En su día, EEUU no estuvo a la altura de la Historia cuando el episodio de las Torres Gemelas. El mundo esperaba una reacción como la de Roma con Cartago.
Esta noche ha ganado Obama. La elemental izquierda española esta eufórica, como todo ese submundo antiamericano que tanto ruido hace; la mayor potencia del planeta mandada por un negrito zumbón… Zapatero ya se verá de papá chicho dando consejos al negrito americano que le mira arrobado. Es anecdótico. España ya no cuenta en el mundo.
Hace un tiempo escribí aquí sobre ello. Sólo me preocupa que los musulmanes y los chinos vean en Obama al negrito zumbón y tengan que pararles los pies. Por lo demás, me parece que los poderes fácticos americanos han colocado a alguien que les ampare frente a la opinión pública sobre lo que tienen previsto hacer. En España sabemos de eso, pues sólo con un gobierno de izquierdas con un pingo al frente, la población se habría dejado expoliar en sus valores físicos y morales, como ha ocurrido; los poderes fácticos españoles sabían que solo con la izquierda se podría montar el negocio del aborto, o la pantomima del matrimonio homosexual, o la subvención a fondo perdido de los millonarios de la banca.
No irá por ahí la política americana, o no sólo por ahí, pues hay que dar carnaza a la fiera “progre” internacional. Ese país que tantos toman por un hombrón rico y fuerte, pero tonto, es efectivamente rico y fuerte, pero no tonto. Y me resisto a creer que tenga vocación de tonto del pueblo, recibiendo pedradas de medio mundo, que para colmo se beneficia de él. También me resisto a creer que el zarpazo del mal sobre sus carnes en aquel elul terrible, quede impune.
La coherencia suele ser dolorosa. Dios nos coja confesados.