domingo, 20 de septiembre de 2020

Deseo de morir.

Hay personas que lo último que dicen antes de irse a dormir, es que no se quieren despertar. Es un deseo como otro.

Pero por su naturaleza ese deseo no debe decirse en voz alta, pues altera la convivencia.

Si el deseo se formula es como lamentación de alguna pena que te causan, puede comprenderse que se diga en voz alta con la esperaza de que lo oiga quién provoca esa pena y su sentido de la caridad le haga recapacitar su papel de verdugo.

Sin embargo, si la razón de la pena viene de las propias miserias, es una crueldad lamentarse en voz alta, pues lo único que origina es dolor a quien te escucha y es ajeno a esa pena.

En cualquier caso lo razonable es poner los medios para evitarla.

Hasta una disciplina tan rigurosa como la católica tiene medios eficaces y fáciles para romper la convivencia y evitar esos agobios que llevan a desear no despertar.

Pero eso no siempre es fácil, sobre todo para quien vive holgadamente sin compensar lo que recibe. ¿Quién deja el momio de una buena vida segura, por una vida menos segura?

Lector no te quejes por vicio, no sea que tu interlocutor se de por aludido y sea él quien ponga tierra de por medio.

Ahora muchas de esas quejas se achacan a la depresión o a la falta de realización personal.

Antes eran más propias de personas a las que les faltaba un hervor.

Pero siempre han sido la expresión de un profundo egoísmo sazonado con una buena dosis de miseria espiritual. 

viernes, 28 de agosto de 2020

¿Son los españoles inferiores a catalanes o vascos?

 Querido lector. No sé si eres español, pues en este blog entran lectores de diversas nacionalidades.

Si eres español quiero decirte que no has de sentir zozobra porque ignorantes te señalen como una raza inferior a la catalana o vasca. En absoluto.

Primero porque ni catalanes ni vascos son razas. En España hay una sola raza y si me apuras, dos si contamos la gitana como una raza y no como una etnia.

Los catalanes son una población mezcla de muchas poblaciones españolas y llamar a eso raza sólo se le ocurre a algún botarate descerebrado nacionalista feroz.

Hay pocos de esos en Cataluña, pero algunos medios los agrandan, como una lupa a una hormiga.

Los vascos son más; lo mismo que los catalanes pero con la suma de una hibridación genética fruto de la endogamia por aislamiento, hibridación que ha hecho que en ese territorio haya un porcentaje de chulo charcos, alcohólicos y toxicómanos, mayor que en el resto de España (estas estadísticas las vi en la prensa de papel. Por ser muy duras, te recomiendo las corrobores en Internet).

Esa endogamia no les ha traído nunca nada bueno - está muy estudiado - y sí las taras citadas además de una violencia congénita que raya en lo irracional, en lo antropoide.

Naturalmente no son absolutamente todos los vascos, es sólo una cita estadística.

Si eres andaluz quizás tengas una piel algo más oscura que los catalanes o vascos. Será porque tienes más sangre mora.

Pero eso no debe preocuparte. Los moros son como nosotros pero con otra cultura. Eso es muy importante, con una cultura, aunque sea otra.

Si buscas la cultura del Islam te asombrarás de su nivel científico, cultural y artístico.

Sin embargo, si buscas pensadores, artistas, científicos, o personas mundialmente relevantes vascas, te encontrarás con un páramo desde Don Pelayo.

No, españoles. No sois inferiores a otros españoles como los vascos o catalanes, lo que ocurre es que tenéis escrúpulos, ellos no.

jueves, 27 de agosto de 2020

¿Qué me consuela y qué me entristece de esta crisis?

Me consuela que muchos de los muertos, enfermos, arruinados,… habían votado a Podemos y se habían alegrado de la vergonzosa moción de censura nacional-socialista.

 No estaban engañados, eran cómplices, con su voto, de esos canallas. ¡Ahí tenéis lo que queríais!

Me entristece que muchos  de los muertos, enfermos, arruinados,… estuvieran realmente engañados o sean inocentes.

 No hay peor ciego que el que no quiere ver. ¡Mira que está bien claro quienes son los malos y quienes los peores!

miércoles, 26 de agosto de 2020

Socialismo y comunismo, son genocidio y corrupción.

 En un cesto de manzanas, una manzana podrida pudre a todas las demás.

Esto queda patente en la España contemporánea.

Andalucía progresa económica y socialmente dirigida por un gobierno de centro derecha, después de décadas sometido a una estructura feudal mantenida por gobiernos socialistas. El toque del algodón; el club de fútbol Sevilla gana la competición europea.

En Cataluña, sometida por el nacionalismo socialista a un régimen de latrocinio y represión, su club de fútbol insignia, el Barcelona, sufre la humillación de ocho goles en la misma competición europea. Y Messi, el mejor jugador de fútbol del mundo, anuncia que abandona el Barcelona.

Nada bueno sobrevive al paso del socialismo, del comunismo y del nacionalismo, ideologías que han protagonizado los mayores genocidios del s. XX.

España está sumida en una profunda crisis económica, sanitaria y social sin precedentes, de la mano de un gobierno socialista que entronizó en el poder una moción de censura fraudulenta en la que fue decisivo el voto traidor del nacionalismo vasco.

¿Cuál es el futuro inmediato?

Está claro. Pero piensa tú, lector.

La verdad nos hace libres, por eso socialismo y comunismo quieren acaparar donde tienen acceso al poder, la educación, para que la verdad no salga a la luz.

Si quieres saber lo que verdaderamente hay detrás de los socialistas, comunistas y nacionalistas que viven de la democracia, pulsa aquí.

sábado, 25 de julio de 2020

Qué es y qué no es una familia.


