Sigo sin seguir.
Sin seguir las noticias de la política española.
Me ponen de mal humor y me desasosiegan.
Pero a menudo me doy un paseo por YouTube.
Y para sacar provecho de esas visitas,
juego a un juego divertido y relajante; procurar que
el resumen semanal de visitas a internet, sea cada vez más reducido.
Algunas semanas gano y otras, no.
Dos vídeos me han llamado la atención:
La declaración del hermano de Pedro Sánchez y la
declaración de un fulano y de una fulana, inspectores de hacienda, sobre un peritaje
judicial a ese individuo.
La conclusión tras escuchar sus declaraciones, es que
el Pedro Sánchez preside una mafia de chulos tabernarios que se saben impunes.
Y les gusta presumir de ello frente a cuarenta
millones de españoles, que están atados de pies y manos por su propia estupidez,
la de los españoles, claro.
La actitud de la banda de Sánchez me recuerda el
dicho castizo; pa chulo yo y pa p*** mi novia.
Todo lo que no sea una cadena perpetua sin revisión,
es poco castigo para esa gentuza.
Porque si no, se gastarán lo que han robado a los
españoles, en cualquier paraíso terrenal.
Pero no nos engañemos eso no ocurrirá.
A los cristianos les queda el consuelo de que irán
al infierno.
Bueno un consuelo relativo, porque como ya he
comentado en otro lugar, Francisco dice que el infierno no existe y que, de
existir, habrá muy poca gente... uno por aquí, otro por allá...