miércoles, 9 de marzo de 2022

Guerra mié, 2 mar, 17:34

 Hacer la guerra es más viejo que el andar.

Y su esencia es siempre la misma, darse palos hasta hartarse.

Es decir, su naturaleza es bien elemental y consiste siempre en lo mismo.

Ahora bien, aunque la forma sea algo bárbaro que hace a todas las guerras iguales, el fondo lo cambia todo.

Una guerra puede hacerse para defenderse de alguien que te incordia. Es una guerra en defensa propia.

O bien puede hacerse para quitarle a otro algo que te apetece.

Es una guerra ladrona. El defenderse es normal. Quién entra en esa guerra es una persona normal.

El querer algo que no es tuyo es normal. Y es normal el querer hacerlo tuyo comprándolo o negociándolo. Provocar una guerra parar robar ya no es normal.

Porque el capricho puede provocar un coste muy elevado de vidas humanas y poco hay de persona, en el ladrón que mata para robar.

 En la antigüedad, se le cortaba la mano al ladrón, aunque no matase para robar.

Pero el que va a la guerra no ya para defenderse, ni para adquirir lo que no tiene, sino sólo para saciar su megalomanía, no es que sea un ladrón, es un verdadero chalado y criminal.

Lo es él y quiénes le secundan activamente o desde la retaguardia jaleándolo.

Putin es un chalado megalómano y los comunistas que lo secundan desde la retaguardia, unos sanguinarios cobardes.

Ya me cuadra qué socialistas nacionalistas comunistas y comisionistas del gobierno de España apoyen al criminal de Putin.

Son tal para cual. Mal rayo parta a todos.

Espero que el miserable se encuentre en Ucrania lo que Hitler se encontró en Rusia, o lo que Napoleón se encontró en España, o lo que Johnson se encontró en Vietnam.

Y que luego tribunales internacionales juzguen al miserable que ha provocado la guerra y a sus esbirros que le han jaleado desde el burladero.

A los chiquilicuatres de Podemos; podéis iros todos al gulag.

 

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