De nuevo la bandera española estaba cabeza abajo en un acto oficial (esta vez en la cumbre de la OTAN).
Era
una banderita de sobremesa, en la mesa de Sánchez, el presidente español.
Hay
quien dice que podía él mismo haberle dado la vuelta.
Sabemos que no da un palo al agua, ¡pero girar una banderita de juguete!
Sin embargo me pregunto, ¿no sería él quién la volteó?
¿No
fue una gracia que se les ocurrió a los compañeros de logia?
Me
da la impresión de que Sánchez es el tontín, la mascota, de la logia.
Hay
quien dice que se le ve en la cara de panoli que tiene.
Naturalmente, ¡no comparto semejantes malicias!
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