Como deduciréis por lo que escribí antes de las elecciones, no me han sorprendido los resultados.
Me han apenado.
Pero a cada cerdo le llega su san Martín.
Incluso a mí.
Sánchez ha jugado sucio y la derecha ha entrado al trapo:
Ningún medio habla hoy de ese juego sucio.
Por lo menos en rey no ha salido corriendo..., todavía.
Ahora todo depende del napoleoncillo de Waterloo.
¡Mierda!, dirá, como Cambronne.
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