lunes, 28 de abril de 2008

Río revuelto

“A río revuelto, ganancia de pescadores”. La cultura popular suele ser muy gráfica y acertada. Los españoles tenemos buen ejemplo de este refrán en episodios históricos recientes.

En 1975 Hassán II, el dictador marroquí, aprovechando la crisis interna española motivada por la grave situación física del general Franco, organizó la “marcha verde” para apropiarse el Sahara Occidental español. La acción se consumó con la ocupación militar marroquí de ese territorio. Hasta hoy.

Más de treinta años después de aquel episodio, la historia se repite. De un lado, el hijo del dictador marroquí apetece los territorios españoles en el Norte de África y las Islas Canarias. De otro lado, la política española está en plena crisis con una economía cayendo en picado, una oposición sospechosamente anulada por una artificial crisis interna y una población tanteada hace cuatro años con un atentado descomunal que manipuló la sociedad española con una asombrosa exactitud.

Además, en esta ocasión, la guinda del pastel es un gobierno socialista del que se filtra que puede haber pactado secretamente con el gobierno marroquí una “derrota preventiva” de los territorios españoles en suelo africano. Esto justificaría el nombramiento de una ministra de defensa de perfil bananero y los planes de desproteger esas ciudades para hacerlas accesibles a una nueva “marcha verde”... Como diría un castizo, “verde y con asas, alcarraza”. Por cierto, la alcarraza es un botijo – barnizado de verde, naturalmente - de tradición musulmana.

Esta serie de acontecimientos podrían llevar a la conclusión, a un observador imparcial, de que el gobierno de España está en una escalada de provocaciones a determinados grupos sociales para provocar un golpe militar. O bien ese observador imparcial podría pensar que el gobierno de España está enredado en un episodio de alta traición en un oscuro intento de destruir la Nación.

Por lo que se refiere a lo primero, sin duda nuestro observador estaría errado, pues el resultado de un golpe militar en la España de hoy, sería la segunda parte de una astracanada del episodio del pasado reciente donde un militar crédulo resultó cabeza de turco. No hemos de olvidar que los intereses de la izquierda y de la derecha en España parece que responden a unas mismas directrices, lo que haría que los conspiradores no pudieran confiar ni en su sombra.

Además, con los antecedentes del atentado de Atocha y su efecto sobre la sociedad española; con la situación del ejército lastrado con ese otro “ejército” paralelo de mandos militares en situación de excedencia pero cobrando su sueldo íntegro, ascendiendo en el escalafón y pudiendo ejercer otra actividad; con un presidente del gobierno – situación única en las democracias occidentales - al mando directo de un cuerpo de ejército de élite… pensar en un golpe de estado es una tontería. Lo deben saber unos y otros.

Alta traición podría ser otra de las conclusiones de nuestro observador imparcial. El actual presidente socialista y el presidente socialista que le precedió, tienen grandes intereses en Marruecos. El actual presidente socialista se fotografió con un mapa de Marruecos con Ceuta y Melilla anexionadas. El entorno del actual presidente es partidario de entregar esas ciudades españolas a Marruecos. El gobierno socialista español tiene pensado desmantelar la defensa de Ceuta, Melilla y Canarias. Canarias sería la baza que equilibraría la negociación, la que tendría pactado dejarse perder Marruecos, con lo que el trapicheo parecería una negociación en la que “todos ganan”.

El gobierno socialista español engorda inexplicablemente con su pasividad una crisis económica que puede acabar sacándonos de la Europa del euro, dejándonos a nuestra suerte. La desbocada política de inmigración del partido socialista ha exasperado al resto de Europa, que nos amenaza con expulsarnos de su zona de seguridad… Todo esto puede llevarnos a ser una burbuja dentro de Europa, semejante a los Balcanes, en la que la impunidad del gobierno socialista sería todavía mayor que la de hoy, si cabe. En semejante situación, Ceuta y Melilla estarían perdidas.

¿Será el próximo paso del gobierno socialista, que reaccionando a esta “incomprensión” europea, sacar a los españoles a la calle con el eslogan “Ellos tienen ONU, nosotros tenemos dos” - como ocurrió cuando el mundo dio la espalda a la España de Franco tras la guerra civil – y dejar la Europa civilizada?

Que nadie se desespere por las especulaciones de ese observador imparcial nacido de la imaginación. Al fin y al cabo, todos saben que tras la ocupación militar, Marruecos no ha tenido más que problemas con el pueblo saharaui – que parecía inofensivo - y hoy ese trozo de desierto sigue dando problemas al hijo del dictador que organizó la “marcha verde”. Nadie olvida tampoco la respuesta del pueblo español a la traición del rey Borbón, que quiso vender España al francés. No hay líder europeo actual tan fuerte como Napoleón, y el gran general enterró su ejército en España, frente a una población de aspecto inofensivo. Sin duda tampoco ha olvidado nadie la traición socialista que llevó a España a una guerra civil, traición que obligó a los responsables a engordar, pero en el exilio, hasta la muerte de viejo de quien los expulsó

Hoy la globalización ha complicado las cosas. Porque antaño, cuando los monarcas o políticos se exilaban, vivían con suficiencia con lo que habían podido robar durante sus años de poder. Pero hoy, que el mundo es tan pequeño, es fácil perseguir a los traidores o a sus familias, cuando las cosas les salen mal y huyen al exilio para vivir de sus cuentas atesoradas en paraísos fiscales, o simplemente cuando se jubilan, empujados por la natural codicia de sus compañeros. Buena prueba de ello son las sentencias a muerte del mundo musulmán contra aquellos que, estén dónde estén, traicionen o atenten contra el Islam. Parece mentira lo atrasados que están, pero lo listos que son esos moros. Y es que el hambre agudiza el ingenio.

La violencia está lamentablemente latente en la naturaleza humana. El gran logro de la civilización es controlarla, aunque sea con tantos zurcidos como los que hay en el mundo. Hoy, gracias a Dios, el umbral de la violencia está muy alto en las sociedades occidentales. Y siendo así, ¿qué motivos pueden llevar a nadie a desencadenar el impredecible proceso de la violencia, que nunca se sabe a quién acabará salpicando?

Publicado en www.aragonliberal.es el 28.04.2008

jueves, 24 de abril de 2008

¿Qué hay de cierto en las religiones? Epílogo.

En mi anterior artículo (“¿Qué hay de cierto en las religiones?”), cuando me refería a Jesús como “Enviado” (mi forma coloquial de referirme la primera vez al Mesías) escribía; “La naturaleza del Mesías, que yo llamo Enviado, no es la que parece. Pero eso lo veremos otro día”. ¿A qué me refería?

El lector que con la mente abierta, objetividad y paciencia haya leído mis dos escritos (“La existencia de Dios” y “¿Qué hay de cierto en las religiones?”) llegará a la única conclusión a la que se puede llegar, es decir, que somos trascendentes, que las religiones son una forma de canalizar ese sentido trascendente del hombre, y que todas las religiones se han mostrado sin fundamento hasta que llegó el cristianismo, que es la única que ha superado las prueba de los hombres y del tiempo y que presenta aspectos desconcertantes dentro de una coherencia histórica y doctrinal asombrosa.

