“¡Companys!”
(no me refiero al genocida), es sólo el principio de la clase de hoy, a modo de
arenga (traducido a la lengua bárbara, sería ¡Compañeros!).
¡Hemos
tenido noticia de que muchos españoles, dentro de poco, en la próxima Semana
Santa, se van a disfrazar de camaradas del Ku Klux Klan para
pasar inadvertidos e invadirnos!
Si por esas fechas veis gente con capirotes,
¡sospechad, pueden no ser camaradas del KKK, sino españoles disfrazados!
¡No confraternicéis
ni soltéis la lengua diciendo dónde tenemos escondidas urnas, papeletas o
bolsas de basura amarillas para hacer lazos!
¡Sigilo
y recelo son las normas!
Cuando las razas son muy parecidas (¡sólo de aspecto!,
¿eh?), es fácil que te den gato por liebre.
En
esa situación, la forma definitiva de salir de dudas es hacerle decir; “setze
jutges mengen fetge d’un penjat”: si no lo sabe repetir es un español o un “charnego”
de “Casteldefels”, al que le puedes perdonar la vida porque te lo
permiten nuestro Napoleón de Waterloo y su profeta Pujol.
Esta
entrada la tenía preparada desde hacía tres meses. Hoy, la he encontrado y me
he henchido de felicidad patriótica.
Gracias al coronavirus hemos parado esa
invasión pese a que Madrid no nos ha dejado cerrar nuestras fronteras. El virus
está matando a muchos enemigos. Y a presuntos catalanes, pero no importa, son
viejos o charnegos.
Nuestras élites ario catalanas están a buen recaudo
esperando la república independiente… de virus. “¿Enganxes per on vaig?”, ¿prosèlit? (¿Pillas por donde voy, prosélito?).
Sense paraules. (Sin palabras).
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