lunes, 26 de abril de 2021

Sobre el matrimonio; la fidelidad.

 

Algunas mentes peregrinas piensan que la fidelidad se restringe a no tener trato íntimo con otra persona que no sea el cónyuge.

¡Menuda tontería! La fidelidad es la entrega al otro de forma unívoca en todos los aspectos, tanto físicos como espirituales.

¿Qué eso cuesta? ¡Claro!, pero ese es el aliciente del matrimonio.

Para lo físico de un momento, ¡qué mejor que una profesional!  ¿Pero adonde nos lleva eso; en el mejor de los casos a nada. En  el peor a la adicción y siempre a la animalización.

Con el matrimonio buscamos la elevación como personas sobre los animalitos. Porque para seguir igual es más rentable ser soltero… buey suelto bien se lame.

Todo el mundo entiende la fidelidad que se debe guardar a un amigo.

¿Porqué no la que se debe guardar el cónyuge?  Porque es de otro sexo.

Menuda empanada mental tiene quien contempla la fidelidad para con el amigo y no para con el cónyuge.

¿No se busca a un amigo en la pareja­?

Ser fiel implica perder la independencia, dicen algunos

En absoluto.  Al contrario, ganar en condición humana superando la faceta animal nos hace libres.

Por eso los gobiernos para controlar la sociedad la inundan de basura e ideas antinaturales. Porque la adicción a lo material nos encadena.

La fidelidad implica libertad y armonía, palabras tabú para la economía consumista.


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