No es fácil interpretar el espectro social español.
La izquierda está cargada de odio hacia todo lo que
le rodea que no es igual a ella.
Eso ya pasaba con el fascismo italiano, que era una
forma de socialismo.
Y pasaba también con el nacionalsocialismo alemán,
que era otra forma de socialismo.
Y pasaba con el comunismo ruso que era otra forma de
socialismo.
¿Que tenían todos en común?
El odio lo distinto y que todos ellos eran
genocidas.
También el socialismo español fue genocida y odia a
lo distinto.
Pero hay algo que lo hace diferente.
Solo el socialismo español, odia a la nación en la
que se encuentra.
El fascismo italiano amaba a Italia.
El nazismo alemán amaba a Alemania.
El comunismo ruso amaba a Rusia.
Pero el socialismo español odia a España.
¿Cómo se explica esto?
Porque el socialismo español, además de ser genocida
y destilar odio, es un socialismo acomplejado por haber perdido una guerra.
Una guerra, en que la libertad era España, frente al
comunismo soviético que intentaba conquistarla, como los moros en su tiempo.
Ese odio a España, refleja un enfrentamiento de
culturas no de ideologías.
La cultura de la opresión representada por el
socialismo, frente a la cultura de la libertad, representada por las gentes
libres de España.
El dictador Sánchez y los suyos, con sus miserias
humanas más decadentes, frente a Manolo o Antonio, o Nemesio, españoles
trabajadores de a pie.
El trabajo duro cotidiano, frente a las saunas, a
los sobornos y a los chantajes.
Me quedo con la España de toda la vida, aunque antes
nos reprimiera Hitler por latinos y ahora nos reprima Sánchez por españoles.
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