Sé lo qué no es una familia: Una familia no es un grumo de gente unido por lazos biológicos. Si me preguntas qué es una familia, entonces me pones en un compromiso.

 Lo que sí puedo decirte es que si en eso que no sé definir, uno de sus componentes es un cenizo, las probabilidades de que esa familia deje de serlo es muy grande en la mayoría de las ocasiones, no siempre.

Veo que cada día se desbaratan más cosas de esas que llamamos familia.

 Los más progres quieren volver a la tribu, para superar ese problema.

 Podría ser una buena idea si no fuera porque la civilización apareció cuando se superó la tribu y parece que se está viniendo al traste cuando se vuelve a reivindicarla.

 En definitiva, parece que la familia es una mezcla de relaciones de sangre y de otras cosas que podemos llamar afectos.

 Mi experiencia es que el mero hecho de formar parte de una familia no te hace mejor o peor. Depende de la familia.

 A mi me gusta la idea de la familia pero me resulta una idea lejana, bien por que no serviré para ella o por que me he tropezado con demasiados cenizos en la búsqueda de esa relación social.

 Lo cierto es que me declaro familiarmente impotente y socialmente incompetente al no haber alcanzado a a formar una familia o ni tan siquiera un grupo de amigos, a lo largo de mi ya dilatada vida.

 Eso sí, nunca he estado sólo pues muchos se han arrimado buscando buena sombra al que era buen árbol. Bueno, he estado acompañado.

 Pero ni el mejor árbol da buena sombra en otoño. Bueno, sí, los pinos, pero sus hojas pican.

En fin, que esto de la familia es algo muy complicado pues depende de demasiados. Es como un parlamento socialista de hoy.


La familia será buena, pero me atrae más la cartuja. Sólo tienes un compañero, pero es de fiar.



El precio de un ciudadano.


Al tiempo que se anuncian fondos europeos para las zonas con más incidencia de la pandemia de Covid-19, Cataluña anuncia un importante rebrote. Más muertos, más dinero.

 Los datos son lo de menos, porque todos son mentira a la vista de la experiencia, lo importante es el símbolo.


No somos ciudadanos, somos ganado con un precio por cabeza.

 

Y les seguís votando.

 


viernes, 10 de julio de 2020

Conquistando la Libertad.

El otro día tuve una nueva crisis que me llevó al hospital. Como no llegué a perder el conocimiento pude coger un taxi y llegar por mis medios a urgencias, donde me esperaban. Todo fue bien. El  trato resultó  afable hasta que me hicieron el TAC, en que pasó a ser un trato maternal; se debieron sorprender al ver que semejante deshecho humano había llegado hasta allí por sus medios.

¿“Viene solo”?, me preguntaron. “Si”.

Hasta ahora me daba vergüenza esta situación, pues, a mi edad, no haber sido capaz de encontrar compañía para una situación así puede interpretarse como un indicio de fracaso personal. Pero esta vez no sólo no me importó, sino que me dio paz.

Ya antes había tenido que llamar a una ambulancia para que me recogieran y valerme por mí mismo para hacer los trámites,… hasta la pérdida del conocimiento, situación en la que ni Rambo puede sentirse culpable de no estar operativo.

Estas situaciones que algunos dramatizan no son sino expresiones de independencia, de libertad. No es despreciar ayudas, al contrario, es asumir la soledad deseando la compañía. Eso fortalece el alma, Lo que es bueno.

Hace ya tiempo hice voto privado de castidad, con la autorización tácita de mi esposa. Al principio fue duro, pero como es algo que no depende de uno, sino del Señor, Él da los medios necesarios para labrar el éxito en la empresa.

Fue un buen inicio para alcanzar la Libertad, pues liberado de ese fuerte lazo con el mundo, la vida va tomando un rumbo que abre nuevos horizontes al alma. Es como un globo aerostático que a medida que sube y disminuye la presión exterior se acelera y asciende hasta lo físicamente aceptable. Pero en este caso, como no afecta la física, la subida puede ser infinita. Bueno, debe ser así, pues yo todavía no he ascendido más que unos pocos metros, que para mi maltrecho espíritu son kilómetros.

No es la misma soledad de las personas de las órdenes contemplativas, que siempre tienen al lado un hermano o una hermana. En estos términos, la soledad de un cabeza de familia numerosa que ha luchado durante una vida por los suyos, es más dura que la soledad de un contemplativo.

Pero hay algo que las iguala y quita aspereza; la compañía del Señor.

La soledad es un gran bien, pero hay que estar preparado para recibirlo. No se corre un maratón sin haber entrenado. No puede recibir el alma una efusión de gracia sin estar preparada.

Aceptar y aprovechar los bienes de la soledad es un paso más, un paso enorme, para la conquista de la Libertad. Pero hay que entrenarse en ese ejercicio.

¿Cómo se entrena? Lo primero soltando amarras.

Una gran amarra es la sensualidad. La castidad es un paso de gigante hacia la Libertad.

A Dios le gusta. ¿Cómo sé que eso gusta a Dios? Porque Él  me lo dice. ¿Cómo me lo dice? ¡Que tontería soltarte una historia que puedes comprobar por ti mismo!

Pídele esa gracia de corazón, apasionadamente, con insistencia, sin desaliento. Y tendrás la respuesta.

¡Ah! debes tener presente el párrafo de la oración que Él nos enseño….”no nos dejes caer en la tentación…”. Es vital para sobrevivir y tirar adelante, tener la mente ocupada en actividades sanas que te adsorban.