Los argumentos del cristianismo convencen y por eso hay tantos cristianos. Otros muchos no se deciden a tomar posición, pero ven las bondades de esta religión y la respetan y siguen sus criterios generales. Otros la conocen mal o no la conocen.

Los enemigos del cristianismo también ven su coherencia, por lo que para combatirlo deben hacer que el mensaje llegue distorsionado, que no revele esa coherencia. Como cada vez son más los que de buena fe quieren informarse, también para ellos hay su trampa, y es ese el aspecto que motiva estas líneas.

Durante muchos años hubo quienes negaron la realidad histórica de Jesús, la historicidad de los Evangelios,… Yo mismo llegué a leer en los años setenta, en la prensa europea, que unos “científicos” habían “demostrado” que “Jesús” era el nombre de un hongo alucinógeno que usaban un grupo de toxicómanos judíos de la época. Los medios divulgaban esos y otros disparates como si fueran datos ciertos. Pero desde hace dos mil años, la ciencia ha ido descubriendo cada día más información que avala los relatos sobre la vida de Jesús, hasta hoy en que todos los historiadores y científicos serios, en todo el mundo, han dejado en evidencia que Jesús existió y que el Nuevo Testamento es un documento histórico sólido. Todos los documentos históricos que han ido apareciendo en estos dos mil años, relacionados con la época de Jesús, encajan perfectamente en el argumento del Nuevo Testamento. Esto dejaba sin armas a los enemigos de la doctrina cristiana.

Para eludir el concepto trascendente de Dios ante la evidencia del cristianismo, el materialismo arguyó el siglo pasado que Jesús existió y era efectivamente alguien excepcional. Tan excepcional que fue un extraterrestre enviado a la Tierra con algún fin. Eso explica sus milagros (medicina avanzada), su resurrección (clonación u otra técnica aún desconocida por nosotros) y la ascensión al cielo en presencia de testigos (vuelta al vehículo que lo trajo, para volver a su planeta). Esto se basa en que Jesús dice que es un enviado y llama Padre a quién le envió.

Parece que todo cuadra, pero está basado en datos que no fueron. Para el cristianismo Jesús no es un mero emisario, sino que es Dios. Pretender otra cosa de los textos cristianos es analizarlos con una mente menguada o malintencionada. Dios envió a su hijo para redimir al mundo, dicen los cristianos basándose en los Evangelios. Pero Jesús, al mismo tiempo que habla del Padre como de alguien ajeno, deja claro que Él y el Padre son una misma persona. Y para hacerlo más complicado, aparece en los textos el Espíritu Santo - que se representa en forma de paloma o de lengua de fuego - que es enviado por Dios, pero es también es Dios.

Es decir, los cristianos tienen presente que Jesús fue el Mesías y es Dios. Y también lo es el Espíritu Santo. Es una estructura compleja pues nuestra mente no puede entender como tres pueden ser uno, pero así lo dicen claramente los textos históricos cristianos, que están convalidados con los sorprendentes hechos del cristianismo que comentamos en artículo “¿Qué hay de cierto en las religiones?”.

No sabiendo cómo interpretar esta circunstancia de tres Personas en un solo Dios, los teólogos cristianos llamaron a este absurdo lógico el “misterio de la Santísima Trinidad”. Es algo que encaja perfectamente en la coherente estructura del cristianismo, pero que no sabemos interpretar. Otro incomprensible perfeccionismo del cristianismo.

He intentado aclarar el punto que dejé en el aire. Mi conclusión a todo esto es que el cristianismo es una apasionante historia en la que enredarse y que puede uno no ser cristiano, pero no cabe duda de que el cristianismo da que pensar.

La miseria de la riqueza

Pasaba ayer por delante de un hotel de cinco estrellas. Es ésta una categoría de hotel caro, incluso de lujo. En la puerta, a modo de ordenanza para recibir a los clientes, había un joven de aspecto norteafricano, con pelo hirsuto, uniforme viejo y aspecto cansado. En un parterre de delante de la entrada, con ornamentación vegetal y gravilla decorativa, una joven con uniforme de servicio de habitaciones, arrancaba malas hierbas con la mano desnuda y sin cubrir la cabeza, a pesar de que hacía un sol de justicia.

Quizás una sola de estas escenas no me hubiera llamado la atención, pero las dos, frente a la misma puerta de un hotel de lujo, me hicieron meditar.

¿Qué malhadada idea de sociedad nos ha impuesto este socialismo bastardo que gobierna España? ¿Cómo puede ser tan cutre ese capitalismo socialista?

A un fulano que invierte en semejante negocio, ¿no le llega el dinero para un uniforme planchado, unos guantes y un sombrero? Sí que le llega el dinero, pero al parecer no le vale la pena despilfarrarlo en factor humano. Porque para él, el trabajador carece de dignidad.

Quizás sea mucho pretender apelar a la ética y a la justicia social. Pero al menos, es de libro que el trabajador contento rinde más. También lo es que la imagen hace negocio. Son lecciones que los ricos inteligentes tienen bien aprendidas. Pero muchos – no todos - de nuestros ricos no son inteligentes sino “listos”, son ricos del pelotazo. España es el país europeo con mayor porcentaje de ricos, pero estamos a la cola de las economías europeas. Puede el lector meditar sobre esta contradicción y acabará entendiendo como un hotel de cinco estrechas puede dar como primera imagen a sus clientes, a un joven desaliñado y aburrido y a una moza postrada bajo un sol de justicia.

No es malo ser rico, sólo es peligroso. No es malo si el camino ha sido recto. Es peligroso si el medio, la riqueza, se transforma en el fin.

Publicado en aragonliberal.es el 25.04.2008

miércoles, 16 de abril de 2008

Los esclavos de la Iglesia

Ayer recibí un correo electrónico de una persona cercana. Entre otras cosas, me decía; “…¿Has leído en el Avui de hoy en la p. 26 el artículo de Melcior Comes? Afirma claramente que desea que vuelvan los leones de los tiempos de Nerón… Es triste pero estos artículos, uno, otro y otro, son los que a la larga, como pasó en la guerra civil, fomentan las enemistades, los odios y al final las guerras.”

No había leído el artículo del periódico en catalán subvencionado por la Generalidad de Cataluña, un gobierno nacionalista y socialista del mismo corte que el celebérrimo partido nazi alemán. Pero lo leí al despertarme el interés el comentario del remitente del corrreo. Mientras que leía no daba crédito a lo que tenía delante. El artículo destilaba bilis y demagogia, al más puro estilo panfletario de los propagandistas nazis. Veía en el autor el paradigma del comisario de las SS haciendo inventario, tras una sonrisa de satisfacción, de los judíos gaseados aquel día, o del miliciano de la guerra civil española, haciendo turno para torturar a la monja. No digo que ese tal Comes fuera uno de ellos, pues aunque lo quisiera – que no creo sea el caso aunque lo parezca - no puede ser protagonista de hechos tan lejanos, sino que yo me lo imagino, por lo que leía.

