Con Sánchez gobernando, los españoles no podemos
estar tranquilos.
Pero gobernando o no gobernando, Sánchez tampoco
puede estar tranquilo.
Se ha creado demasiados enemigos dentro y fuera de
España, como para poder dormir a pierna suelta.
Los españoles poderosos a los que ha hecho
daño, quizás sean los menos peligrosos de su panoplia de enemigos.
Así como Teruel existe, Israel también
existe.
No hemos de olvidar, que Sánchez justificó y casi animó la bestial matanza, que Hamas hizo de ciudadanos inocentes en
suelo israelí.
Y tampoco hemos de olvidar a los israelitas
secuestrados por ese grupo terrorista, que viven cada día la tortura de
desconocer, pero imaginar, su destino final.
El que Hamás autor, de esos crímenes, haya
felicitado a Sánchez, no sólo no debe alegrarle, sino que debería aterrarle.
Pero como no tiene dos dedos de frente, quizás
presume y está satisfecho de haber sido felicitado por un grupo
"famoso".
Una persona con su perfil, me parece que no es capaz
de sentir dolor que no sea en su propio cuerpo.
Leí que estaba muy apenado porque a sus hijas las
abucheaban en el colegio, por los abusos de su madre.
Pero no parece estar nada apenado, por los miles de
familias que no llegan a fin de mes o que les expulsan de sus casas porque, con
sus ingresos, no pueden satisfacer necesidades elementales, incluidas las
hipotecas.
Su mujer su hermano y vete a saber cuántos
allegados, nadan en la riqueza, forjada por el trabajo de sus compatriotas.
No confío en los españoles cristianos, que han
olvidado o desconocen el Antiguo Testamento.
Sí confío en los israelitas judíos, que lo tienen presente.
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