Catalanes, vascos, canarios y más, de la burguesía selecta
y del populacho rancio, es la gran periferia que mantiene al chulocharcos,
que ha aprendido sus formas y probablemente sus valores, en los prostíbulos del
padre de su mujer.
Dios los cría y ellos se juntan.
Su apoyo y tutor y no sabemos qué más, es un fulano
casado con una mujer que ha perdido la cuenta de abortos y amantes.
¿En qué manos está España?
En las manos que muchos españoles han elegido.
Sarna con gusto no pica.
Y los cerdos disfrutan revolcándose en sus heces.
La violencia es el primer recurso comunista.
Con los zares les funcionó y desde entonces no han
parado.
Mujeres, niños, ancianos hombres, bienes, haciendas,
arte, honra, verdad..., todo lo arroya el horror comunista.


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