Impresionado por lo que he comentado e invadido del natural escándalo, le contestaba a mi interlocutor:

“…Ese Comes es uno de aquellos, hoy. Los católicos que murieron asesinados lo hicieron a manos de alguien, a manos de personas cargadas de odio como ese fulano. El perfil es el mismo; él odia a los cristianos pero quiere que otro le haga el trabajo sucio. Luego, en la impunidad y establecido el caos, ya pasará a la acción personalmente.

No es difícil revolcar los argumentos de esos miserables, pues el odio y la incultura les ciegan. Ese artículo en concreto me parece panfletario, pero está escrito desde el poder y el autor sabe que todos los medios son de su cuerda, lo que significa que siempre quedará sin réplica. La impunidad del crimen que comentaba líneas atrás…”

No sé si Comes quería despertar esos sentimientos en el lector, pero conmigo lo consiguió, para mi pena.

Hasta aquí lo que sentí cuando leí tanta miseria. Pero la forma de decir las cosas es algo muy personal. Yo mismo he sido duro en las líneas que preceden, aunque la dureza no es la miseria. Fui entonces más allá de las mezquinas formas, para entrar en el fondo.

Esto es lo que dice Comes: “La Iglesia católica alemana acaba de hacer público que durante los años de la Segunda Guerra Mundial tuvo como esclavos a 6.000 hombres y mujeres, la mayoría polacos y rusos. El cardenal Lehmann ha reconocido un documento de más de 700 páginas que recoge este hecho vergonzoso… Las víctimas eran deportadas de estos países o eran prisioneros de guerra, y se les hacía hacer de todo, desde cultivar la tierra y reparar templos hasta enterrar a los muertos en los cementerios cristianos. Un detalle más que pone evidencia el lugar lamentable que siempre acaba ocupando la Iglesia católica” Estas y otras circunstancias, en el mismo tono demagógico e indocumentado, hacen que Comes “…cada vez añore más a los leones, a Trajano y Domiciano y hasta a Nerón corriendo loco entre llamas bajo el cielo de Roma”.

Lo primero que me llamó la atención es que fuera un documento de la propia Iglesia católica. Entré en internet para buscar el documento y ¡nueva sorpresa! el tal Comes ni cita a la iglesia protestante alemana, sino que se queda con la católica. No creo que sea mala fe, sino simple ignorancia.

Transcribo textos del mismo asunto, de varias páginas de noticias, elegidas al azar:

“…Es la primera vez que la Iglesia católica alemana ofrece un estudio pormenorizado, en 700 páginas, sobre la situación de los trabajadores esclavos y de prisioneros de guerra entre 1939 y 1945, que fueron obligados a realizar diversas labores en distintas organizaciones dependientes de la Iglesia… Para el estudio se indagaron, desde el año 2000, múltiples archivos de la iglesia que se encontraban en hospitales, casas parroquiales, asilos de ancianos y de huérfanos y otras dependencias católicas.”

“…el uso de trabajadores forzosos por parte de la Iglesia Católica no fue uniforme ni cubrió todo el territorio alemán y que ni tan siquiera puede considerarse una regla, toda vez que la propia Iglesia se veía acosada y perseguida por el nazismo….”

“…en ese sentido recordó que Heinrich Himmler, el jefe de las temidas SS hitlerianas, ordenó entre 1940 y 1942 confiscar sin indemnización alguna, más de 300 conventos e instituciones religiosas. Más de 10.000 frailes y monjas perdieron esos años sus abadías y conventos y hasta 1943 fueron más de 3.400 los objetos inmobiliarios eclesiásticos que el nazismo confiscó para fines bélicos…”

“…En todo caso, Karl Lehmann, máximo prelado de la Iglesia Católica alemana hasta mediados de febrero y cardenal de Mainz, quiso dejar claro durante la presentación del informe que el número de trabajadores forzados a cargo de la Iglesia fue sólo una fracción de los alrededor de 13 millones de personas que los nazis obligaron a que trabajaran para su régimen, y sus condiciones no eran tan malas ya que no se empleó, como en otros casos, el programa de «aniquilación a través del trabajo»….”¡Caramba Comes!, siendo muy parecido en las palabras, ¡qué distinto es esto a como usted lo plantea! Y si el lector sigue leyendo, verá que esta distancia se hace abismal. Qué razón tenía Don Jacinto al poner en boca de una de sus personajes la observación de la importancia de una letra, hasta el punto de que no es lo mismo decir “aquí descansa el ánima de Pérez”, que decir “aquí descansa el animal de Pérez” ¡La eficacia de una letra!

Por lo pronto, el estudio es una iniciativa de la Iglesia católica alemana, la protagonista del atropello. Y eso le parece a usted mal. Y no le parece mal que el gobierno que le paga a usted a través del diario Avui, se niegue a estudiar la fosas comunes de miles de asesinados por los socialistas y nacionalistas en la guerra civil.

Veamos ahora el escenario; Una nación en guerra, con una Iglesia perseguida y expoliada por el gobierno nazi, en un ambiente en el que recibir un tiro en la nuca o ser gaseado era poco menos que algo a la orden del día. Eso no es la retaguardia de la guerra civil española, en la que grupos de milicianos, muchos de ellos convictos de delitos comunes, se paseaban expoliando casas de católicos o “derechistas”, en absoluta impunidad, y dándoles “el paseo”. ¿Eso es lo que usted añora, Comes, con la metáfora de Nerón? El gobierno nacional socialista que le paga a usted, ya ha dejado claro explícitamente que sí añora esa época.

Tenemos también un protagonista; una parte de la Iglesia católica alemana. No la Iglesia católica, sino una parte de esa Iglesia católica universal, concretamente algunas instituciones de una nación sangrante. ¿Entiende usted, Comes, lo del todo y la parte? No, no es filosofía; se aprendía con Epi y Blas.

El otro protagonista son los prisioneros de guerra y el personal civil obligados a trabajar. En los prisioneros de guerra lo autorizan los acuerdos de Ginebra (concretamente el “Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra (Convenio III)”), aunque a cambio de un jornal (“Artículo 62, Los prisioneros de guerra recibirán, directamente de las autoridades detenedoras, una indemnización equitativa por su trabajo, cuyo importe determinarán dichas autoridades, pero que nunca podrá ser inferior a un cuarto de franco suizo por jornada entera de trabajo…”). La población civil no puede ser molestada sin motivo. Estos protagonistas fueron, por parte de la Iglesia católica, el 0,05 por ciento de los prisioneros y civiles en esa situación en Alemania.

