Leí ayer en una página católica de internet, la referencia crítica a un dibujo sobre la Anunciación en el que el dibujante, hablando por boca de la Virgen María, se preguntaba cómo un Dios sin sexo podía embarazar a una virgen.
Esa viñeta dejaba en evidencia al dibujante. Lo dejaba como un cobarde ignorante y como un grosero.
Grosero, porque hacía referencia a una Señora, que siendo la Madre de Dios o no, se merece, como cualquier señora, una consideración. Ya sé que ese trato no se lleva y que la progresía llama machismo a la educación, pero gracias a Dios no soy de esa escuela. Una vez, paseando en la cabecera de una manifestación socialista, tenía a mi lado al líder organizador y a su esposa. Las mujeres de esta cabecera tenían en la mano una rosa, símbolo del socialismo español, y de repente, la esposa de “el jefe”, una cincuentona de aspecto poco agraciado, gritó: “chicas [sic. ¡todas eran de su quinta!] poneros los capullos en la boca” y entre carcajadas de ellas y ellos, todas se colocaron el tallo de la rosa en la boca, lo que fue afortunado pues durante un ratito dejaron de decir estupideces. Pues bien, incluso a esas señoras yo las trataba de Ud., con el mismo respeto debido a las señoras de verdad.
El dibujante era un cobarde porque se mofaba de una persona venerada por el catolicismo. La historia contemporánea nos ha dejado bien claro cómo son esos iconoclastas que sólo rompen imágenes cristianas y se licuan cuando hablan del mahometismo. Se licuan no por afinidad, sino por miedo a las represalias de decir algo que incomode a un musulmán. Basura que hace méritos para el sistema, ignorando que el sistema les desprecia aún más al verlos como herramienta vil.
Y el dibujante era un ignorante o un malvado, pues cualquier persona que se interese lo más mínimo por el asunto – algo tiene que interesar para criticarlo – sabrá que Jesús fue engendrado, no creado, es decir, ya existía cuando lo concibió la Virgen María. Dios eligió una virgen por los motivos que Él sabrá, pero que yo interpreto que para dejarnos claro que Jesús no era hijo del hombre. Desconozco el detalle del proceso biológico que soportó ese engendramiento – el origen del espermatozoide, si lo hubo - pero me importa bien poco en la certeza de que será un proceso natural – la naturaleza humana de Jesús lo exige – con intervención Divina, en términos que también desconozco, pero en la certeza de que serán absolutamente sobrenaturales, como exige la naturaleza divina de Jesús. De esta forma Jesús es totalmente humano y totalmente divino.
La teología cristiana es diáfana y coherente, bajo el supuesto de que el Jesús de los Evangelios resucitó.
La ciencia aquí, y la Resurrección allá, aclararán a cada uno estos detalles (la aclaración “allá” dependerá de un Juicio previo). En el mientras tanto, la fe de muchos da soporte a esta creencia. Y como esa fe no pone bombas, sino que predica amor al prójimo, quien la critica en términos insultantes es un canalla. Yo no lo hago ni con el socialismo, la filosofía más genocida de la historia de la humanidad, a la que critico siempre con argumentos.