Ya puedo relajarme.

 

Ha muerto el último de los intelectuales ancianos, que seguían mi blog desde una residencia que acoge a personas mayores con ese perfil.

No sigo, ni me interesa, la actualidad.

Ya no me interesa you tuve, ni en activo, ni en pasivo.

Por todo eso y más, creo ya estoy liberado de cualquier compromiso que me hubiera propuesto al iniciar el blog.

Poco menos, que me han echado de casa.

¡No, no! ¿Porqué templo gaitas? ¡Me han echado de casa!

Al perro de mi mujer le estoy pagando un costoso tratamiento contra el reuma.

Y otro preventivo, contra una enciclopedia de enfermedades perrunas.

Y Ahora el gobierno les va a poner una especie de itv perruna y gatuna, que no bajará de los 100 euros anuales.

Mil pagos cotidianos, que se van en nada.

Mil cursos de; a ver si esto me gusta.

Y la comunidad de vecinos,

Y los impuestos hasta sobre el respirar.

Y los; ¡me duele aquí!... ¡no, no, más a la derecha…! ¿ o es allí?

Me quedo pues, a mi aire y al tuntún.

Descansen en paz mis queridos abuelos.

Que yo, en breve, espero también descansar en paz.

Una vida de entrega e intentando subsanar errores,

¡que se va en un ¡plis plas!

¡Gracias a Dios!