Los trabajos que efectuaban no eran “de todo”, como Comes desde la mala intención y la ignorancia nos quiere confundir, sino tareas domésticas o agrícolas, como autorizan los referidos acuerdos de Ginebra (“Artículo 50. Aparte de los trabajos relacionados con la administración, el acondicionamiento o la conservación de su campamento, los prisioneros de guerra no podrán ser obligados a trabajos que no sean de las categorías a continuación enumeradas: a) agricultura… c) transportes y manutención cuyas índole y finalidad no sean militares… e) servicios domésticos; f) servicios públicos cuyas índole y finalidad no sean militares...”)

El uso de “esclavos” es una práctica tan normal como injusta en situaciones de guerra, pero resulta injustificable en instituciones católicas, aunque sea en una sola. Hacer de la Iglesia católica cabeza de turco de esa práctica es una opción torpe, sobre todo cuando viene de un mohecin como Comes, instrumento de un gobierno de la España de hoy, en la que miles de obreros alargan sus jornadas sin cobrar las horas extras, por temor a represalias de la patronal, olvidados de los sindicatos que pastan de la subvención, y olvidados de los inspectores de trabajo, que pastan del presupuesto y de los sobornos. ¿Le añado, Comes, la explotación de inmigrantes permitida por el gobierno que le paga a usted, a través del Avui? Eso, Comes, también es esclavitud, pero sin la justificación de un estado de guerra. Sin duda no será su caso.

¿Cuál es el motivo por el que la Iglesia católica alemana ha realizado este trabajo histórico? Comes no nos lo dice… será que no aparece en las noticias y por eso no se lo explica a sus lectores.

¡Pero no! Ese Comes o es medio ciego (en el sentido de que ve lo que quiere), o es un manipulador.

“…En un nuevo gesto destinado a subsanar los pecados cometidos durante el régimen nazi, la Iglesia católica dio a conocer ayer el resultado de una larga y extensa investigación destinada a esclarecer uno de los capítulos más oscuros de la institución religiosa: el uso de los llamados trabajadores esclavos…”

“…La obra es un "importante pilar en el camino de la labor de reconciliación dirigida también al futuro", dijo Lehmann…”

“…Lehmann destacó que, hasta el final de la búsqueda activa de antiguos trabajadores forzosos al servicio de la Iglesia Católica al término de 2004, fueron localizadas 587 personas en el extranjero, a las que se indemnizó con 1,5 millones de euros. Así mismo declaró que de los fondos de reconciliación de la iglesia han sido destinados hasta ahora 2.71 millones de euros a financiar proyectos de ayuda en los países de origen de los trabajadores forzosos y subrayó en ese sentido la labor de organizaciones como el movimiento Pax Christi, la Obra Maximiliam Kolbe y la Acción Signo de Penitencia. Lehmann afirmó, sin embargo, que "los resultados de los estudios históricos sobre los trabajadores forzosos no nos permiten hacer borrón y cuenta nueva pese al éxito de las labores de indemnización de reconciliación"...”

Es decir, que el Comes nos omite que la Iglesia ha elaborado este documento para pedir perdón por su error, para indemnizar a los trabajadores forzados y ayudar en inversiones sociales a los países de origen de esas personas, en homenaje a los que ya hayan podido en este tiempo. ¿Y eso le da tanto asco a Comes? Quizás porque el gobierno que le paga a través del diario Avui no sólo no pide perdón, sino que añora en el parlamento y a través de voceras como usted, aquellos años de terror genocida contra inocentes, por el único delito de ser católicos.

Por cierto, Comes, lo de Nerón corriendo loco entre llamas es una fantasía suya… ¡a saber lo que estaba usted pensando cuando narraba con tanto lirismo el paroxismo genocida de su añorado dictador! Nerón tenía problemas por su nefasta gestión y buscó un cabeza de turco para distraer al populacho, y los cristianos era lo que tenía más a mano, y además eran pacifistas y no corría riesgos de rebeliones... Dice usted que cada vez lo añora más, es decir, que siempre lo ha añorado, pero ahora más que ayer pero menos que mañana… Cuando llegue la fantasía, ¿que preferirá? ¿mujeres o niños? Hombres ya sé que no, no sea que se les escape un tortazo y le den, no por otra cosa. ¿Y preferirá que se los coman los leones en un divertido espectáculo, o quemarlos vivos?

lunes, 14 de abril de 2008

¿Qué hay de cierto en las religiones?

Ayer me telefoneaba una persona a la que presto mi colaboración en algunas cuestiones puntuales. Al descolgar, sin dejarme hablar se presentó y me dijo:

- Estoy asustada. ¿Qué es lo que pasa?

Reconocí enseguida la voz, pero me sorprendió la pregunta:

- ¿Quién te ha asustado? – le pregunté solícito - Por lo demás, que yo sepa no pasa nada.
- Es que he recibido un correo electrónico tuyo muy largo.
- ¿Y lo has leído?
- No, pero cuando lo he visto tan largo he pensado ¡aquí pasa algo! ¡Tengo que llamar y resolverlo de palabra!

Efectivamente. Había habido un malentendido y le escribí un correo “extenso” – diez líneas – en el que dejaba perfectamente planteado y resuelto el asunto, que no tenía más allá. Sólo había que leer diez líneas.

Este preámbulo viene a que la anécdota ocurrió cuando empezaba a escribir estos párrafos. La anécdota me recordó que estas líneas van a ser de poco provecho a terceros, porque muchos las desconocerán. De los que las conozcan pocos las leerán. De los que las lean, los más disentirán sin entenderlas y los que ni tan siquiera disientan, las ignorarán, quizás por cabezonería.

Pero con todo, sigo.

En “La existencia de dios” escribía dios con minúscula, porque me estaba refiriendo a una idea innata en los hombres, sin mayor definición. No había pues mala intención ni afán de molestar a cualquier creyente. Si alguien lo interpretó así, es que actuó como la persona del teléfono que comento arriba.

Partimos hoy de que la conciencia de la existencia de dios – entendido este dios como algo trascendente – está impresa en nuestro ser. Creo que cualquier mente objetiva llegaría a mis mismas conclusiones siguiendo la lectura del artículo que he citado.

La pregunta que nos hacemos hoy tiene más enjundia, pues no es parte de nuestra intuición, sino que requiere otros elementos; ¿las religiones son meras fantasías creadas para acallar ese deseo de trascendencia?

La historia nos ha enseñado que a lo largo de la historia cada cultura ha creado sus propios dioses, en la búsqueda de llenar esa necesidad de trascendencia. En general, eso no ha sido malo, pues la creencia de seres superiores que vigilan a los hombres ha sido un freno a excesos. No es una norma, pues las culturas precolombinas, por ejemplo, con la justificación de sus dioses, inmolaban a millares de semejantes en ceremonias macabras. En el caso del lejano Oriente, el valor de la vida es muy distinto al nuestro y eso ha generado unas filosofías que no están basadas en el valor intrínseco y trascendente del ser humano y más que religiones son compendios de normas sanas y buenas que están a la espera de un “algo” que les de sentido pleno.

