, cumplido el curso de la vida terrena, fue asunta en alma y cuerpo a la gloria celestial».
Por ello, si alguno, Dios no lo quiera, osara negar o dudar voluntariamente de lo que ha sido definido por Nos, sepa que se aleja de la fe divina y católica.”
Pío XII. Constitución Apostólica Munificentissimus Deus. Miércoles, 1 noviembre 1950. (http://www.vatican.va/holy_father/pius_xii/apost_constitutions/documents/hf_p-xii_apc_19501101_munificentissimus-deus_it.html. En esta página no hay traducción al español)
El dogma no dice nada sobre si María murió y resucitó y luego fue asunta al cielo o si subió en vida, auque la tradición y muchos teólogos sustentan que María murió, como murió su Hijo. En mi limitación y cortedad, creo que María no murió.
Sobre este tema me comentó un sacerdote que Jesús, como hombre aún siendo Dios, no habría dejado pasar a su madre por el trance de la muerte y de la corrupción del cuerpo, como lo evitaría cualquier hombre bien nacido que tuviera en sus manos obviar ese trance a su madre.
Aunque coincido en la conclusión – María no murió -, no así en el motivo como razón única y principal. Jesús no actuó con favoritismo hacia nadie allegado. Incluso mostró su actitud de considerar iguales a sus familiares más próximos que a cualquiera de los que le seguían (“…¿Quién es mi madre y mis hermanos?...” Mc 3, 31-35). Es más, si fuera una dádiva de ese género, estoy seguro de que cualquier persona de especial fe habría sido elegida por Él como protagonista de la asunción, antes que Su propia Madre.
Creo que María no murió porque hubiera sido una incongruencia, y la Iglesia Católica es la congruencia de una doctrina que lleva cuatro mil años de vigencia.
La muerte es una consecuencia del pecado original (“…Ya que polvo eres, y al polvo volverás” Gén 3,19, “…no vaya ahora a tender su mano al árbol de la vida, y comiendo de él, viva para siempre” Gén 3, 22). No he encontrado quien me haga entender qué fue el pecado original, pues me parece que es algo que forma parte del misterio de la fe, aunque rumiando podemos llegar a intuir algo. Lo que si es cierto, es que aceptado el pecado original y sus consecuencias, todo hombre por nacer con ese pecado, tiene la tara de morir una vez (“Y así como está reservado a los hombres morir una sola vez, y tras eso, juicio” Hb 9,27, aunque Jesús resucitó a personas, que volvieron a morir, por lo que murieron dos veces, lo que sin duda tendrá su explicación, que no alcanzo).
María nació sin pecado original (proclamado por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en la bula Ineffabilis Deus), por lo que además de los muchos privilegios espirituales y materiales en su vida cotidiana, por el hecho de nacer sin pecado original también quedaba exenta de la muerte (“El pecado, que como torrente arrastra a la humanidad, se detiene ante el Redentor y su fiel colaboradora. Con una diferencia sustancial: Cristo es totalmente santo en virtud de la gracia que en su humanidad brota de la persona divina; y María es totalmente santa en virtud de la gracia recibida por los méritos del Salvador” Juan Pablo II El Grande. Audiencia General. Miércoles 29 de mayo de 1996. La Inmaculada Concepción. http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/audiences/1996/documents/hf_jp-ii_aud_19960529_sp.html ).
Por ello la Virgen María no podía morir, pues hubiera sido una incongruencia en una doctrina absolutamente coherente.
Cualquier católico debe aceptar que la Virgen María subió al cielo en cuerpo y alma. Y no creo que sea disparatado – sino todo lo contrario - opinar que no murió.