Hoy se cumple la consumación del mandato socialista para deshumanizar España y convertir a sus ciudadanos en vasallos miserables. Hoy se despenaliza en España el aborto, que podrán practicar incluso las jovencitas, sin autorización de los padres.
He hablado en otros lugares sobre ello y no me importa repetirme reiterando mi juicio, aunque el tema está tan hablado que no quiero aburrir.
No hay duda científica de que el feto, desde su concepción, es una vida humana en su integridad. Destruir intencionadamente una vida humana es un asesinato, luego el aborto es un asesinato.
Cualquier ley del aborto es criminal. Ya lo era antes y lo es ahora, con mayores agravantes. No es una cuestión religiosa o doctrinal, es cuestión de sentido común. Y además es un crimen más abyecto por cobarde, al destruir una vida inocente e indefensa y más miserable, por realizarse en connivencia con la misma madre de la víctima. ¡Miserables!
Y es de gentes bien nacidas luchar contra el crimen.
Mientras en España no haya una mayoría de personas bien nacidas, tendrá las leyes que se merece, en las que el pederasta, el prevaricador, el criminal… disfrutan de penas leves mientras sus víctimas arrastran toda su vida la pena de la hija violada o del familiar asesinado. Con el regodeo de los políticos, de uno y otro color, que engordan con la sangre del pueblo español.