lunes, 27 de mayo de 2024

La justicia, la Begoña, los delincuentes normales y los políticos delincuentes.

 

Los juicios, cuando hay un político de por medio, son de tan extremo garantismo, que dan asco, no porque sean asquerosos, que todos van muy bien vestidos y alimentados, sino porque las garantías desbordan el sentido común y la lógica.

Tenemos el caso de la Begoña: Se reúne con empresas que le piden avales, (siendo la mujer del presidente del gobierno), para presentarse a licitaciones públicas.

Esas empresas se presentan y ganan, aunque objetivamente haya otras empresas que tengan mayor puntuación.

Las empresas ganadoras se llevan un dinero que desborda escandalosamente,  su capacidad productiva.

Es decir aunque, sean empresas pequeñas y casi sin inactividad, se les otorgan cantidades desproporcionadas, que sólo serían justificables para grandes empresas, con capacidad productiva enorme.

Y frente a este panorama, resulta que la prensa dice que hay que demostrar que exista delito.

Sí, es cierto, dicen que es una actuación inmoral, pero que se ha de demostrar el delito.

Me imagino un símil con una realidad muy sencilla: Un hombre dispara a otro en plena calle.

Hay quince testigos que están mirando.

Se oye un disparo y el asesinado cae al suelo.

¿Hay delito?

Pues depende.

 Ha habido dos personas, una delante de la otra.

Una con una pistola y otra que cae abatida.

¿Han visto los testigos que el dedo del hombre con la pistola ha apretado el gatillo?

¿Han visto salir la bala de la pistola y entrar en el cuerpo del otro?

No, no lo han podido ver ,porque la vista no da para eso.

Luego lo único que se puede deducir, es que ha habido una sucesión de presuntos hechos en el tiempo, de los que parece deducirse, que un hombre ha matado al otro.

Eso es inmoral y está mal, pero no sabemos quién ha matado al occiso.

Habrá que investigar.

Primero, ver si la pistola se corresponde con la bala.

Segundo, si la pistola es la que es y no se le ha dado cambiazo.

Tercero, si verdaderamente, el matador y el muerto estaban allí y eran verdaderamente los que testigos han visto. Porque están grabados, pero las grabaciones han desaparecido o el juez no las quiere entregar.

Todas esas pesquisas pueden llevar años.

Y al final pueden archivarse, porque algún paso se ha dado fuera de plazo o porque se ha perdido alguna prueba.

Al final, si se prueba algo.

El malo es indultado.

¿Y la familia del muerto?

Que se j***, son gente y además no son del partido.

Eso ocurre, si los protagonistas son políticos.

Si los protagonistas son gente de la calle, gente normal, pues el político es un anormal, sobre todo si está aforado, la causa está clara:

A ha matado a B, hay testigos y se acabó la historia.

Esa es la justicia en España.

Algo no funciona, o funciona mal.

¿No crees?


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