Narcotizado lector. ¿Te das cuenta del gran negocio qué es el asunto de la covid para quién gobierna el mundo?
Y ¿Quién gobierna el mundo? ¡Qué sé yo!
Desde
el Egipto de los faraones hasta hoy, la covid ha sido probablemente, el mayor
negocio organizado por los humanos apandadores.
La construcción
de las pirámides movilizó a medio mundo de entonces. Hoy la pandemia ha
movilizado a todo el mundo. Estoy pensando solamente en el aspecto económico,
en el negocio que ha supuesto todo este asunto.
La
inversión inconmensurable de fondos en vacunas.
El
descenso de los salarios a nivel mundial.
La
disminución del consumo de las clases medias y bajas, lo que ha supuesto un
ayuno y abstinencia forzosos a la población mundial que no pasaba hambruna.
Los
de la hambruna, ni te cuento, son los descartados entre los descartados.
Los
poderes fácticos están practicando una eutanasia real a la población del
planeta por considerarla excesiva.
Tú
mismo lector, habrás notado que tu nivel, tu calidad de vida y tus ganas de
vivir han disminuido sensiblemente. Lo notas, lo vives.
A esa
sensación de no tener un minuto para vivir tu vida, agobiado por el tiempo que
destinas a intentar ganarte el sustento, a esa sensación se le llama sensación
de esclavitud.
La covid te ha hecho más esclavo. Eres un esclavo de sistema. Literalmente.
Siempre lo has sido, pero hoy, más.
Tu trabajo
no es recompensado en su valor por dinero o especies, que serían los servicios públicos
(sanidad, seguridad, vivienda...), que te debe ofrecer la sociedad.
A
eso se le llama esclavitud
Mientras
sigas votando, pagando impuestos, pagando prensa o televisión... alimentando al
sistema, serás un esclavo.
Y
eso será siempre porque eres carne de cañón y no tienes la valía de enfrentarte
al sistema de la única forma que se puede hacer, qué es renunciando a tus
comodidades para luchar por tu libertad.
No
se trata de quemar contenedores o romper escaparates. Con eso no haces más que
dar razones al sistema para que apriete los grilletes de la esclavitud.
Se trata de renunciar a comodidades y hacer lo contrario de lo que te piden.
Si te piden que consumas, ahorra.
Si te piden que uses Internet y todos sus recursos,
reduce su utilización al mínimo, por ejemplo, a leer este blog sin anuncios.
A
leer prensa digital gratuita ignorando sus anuncios... No soy una enciclopedia pero
se me ocurren mil cosas que puedes hacer en este sentido. A ti se te ocurrirá
en otras mil.
No gastes dinero, ahorra. En una sociedad de consumo la mayor agresión que puedes hacer es no consumir.
Pero como eso es imposible, redúcelo a consumir el mínimo. Dentro de lo que puedas.
Eso irá bien para tu bolsillo, para tu personalidad y para tu carácter.
y con
esa disciplina, te preparas para el siguiente paso en tu lucha por la libertad.
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