viernes, 7 de enero de 2022

Esclavo pringado.

 Narcotizado lector. ¿Te das cuenta del gran negocio qué es el asunto de la covid para quién gobierna el mundo?

 Y ¿Quién gobierna el mundo?  ¡Qué sé yo!

Desde el Egipto de los faraones hasta hoy, la covid ha sido probablemente, el mayor negocio organizado por los humanos apandadores.

La construcción de las pirámides movilizó a medio mundo de entonces. Hoy la pandemia ha movilizado a todo el mundo. Estoy pensando solamente en el aspecto económico, en el negocio que ha supuesto todo este asunto.

La inversión inconmensurable de fondos en vacunas.

El descenso de los salarios a nivel mundial.

La disminución del consumo de las clases medias y bajas, lo que ha supuesto un ayuno y abstinencia forzosos a la población mundial que no pasaba hambruna.

Los de la hambruna, ni te cuento, son los descartados entre los descartados.

Los poderes fácticos están practicando una eutanasia real a la población del planeta por considerarla excesiva.

Tú mismo lector, habrás notado que tu nivel, tu calidad de vida y tus ganas de vivir han disminuido sensiblemente. Lo notas, lo vives.

A esa sensación de no tener un minuto para vivir tu vida, agobiado por el tiempo que destinas a intentar ganarte el sustento, a esa sensación se le llama sensación de esclavitud.

La covid te ha hecho más esclavo. Eres un esclavo de sistema. Literalmente.

Siempre lo has sido, pero hoy, más.

Tu trabajo no es recompensado en su valor por dinero o especies, que serían los servicios públicos (sanidad, seguridad, vivienda...), que te debe ofrecer la sociedad.

A eso se le llama esclavitud

Mientras sigas votando, pagando impuestos, pagando prensa o televisión... alimentando al sistema, serás un esclavo.

Y eso será siempre porque eres carne de cañón y no tienes la valía de enfrentarte al sistema de la única forma que se puede hacer, qué es renunciando a tus comodidades para luchar por tu libertad.

No se trata de quemar contenedores o romper escaparates. Con eso no haces más que dar razones al sistema para que apriete los grilletes de la esclavitud.

Se trata de renunciar a comodidades y hacer lo contrario de lo que te piden.

Si te piden que consumas, ahorra.

Si te piden que uses Internet y todos sus recursos, reduce su utilización al mínimo, por ejemplo, a leer este blog sin anuncios.

A leer prensa digital gratuita ignorando sus anuncios... No soy una enciclopedia pero se me ocurren mil cosas que puedes hacer en este sentido. A ti se te ocurrirá en otras mil.

No gastes dinero, ahorra. En una sociedad de consumo la mayor agresión que puedes hacer es no consumir.

Pero como eso es imposible, redúcelo a consumir el mínimo. Dentro de lo que puedas.

Eso irá bien para tu bolsillo, para tu personalidad y para tu carácter.

 y con esa disciplina, te preparas para el siguiente paso en tu lucha por la libertad.

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