Todas esas religiones hechas a medida de los pueblos a los que han sido útiles, en general se han acabado junto con las culturas que las crearon y no han trascendido más allá de sus fronteras.

De entre las culturas antiguas, siempre me sorprendió que la cultura de los faraones quedara en nada. Esa cultura y su religión duraron cerca de tres mil años, a primera vista más que la cultura cristiana en la que vivimos. Pero cuando conocí un poco más de cerca el mundo de los faraones, puede ver que el microcosmo egipcio existió en un mundo cerrado, en un territorio sin atractivo para forasteros, en un espacio inaccesible rodeado de desiertos, montañas y mar. Y que en esos tres mil años, que a “grosso modo” agrupamos con la denominación del “Egipto de los faraones”, hubo fracturas culturales que hacen perder la unidad que aparenta. No es propio pensar en una sola religión que se mantuviera inmutable durante tres mil años. La clave de la supervivencia de la cultura de los faraones, es la misma que la de la supervivencia del ornitorrinco; el aislamiento.

Otro mundo que me llamó la atención fue el oriental, que sí ha llegado a nuestros días. Buda y Confucio son dos personajes que me inspiran respeto y admiración, pero su lectura nos explica el hecho de que se consideren hoy como dos filósofos, más que como dos líderes religiosos. A pesar de que hoy se llame a sus filosofías “religiones”, no fue la intención de esos filósofos crear religiones, sino enseñar a pensar y comportarse. Me gusta repasar sus pensamientos, que están escritos con la delicadeza y profundidad de lo oriental, y meditar sobre ellos, aunque no pretendan hilvanar una religión, sino aconsejar una forma de ir por la vida, acorde con la moral natural.

Falta de coherencia interna y con el mundo; precariedad en el tiempo y en el espacio; y sometimiento a la cultura del momento en que discurrieron, son tres factores comunes a las religiones que han pasado y se han perdido. No han superado las pruebas de solidez que les han impuesto el tiempo y las circunstancias y han sucumbido, si bien ejerciendo su papel balsámico en las almas de muchos hombres que creyeron con verdadera fe en los dioses que su cultura les ofrecía. Esa ha sido la historia de las religiones. ¿De todas? No de todas. Cuando hace alrededor de dos mil quinientos años, el lejano oriente nos regalaba con aquellos dos grandes pensadores, hacía ya otros mil quinientos que estaba echando raíces, en oriente medio, el germen de una gran religión, el cristianismo.

Si con la misma honradez intelectual con la que llegamos a la existencia de un ser trascendente, nos aplicamos a analizar las religiones, nos chocará encontrarnos con el cristianismo.

El cristianismo, al contrario de lo que muchos creen, no partió de cero con la aparición de Jesucristo en la historia. Jesús de Nazaret fue y es para los cristianos, el Enviado que Dios venía prometiendo desde hacía dos mil años, una historia que empieza con Abraham. Es decir, el Dios que hoy adoran los cristianos es el Ywhw que hace cuatro mil años eligió al pueblo judío como seno de su venida a la tierra. Por una serie de circunstancias positivas, como por ejemplo no realizar sacrificios humanos, los judíos se distinguían del resto de culturas contemporáneas y quizás eso fue la causa de su elección. La naturaleza del Mesías, que yo llamo Enviado, no es la que parece. Pero eso lo veremos otro día.

Yhwh pactó con los judíos su protección divina si el pueblo judío se comprometía a seguir los diez mandamientos que entregó a Moisés. Este pacto estaría vigente durante dos mil años, hasta el año cero de nuestra era, en el que para los judíos de entonces y los cristianos de hoy, llegó en Mesías prometido, que debía llevar al pueblo judío a la supremacía y gloria material y espiritual. O así lo interpretaron los protagonistas judíos durante esos dos mil años.

Lo que conocemos como Antiguo Testamento, narra este pacto entre Yhwh y el pueblo judío, una relación de acontecimientos sorprendentes, profecías misteriosas y verdaderos sucesos sin explicación humana, en buena parte sustentados por hechos históricos.

Toda esta historia nos puede parecer pura fantasía, si no fuera porque es un verdadero milagro que el pueblo judío sobreviviera dos mil años de la forma que lo hizo. Los tres mil años de los faraones son una filfa comparados con la procelosa vida de las tribus judías a lo largo de esos dos milenios. No digo al lector que se repase el Antiguo Testamento, pues puede desfallecer en el intento, pero hay muchos lugares serios dónde podrá encontrar lecturas seleccionadas o, si es más perezoso, buenas películas sobre el tema.

La religión monoteísta judía podía haber sido una más - aunque singular por su duración y capacidad de supervivencia en medio hostil - de la larga serie de religiones que han pasado por la historia del hombre. Pero no fue así y además, tras dos mil años de andadura no sólo no desapareció sino que se manifestó de una manera sorprendente, continuando otros dos mil años, hasta nuestros días, con la misma vitalidad que el primer día y sin alterar un ápice su contenido esencial, a pesar de que convivirá con los mayores cambios que ha conocido la historia del hombre.

Estas circunstancias deberían dar que pensar al lector objetivo, al margen de sus creencias. Me sorprende la frivolidad con que muchos hablan del cristianismo, actitud que sólo puedo entender por fanatismo en alguna otra creencia o en ninguna o por ignorancia.

Con ser mucho, lo que hemos comentado es sólo un punto de los muchos llamativos que rodean al cristianismo. Las enseñanzas del Enviado de Dios sorprenden por desconcertantes. Hoy, tras dos mil años de cultura cristiana, vemos normal que podamos hablar a una mujer sin que nos de reparo por considerarla un ser inferior. Pero hasta Jesús, eso era lo normal, no dirigirse a una mujer por impura. En muchas culturas, era normal considerarlas poco menos que objetos. Por descontado los niños eran poco menos que nada, los tullidos basura, los pobres miserables, los extranjeros sospechosos y los enemigos, enemigos. Jesús plantea un nuevo reino en el que serán privilegiados las mujeres, los niños, los tullidos, los pobres, los extranjeros todos.

Ni sus mismos adeptos le acababan de entender y, a veces, incluso se escandalizaban de sus actos, como cuando hablaba con mujeres o con no judíos. Algo les arrastraba detrás de Jesucristo, aunque no le entendían. Probablemente sus discípulos no se deberían plantear eso como un problema, pues en general eran de extracción tan humilde que no entenderían mucho de lo que les rodeaba.

A estas alturas, el lector ya habrá deparado en otro hecho chocante; los discípulos de Jesús eran una corte de obreros sin cualificar, ignorantes. Ese era el séquito del Hijo de Dios. ¡Menudos mimbres!

