sábado, 22 de junio de 2019

Votar o no votar


Entiendo que en una democracia como la española, no perfecta pero con aspiraciones, es obligado éticamente votar en unas elecciones convocadas legalmente.

Pero vistos los chalaneos realizados tras estas últimas elecciones me planteo si  esta obligación ética lo es sólo si es correspondida.

En Badalona (Barcelona), ¡gobierna un partido con tres concejales, en un consistorio  que tiene  veinte y siete! ¿de qué ha servido  la democracia en esa ciudad? De nada.

No importa de que partido se trata en este caso concreto, pues es esa una circunstancia que puede considerarse general.

En ocasiones como esta los retorcimientos de la legalidad y del sentido común son tales, que a ningún ciudadano normal se le podrían haber ocurrido al ir a votar.

Parece que en los partidos se privilegia el "departamento de pactos para fraudes electorales" sobre cualquier otra cosa.

Así, si una mayoría quiere blanco y las componendas post electorales, con la aquiescencia de todos los partidos y sin infringir la literalidad de la ley, pueden conseguir que salga negro, ¿para qué votar?

Me hace gracia el que los mismos que reprochan con tanta virulencia la "democracia orgánica" del franquismo, recurran a sus fundamentos para aplicarlos a la democracia actual española: "da lo mismo lo que quiera el pueblo, que nosotros haremos que salga lo que nos conviene".

En estas circunstancias, ¿no es complicidad con esa gente, ir a votar? Creo que sí.




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