He visto el rey aplaudiendo como una foca (es una
metáfora metafórica), en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París.
Su mujer está a su lado, con una risa de gratis
total y con el puño en alto.
No aplaude.
Solo se parte el pecho, pensando en Dios sabe qué
pensarán, las reinas cachondas.
Y es que quien ha tenido catorce amantes reconocidos
por la prensa, un montón de abortos y parece que todo le sabe a poco, no puede
aplaudir como una foca.
Podría aplaudir como otro animal, pero esas no
aplauden.
Creo.
Nota para los trileros del lenguaje y de las ideas. Esto no va contra la monarquía, es una expresión de disgusto, hacia estos monarcas.
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