Más situaciones desconcertantes. El Mesías debía ser un gran líder. En la antigüedad tenían claro lo que eso era. Y Jesús, el líder prometido, había nacido en un ambiente paupérrimo - literalmente en un establo -, de una familia obrera – el padre era carpintero, un oficio digno pero pobre -, su primer reconocimiento es de pastores – un oficio indigno y pobre –, su vida está cuajada de sufrimientos – llega a sudar sangre por la angustia - y sufre una muerte de lo más indigno que se consideraba en su cultura. Esto que hoy podemos entender porque lo tenemos muy oído, en su momento fue desconcertante, hasta el punto de que fue tratado con desprecio por propios hermanos de raza, que esperaban un Mesías deslumbrante.

Es un buen ejercicio intentar colocarse en la mente de los contemporáneos de Jesús y ver como reaccionaríamos ante la noticia de que un hombre pobre, en un territorio marginal, es seguido por un grupo de poco menos que indigentes y está predicando que las mujeres son iguales a los hombres, que hay que respetar a los niños y ¡amar a los enemigos! Creo que yo pensaría que se trataba de un chalado. Es lo que pensaban la mayoría de los coetáneos de Jesús.

Hasta tal punto era un planteamiento absurdo el de aquel hombre, que uno de los grandes pensadores de la humanidad, Nietsche, argumentó de forma aplastante la imposibilidad de que sobreviviera una religión que predicaba amar a los enemigos y dejarse matar antes que renunciar a las creencias. Y en principio tenía razón, salvo por el hecho de que Nietsche argumentaba así tras mil novecientos años de supervivencia de esa religión que, según su aplastante teoría, no debería haber sobrevivido a su líder. Por si fuera poco tras muchos años de su muerte, la de Nietsche, esa religión “absurda” volvería a revivir sus “absurdos” orígenes inmolando miles de mártires en una persecución como no la había visto el cristianismo desde hacía dos mil años, la persecución comunista en España. Y el cristianismo seguiría inmutable, como hasta hoy.

Para cualquier observador imparcial, todos estos son hechos desconcertantes que le deben hacer pensar. No es necesario ser cristiano para no quedar asombrado por semejante trayectoria de una religión que ha vencido al tiempo y a la sociedad, en una serie de acontecimientos que pueden documentarse históricamente.

Otro de los hechos sorprendentes del cristianismo es su supervivencia a los propios cristianos. La Iglesia Católica es, por la tradición, la que sigue la línea de gobierno establecida por el propio Jesús. Mucho se ha fabulado de la Iglesia, de los papas, de los sacerdotes y de los cristianos “de a pie”. Pero no cabe duda de que no siempre la virtud a ganado la batalla en el seno de la Iglesia Católica. Y no han sido pocos los papas que han resultado verdaderos elementos indeseables. Dada la estructura piramidal de la Iglesia en la que el papa es su líder máximo y absoluto, con capacidad de no poder equivocarse cuando habla inspirado por Dios, es verdaderamente sorprendente que la doctrina católica haya permanecido inmutable durante dos mil años.

Esto debe dar que pensar, pues no hay ni ha habido institución humana en la historia del hombre que se haya mantenido incólume ante la presión de los hombres y sus pasiones. La Iglesia Católica, por cuya jerarquía máxima han pasado desde hombres santos a lo más lastimoso de los hombres, ha mantenido la doctrina y cuando la humanidad, tras dos mil años de una cierta estabilidad espiritual, se decide a una inflexión hacia el materialismo más crudo, aparecen en la Iglesia, consecutivos, dos hombres de semejante talla que incluso los más distanciados del cristianismo no pueden menos que admirar su calidad humana y espiritual. Sorpresa tras sorpresa.

Todos estos puntos son detalles para meditar y desconcertarnos. Insisto en que no es necesario ser cristiano para desconcertarse.

Pero todo lo visto, con ser todo esto mucho, no es nada si tenemos en cuenta la esencia de esta religión que desafía al hombre y, lo que es más sorprendente, al tiempo. Porque la esencia de toda esta historia es que Jesús, el líder del cristianismo muerto de forma ignominiosa, resucitó. Sí, resucitó, o al menos eso es lo que creen los cristianos. Esa es la clave del cristianismo.

Todo sería fácil si esa resurrección estuviera documentada históricamente. Pero no lo está. Es el único punto de toda esta larga historia de hechos sorprendentes que no está documentado, salvo por testimonios de los suyos. Dado que nunca ningún hombre hasta entonces había resucitado, es razonable dudar sobre la resurrección de Jesús, que sí está documentado que murió crucificado.

Pero también aquí surgen circunstancias sorprendentes. El grupo de seguidores de Jesús, incultos, miedosos, cobardes y paupérrimos, huye despavorido cuando este muere, por temor a las represalias de los enemigos de su Maestro. Y se esconden en la penumbra durante semanas. Pero un día, aparecen en público valientes como jabatos, con una magnífica retórica, sembrados de argumentos. ¿La razón?, dicen que Jesús resucitado se les ha aparecido, les ha hablado y lo han visto subir al cielo. Y ese grupo de discípulos que hacía unos días eran un desastre, llevan las doctrinas de su Maestro hasta dos mil años después, por todo el planeta y a contrapelo de personas y persecuciones. También esto da que pensar.

Cuatro mil años de acontecimientos coherentes dan que pensar. Ese ser trascendente, al que nuestros cerebros no pueden ni imaginar, decide darse a conocer por circunstancias que nos sobrepasan. Elige a una cultura distinta a las de su entrono - no la más adelantada, quizás la menos “contaminada”, lo que es otro dato a meditar - de un determinado momento histórico y siembra la expectativa de la venida de un Mesías. Pero el hombre es limitado, y concibe un perfil de Mesías a su medida. Pero el aparece no responde a lo que el hombre piensa y desconcierta con un perfil no sólo inesperado, sino sorprendente, distinto, “revolucionario” e incluso incomprensible; un hombre pobre con ideas que revuelven las de su época. Ya desde el principio el pueblo elegido, pobre e inculto, no sería el que elegiría un dios “convencional”.

Ese Mesías rompe moldes y su doctrina no crea ninguna sociedad, pero influye en todas. Ese Enviado explica a los hombres que deben hacer para ser felices; renunciar a la violencia en aras del amor. Quien ha creado el mundo explica a través del Mesías, que deben hacer los hombres para volver a alcanzar su dignidad de hombres.

Todo encaja. El cristianismo es una sucesión de hechos históricos desconcertantes que arropan hechos misteriosos, y todos encajan a la perfección en un guión absolutamente coherente. No es de extrañar que sean tantos los que lo siguen. Porque, además y para colmo, lo que dice es bonito y bueno.

Todo esto debería darnos que pensar.

lunes, 7 de abril de 2008

"Emilios"

Si hace un lustro hubiera titulado un artículo “Emilios”, todo el mundo hubiera creído que trataba de los ciudadanos que celebran esa onomástica. Hoy nadie duda de que un “emilio” es un “correo electrónico”, una carta enviada por la red informática.

Como todos los inventos del hombre, esa forma de comunicarnos no es ni buena ni mala. Como no lo son la energía nuclear ni la medicina, por ejemplo. Lo que las hace buenas o malas es el uso que el hombre hace de ellas. Como con casi todo.

