domingo, 12 de marzo de 2023

Más sobre la democracia.

ablaba el otro día, de la opinión de Jano y Prada sobre la democracia.

Y decía que estaba de acuerdo con la opinión, pero que discrepaba en su conclusión.

No quise entrar en ello para no alargarme.

Pero creo que necesita una continuación lo que entonces esbocé.

Esta es la continuación.

Ofrecí una solución ideológica que muchos pueden no comulgar con ella. Muchos ciegos de corazón y otros simplemente ignorantes o fanáticos, que es la secuela de la ignorancia.

Pero no hablé de algo fundamental que puede frenar el proceso de decadencia evidente que sufre España y con lo que estarían de acuerdo todas las ideologías y las personas de buena fe.

Nunca se pueden contar con las personas de mala fe y con los cerriles, pero a la fuerza ahorcan.

Se trata de acabar con la impunidad, cosa con la que todos deben estar de acuerdo pues no hay nada más concluyente y aceptado que el ojo por ojo y diente por diente.

Es una receta milenaria y un poco salvaje, pero eficaz.

Un tal Jesús predicó con éxito contra ella.

La lucha contra la impunidad exige violencia, pues pocos están dispuestos a sufrir las consecuencias de sus errores, especialmente si son poderosos.

Pero afortunadamente, creo que hoy la mayoría estamos de acuerdo en que la violencia legítima es buena, aunque sea violencia.

Y también todos estamos de acuerdo, en que el único estamento de la sociedad autorizado para ejercer la violencia, es un gobierno legalmente constituido.

La solución es sencilla sobre el papel .

Se necesita un líder, que presida un gobierno lícito que, ejerciendo la violencia si es necesario, evite la impunidad.

Si tenemos presente la cantidad de lobbies, cuñados, queridas, sobrinos, pandilleros de corbata, trastornados…, que hay una sociedad tan compleja como la moderna, hay que obrar con paciencia y cautela, no vayan a pagar justos por pecadores.

 El tema es difícil, pero solucionable.

Hay que aplicar la cantidad de violencia necesaria, para vencer esos vínculos irregulares, sean naturales o espurios, que existen entre los miembros de la sociedad.

Se necesita, el líder con valor psicológico y valores morales.

Y un gobierno lícito.

El líder es difícil en esta sociedad aborregada y carente de criterio.

Pero el gobierno lícito depende de una valoración  más técnica.

Un golpe de Estado no es lícito.

Un acceso al poder mediante la corrupción de las votaciones tampoco es lícito.

Es fácil de entender, incluso por un descerebrado, que robar a un tonto, es malo.

El problema radica fundamentalmente en el líder, que normalmente es cuestión de horas, desde que toma el poder hasta que se corrompe.

Si no viene ya, con corrupción enmascarada.

Conseguido el líder y el gobierno, es empezar a andar.

Es un parche a corto plazo.

Es el inicio indispensable, para establecer un sistema en el que la cultura llegue a toda la población.

Dos generaciones, como mínimo.

Una población culta, es ya menos vulnerable.

En el entretanto, hay que acabar, por las buenas, con toda esa basura apandadora, que pulula en el gobierno y sus aledaños.

Y hacer justicia con ellos llevándolos ante los tribunales para que se enfrenten a todo el daño que han hecho.

Y desde luego, privarles de todas las pensiones, premios y prebendas que tiene establecido por defecto el gobierno democrático, para todos los que se han amamantado de la vaca.

Y por descontado, hacer que devuelvan lo obtenido ilegalmente.

Suena fuerte lo amamantar de la vaca, pero en realidad es un término muy suave, porque el ternero no daña a la madre, pero esta sociedad de pordioseros mentales ha destrozado a la madre, en su avidez por el poder y el dinero.

Eso es lo que me faltaba comentar.

Luchar contra la impunidad, utilizando la fuerza legítima que tiene un gobierno legítimo, para mantener la paz y el decoro social.

Me dirás, pero ... ¿y el líder?

El líder aparecerá, siempre parece.

A veces en forma de tirano, pero hoy los tiempos son distintos, porque Internet, el poder del Gran Hermano, puede ser utilizado como arma de bien, en lugar de como arma de mal.


los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas.


Entrada a la que me refiero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario