Hoy, imágenes para una reflexión.
Las imágenes, obtenidas de un video editado en Libertad
Digital.
La circunstancia, la pasada huelga general en España. Los
huelguistas insultan y acosan a una mujer que quiere trabajar.
Muchos hemos vivido la violencia. En lo que a mi respecta, he estado
siempre en la oposición. Pero nunca, nunca, he gritado insultos a una persona indefensa,
escondido entre la masa, como hacen esos huelguistas de las imágenes. Para mí
es esa una cobardía abominable, digna del mayor desprecio. Eso me inspiran la
gente vociferante del video y sus siglas.
Nunca el fin justifica los medios. Es un principio elemental
de ética universal. Pasar por encima de ese principio, ha justificado cosas
terribles en la Historia.
¿Y la policía? Aquí, nada. En otros momentos fatal. Me echaron
de un diario digital en el que colaboraba, por escribir mi opinión razonada
sobre las policías. No me perdonaron que fuera razonada. Pongo la tirita antes
que la herida, para los cerebros elementales que saquen como conclusión que
critico a esos miserables de la manifestación porque soy de derechas.
Te dejo estas imágenes, lector, para que medites. La última
es la tienda cerrada, ganaron los miserables. Triste imagen para la libertad.
¿Puede edificarse una sociedad justa sobre semejantes
energúmenos?
¿Cómo es posible que los dirigentes sindicales de esos
fulanos, los que propician esas situaciones, saquen pecho dando como triunfo el
éxito de la cobardía?
¿Cuándo crezcan, pasarán esos huelguistas de ser cobardes
juveniles, a cobardes adultos y luego cobardes viejos?
Parecen gentes normales, pero son cobardes miserables, trastos
a desechar en una sociedad desarrollada.
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