Pero los “emilios” tienen otra cualidad. Además de revelarnos la bondad o maldad de quien los utiliza, según sea su contenido, también nos revela la calidad intelectual del remitente. Esto es hoy un problema, pues los “emilios” dejan en evidencia a una sociedad desvencijada de ideas, sensiblera y parvularia en conocimientos. Me explico.

Preguntando a personas próximas del trabajo y del descanso y extrapolando, calculo que una cifra descomunal de comunicaciones, no me atrevo a cuantificar porcentajes, son correos electrónicos “reenviados” con contenidos preestablecidos de mejor o peor gusto, duros o sensibleros, graciosos o malajes… que en el mejor de los casos suelen ir acompañados como texto único original de expresiones tales como “es muy divertido”, “léelo”, “¡qué fuerte!”… aunque lo normal es que el destinatario sólo se sepa su procedencia por el remite.

La correspondencia personal, algo tan íntimo y rico que incluso es un estilo literario, se ha transformado en un medio de traspasarse mensajes impersonales, intrascendentes y vacuos. El correo electrónico en el ámbito de las comunicaciones personales – el mundo profesional es otro asunto – ha dejado en evidencia la futilidad de una población que se reconforta recibiendo en una remesa multitudinaria, un mensaje enlatado en el que aparecen florecillas de colorines, puestas de sol, la carita de un niño y la palabra amor, en rosa. Para otros la realización viene de mensajes con imágenes de señoras que veíamos hace treinta años en las cabinas de los camioneros. Sin más.

Si nos quedara alguna duda de la despersonalización y de la carencia, en los cerebros de muchos, de nada que pueda generar coherencia, baste asomarnos a los foros de internet. ¿Cómo es posible que las conversaciones se reduzcan a monosílabos o a frases de no más de media docena de palabras? ¿Es que la gente no tiene nada que decir? ¿es que no sabe expresar lo que siente, auque sea balbuceando?

Los correos electrónicos son la evidencia de que es preciso que las personas que ya tienen la barriga llena, empiecen a pensar en llenar el cerebro. Falta culturizar, no en la doctrina, sino en el pensar.

Los contenidos de los correos electrónicos son también un grito de esperanza. La gente no es mala, es tonta.

Animaría al lector a que se tomara en serio su correspondencia. A que se comunicara cuando debe hacerlo, no azuzado por la rutina del “reenviar”. A que se expresara con sus ideas, no con las de otros. A que venza su curiosidad y suprima sin abrir esos correos que el remitente no ha tenido la delicadeza de ocupar unos minutos en personalizar.

Este ejercicio cotidiano le enriquecerá y le hará vivir con plenitud algo que el gran pensador español Baltasar Gracián, clérigo jesuita para más detalles, escribía hace ahora 357 años; “no están presentes los que no se tratan, ni ausentes los que por escrito se comunican”.

viernes, 4 de abril de 2008

Síntomas: Justicia equitativa

Síntoma: “Fenómeno revelador de una enfermedad”. Diccionario de la Lengua Española.
En esta sección comentaré hechos o actitudes cotidianas a las que no les damos importancia, pero de las que se pueden sacar conclusiones morales interesantes. Estas actitudes son una buena base desde la que examinar nuestra escala de valores y el listón de hasta dónde nos la han atrofiado con la técnica de la gota de agua, que día a día, de forma imperceptible, socava nuestra voluntad.

No hay detalle de la vida cotidiana que no amarguen los políticos. No nos debe extrañar ya que cuando el sistema está podrido porque lo están sus muñidores, no podemos esperar nada bueno. Incluso lo que sería bueno lo transforman en malo.

Hoy en una población mediana de la Cataluña nacional-socialista, la grúa se me ha llevado el coche. Quién lea esto dirá “¡toma, y a mí se me lo ha llevado también!”. No conozco a nadie libre de ese mal. Pero mi caso es diferente, porque yo tuve la culpa, pues aparqué mal, molestando a un tercero que me denunció. No había peligro, sólo incomodidad. Fue poco menos de una hora y el que me denunció no tenía que salir, pero le molestaba que alguien le hubiera obstaculizado. Pero la mala uva es también un subproducto del sistema.

A lo que íbamos. La grúa se me llevó el coche con razón. A muchos se lo llevan por estar mal estacionado sin molestar ni ser un peligro para la circulación. Actuar así es ilegal y supone prevaricación por parte de las autoridades municipales, pero ese delito no existe ya en España, salvo que sirva para quitarse de en medio algún funcionario honrado.

Me dejaron colgado con lo del coche. Pero como es una población mediana, el depósito estaba cerca. No me descontaron el precio del taxi. La gestión de la grúa me costó cien euros, la sanción 50 euros. Aparcar por descuido molestando el amor propio de un ciudadano, sin mayor riesgo para nadie, me costó 150 euros. Se hizo justicia conmigo… ¿justicia?

Esos 150 euros son ocho días y medio de jornales de un trabajador que gane el salario mínimo. Podría ser mi caso y será el de muchos a los que la grúa les retira el coche sin causa mayor. ¿Es justo que la administración cobre ocho días y medio de salario mínimo por una infracción sin mayor trascendencia?

Se me dirá, “¡usted aparcó mal y debe pagarlo!” Me pregunto, ¿qué debo pagar? ¿No es de razón que la pena sea proporcional a la culpa? ¿Y no lo es menos que la justicia sea equitativa?

Hoy me amanecí con la noticia de que un criminal etarra había sido absuelto por un error judicial. Parece que nadie lo va a pagar y, desde luego, no el responsable primero, el ministro de justicia.

Hace unos días, me amanecí con la noticia de que un criminal destrozó a una niña, porque por un error judicial estaba en la calle. Parece que nadie lo va a pagar y, desde luego, no el responsable primero, el ministro de justicia.

Hace nada me desperté con la noticia de que durante años un médico había estado matando no natos y descuartizando sus cuerpos, que luego tiraba a la basura. El poder se está pensando si el matarife debe responde por evasión fiscal, pero parece que las muertes nadie las va a pagar y, desde luego, no el responsable primero, el ministro de justicia…

¿Algún político ha dimitido o ha sido sancionado por errores graves o delitos que son de conocimiento público? Haga el lector la cuenta de los miles de políticos que medran en la Nación e intente recordar el número de dimisiones o de sanciones económicas que se han aplicado por los errores cometidos ¿será que no se equivocan?

Ante tanta impunidad, que no pido se me aplique, ¿es proporcional sancionar con ocho días y medio de salario mínimo por un descuido leve, por aparcar mal, sin otro riesgo?

Los ayuntamientos de la corrompida izquierda – no conozco los de derechas - utilizan la grúa municipal como medio de obtener liquidez para pagar las nóminas a fin de mes, pues el presupuesto lo dilapidan como todos sabemos. En las grandes ciudades se ayudan con las tasas de la zona azul, que grava conceptos ya gravados. La ley al servicio del poder, a costa de los ciudadanos.

