Parece que el argumento del mar menor es sólido. Sólo debe parecerlo, pues la opinión está muy dividida en el ámbito en que he debatido el asunto.
Sin embargo hay un lugar común entre los que no van a votar al PP como alternativa al PSOE; afirman que en el PP “hay gente buena”, pero que el partido les ha decepcionado en temas de alcance, por eso buscan partidos que defiendan los valores de la vida y de la ley natural, por lo menos.
Es una solución egoísta, que acalla a la conciencia sin resolver nada ya que el voto es absolutamente estéril. Votando al PP quizás mueran en la próxima legislatura un millón de niños. Votando al PSOE quizás morirán dos o tres millones, como votando al PARTIDO QUE BUENOS SOMOS (PQBS) o al no menos conocido PARTIDO QUE BELLO ES VIVIR (PQBEV)…
Soy persona de suerte, pues al contrario de mis interlocutores no conozco buenas personas del PP. Ni del PSOE, ni del PC… ni de algunos otros partidos… y conozco un buen puñado de políticos. Incluso creo que militar en un partido y ser buena persona es incompatible. Las buenas personas que conozco no son militantes de partido o, si lo son, no lo dicen.
Por eso no tendría prejuicios en votar al PP si con ello obtuviera una mejora para mis semejantes. Si el PSOE y el resto de la izquierda no se hubieran enrolado en su deporte del genocidio, practicando con niños y viejos para ensayar, no me molestaría en jugar a ese juego bastardo de la sociedad española, burdo remedo de la democracia, capitaneado por quien el líder de la izquierda llama, desgraciadamente con fundamento, un “rey muy republicano”.