sábado, 17 de agosto de 2019

¿Qué pasa con la hija de mi amigo José?

sta entrada sucede a la titulada "El matrimonio de mi amigo José", que aparece a continuación.

S
i mi amigo José llega por fin a plantearse la separación; ¿que pasa con la hija común? 

Antes de contestar debo señalar que José su esposa y su hija común son para mi personas ajenas, por lo que puedo opinar sin la pasión que aporta el parentesco, aunque también algo aporta la amistad.

Visto con objetividad ese matrimonio con hija es la unidad básica de lo que en antropología se llama familia.

La familia no es un invento ni un convencionalismo social, es una estructura nacida de la genética del ser humano y de los mamíferos superiores. Es una estructura que sirve para sobrevivir el individuo y por lo tanto la especie.

Los mamíferos superiores lo tienen tan claro que ni se lo plantean, Forma parte de su naturaleza.

Pero el hombre, con su capacidad de raciocinio se lo plantea todo, incluso la supervivencia con el suicidio.

El suicidio es la forma rápida, contundente y tosca de acabar con el individuo.

Es imposible acabar con una especie convenciendo a cada individuo para que se suicide.

Pero si una especie nos molesta podemos acabar con ella recurriendo a sistemas en los que el individuo no tenga opinión; puede ser utilizando gas tóxico o creando un odio fratricida entre colectivos para que se enfrenten y se destruyan, sistemas estos que chirrían.


Si queremos  ser más sutiles, podemos recurrir a la puesta en práctica de políticas aparentemente "buenistas" que exterminen a largo o medio plazo sin que el afectado se aperciba de que está siendo suprimido; la lucha contra el sida en África, al tiempo que se promueve la promiscuidad sexual, es un buen ejemplo.

En el Occidente más culto, sofisticado y receloso, macerar a la población con dietas y costumbres insalubres es la forma de llevar las gallinas al gallinero.

La hija de mi amigo José se fastidiará si sus padres se separan, quedará indefensa y desconcertada "genéticamente" y tendrá un patrón de comportamiento que transmitirá a sus hijos, destruyendo el arma genética de supervivencia para la especie humana, que es la familia.

Y con la hija de mi amigo José fastidiada a corto plazo, se fastidiará su sociedad a largo plazo.

Y todo porque dos adultos no han sabido convivir en armonía, absortos en sus propios ombligos.

¡Menuda tropa.



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