viernes, 23 de octubre de 2020

Matrimonio

 Hasta que la muerte nos separe. Esa es la fórmula cristiana del matrimonio.

¿Qué pasa si ella o él “salen rana”?

El cristiano, incluso el católico, ha ideado mil subterfugios para subsanar esa instrucción tan clara.

Que si había defecto de forma en el momento del marimono... que si la capacidad de ambos era plena…

Mil matices. Pero Jesús no planteó excepciones ni hiló tan fino: Es hasta que la muerte separe a la pareja.

Naturalmente si el matrimonio ha sido forzado, no ha sido.

Pero si ha sido herrado, sí ha sido.

¿Qué luego aparecen pegas?… “ajo y agua”.

¿Qué eso es difícil? No, dificilísimo. Pero es el pacto libre ante el Señor.

Una vida de sacrificio tendrá su recompensa.

Aunque no la tenga. Es coherencia ante un compromiso con el Señor. 

Ya se encargará El de hacerlo llevadero.

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