España necesita sacudirse toda esa basura, pero no tengo claro que lo haga; mientras hacía cola en el depósito municipal, frente a una ventanilla con el cartel de “Caja” - ¿para qué dar rodeos con eufemismos? – una ciudadana estaba liquidando su culpa. Cuando el malcarado fulano del otro lado le dijo “son 150 euros”, la mujer le comentó, riendo, a su compañero “me he quedado sin vacaciones”. Le hizo gracia la cosa. Seguro que vota izquierda.

Publicado en aragonliberal.com, el 5 de abril de 2008

jueves, 3 de abril de 2008

“Educación para la ciudadanía”. Lección 2

Nota: Aprender nunca es malo, si se aprende como es debido; podemos aprender que la tierra es cuadrada, que descendemos del mono o que el fuerte sobrevive. Pero son estos aprendizajes erróneos – o por lo menos discutibles - que no harán más que confundirnos.
La asignatura de “Educación para la ciudadanía” que el gobierno español está imponiendo en las escuelas contra toda legalidad, pretende dar a aprender a los niños y a los jóvenes unos conocimientos que son erróneos – o por lo menos discutibles – que no harán más que confundirles en la vida.
He consultado varios textos de esa signatura. Iré publicando a medida que pueda, en forma de “Lecciones”, una alternativa a los contenidos monótonos de esos textos, que responden a las reaccionarias directrices del viejo y viciado socialismo gubernativo.


Lección 2. Ellos.

Lo que hemos dicho sobre nosotros lo podemos aplicar a los demás. Por eso, cuando comentemos las relaciones con nuestros semejantes, deberemos tener en cuenta ese pensamiento nacido de la Grecia clásica, enriquecido por el cristianismo y heredado por todo occidente hasta hoy.

“Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana… Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”, rezan el preámbulo y el artículo primero de la “Declaración universal de los derechos humanos”. Este texto que aspira a regir la convivencia en el mundo, fue redactado por estados laicos. Sin embargo, se basa en aspectos básicos y originales de la doctrina cristiana. “Dignidad intrínseca”, es decir el hombre – como ya vimos en la Lección 1- es algo más, es persona, concepto éste aportado por el cristianismo.

“Familia humana”, es decir, la humanidad con un origen, al margen de sus distintas razas. “Comportarse fraternalmente”, es decir, como hermanos.

Las relaciones entre nosotros y ellos deben pues basarse en esos valores transcritos del cristianismo y admitidos por los estados laicos de todo el mundo. No importan nuestra ideología o creencia, puesto que tales valores se basan en la esencia de la naturaleza humana común a todos.

Antes de la aportación cristiana del concepto de persona, la dignidad del hombre estaba basada en su poder, en su fuerza, en su clan, en su riqueza, en su casta... Por eso había esclavos, no se respetaba la vida de los débiles, se explotaba a los indefensos, no todos tenían los mismos derechos frente a la ley… La “dignidad intrínseca” se basa en el concepto trascendente del hombre y eso es común a todos.

Como guía práctica de actuación de estos principios de la “Declaración universal de los derechos humanos”, se puede tener presente la instrucción escrita hace 1400 años; “lo que no quieras para ti, no lo hagas a nadie”, que procede del Antiguo Testamento (Tob 4, 15). Esta norma se vio superada por la enseñanza de Jesucristo hace más de dos mil años, al expresarla en estos términos; “tratad a los hombres de la misma manera que quisierais que ellos os trataran a vosotros” (Lc. 6,31). Es decir, no sólo no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti, sino que debes pasar a la acción, haciendo a los demás lo que quisieras que te hicieran a ti… claro que los cristianos van mucho más allá, al seguir otro mandato de Jesucristo; el de amar al prójimo “como a ti mismo” (Lc 10,27).

Siempre que nos relacionemos con otra persona, deberemos tener presentes esas ideas de igualdad y de dignidad intrínseca del hombre. Esa será la referencia de nuestro comportamiento.

miércoles, 2 de abril de 2008

Lo aburrido de la política

Al poco de las elecciones generales, escribía a un tercero; “Esto de la política me aburre y más ante la perspectiva de cuatro años de tonterías. La verdad es que tampoco el futuro a más de cuatro años es muy alentador, pues la franquicia tonta tampoco depara buenas expectativas. Veremos cómo evoluciona esto.”

Me aburre la política española porque es una merienda de negros. Un poder establecido, corrupto a todas luces, que destroza la ley en su provecho y una oposición amariconada que se pasa el día mirándose al espejo para ver lo “molona” que aparenta. La tercera en discordia, una población dividida entre el apoyo a la corrupción o a la tontería, pendiente de si el niño malo, a mala leche, le pega el martillazo al jarrón chino o si se lo pega, por tontería, el niño pijo. ¡Menudo futuro!

Para alentar mi desánimo, la silente oposición ha salido de su muermo para anunciarnos la nueva portavoz del partido; desmantela lo poco firme que quedaba y coloca a Piluca… bueno, a Soraya.

No conocía a la niña más que de vista - la vi nadar en unas declaraciones por la tv este medio día - pero por lo contenta que se ha puesto la oposición en su totalidad, debe ser de cuidado.

Leo hoy en un periódico digital: “Soraya, tras los elogios de Gallardón, dice que “más que las personas, lo importante son los principios y las ideas”

Ahora Soraya, ya te conozco algo más. Mira Piluca, el Cid Campeador y su cocinero probablemente tenían los mismos principios e ideas, pero había un abismo como personas. Esa declaración es un estúpido lugar común, respuesta a un piropo del Gallardón -¡menudo otro!- que te ha hecho subir el pavo.

Lo primero que pensé, si mayor fundamento, es que la franquicia tonta del PP se había modernizado incorporando un elemento de la relativamente reciente logia femenina española. Luego dudé. Pero después, también sin fundamento, repensé ¿pues no es el PP la franquicia tonta? Los “listos” los destinan al PSOE.

Antes de las elecciones, la situación había llegado muy lejos e hice y recomendé lo que creía se debía hacer para intentar parar de buenas maneras la corrupción que estaba ya claramente manchada de sangre inocente. La traición a la Nación es un delito grave. Pero el crimen organizado, impune, encubierto desde el poder, el crimen físico de ancianos y no natos, no es una cuestión de comisiones ni votaciones. Por eso argumenté el mal menor.

No resultó la vía “democrática” y tenemos de nuevo al consentidor en el poder y a la oposición mostrándonos con descaro a más de diez millones de tontos que “hemos picado” de nuevo. Veamos en qué acaban los abortos y las eutanasias que están en los juzgados y en qué continúan las prácticas y hasta dónde se amplia la ley. Eso será una referencia de lo que en conciencia debemos hacer quienes no quieran ser cómplices de ese genocidio silencioso.

Publicado el martes 1 de abril de 2008, en http://www.aragonliberal.com/