El pasado miércoles, 4 de mayo de 2011, en el artículo de este mismo blog “Bin Laden y los pitufos de Bildu” y refiriéndome a la entonces previsible decisión de los jueces socialistas del tribunal constitucional de permitir que Bildu participara en las elecciones, escribía: “…claro que hace dos legislatura, la izquierda llegó al poder tras un drama que se han negado a aclarar. ¿Estarán seguros [los referidos jueces] de que otro “drama” les mantendrá en el poder en las próximas generales?”.
Pues el asunto está aclarándose. La Plaza del Sol de Madrid soporta a una gente, una lista y otra tonta de buena fe, que parece está dispuesta a fastidiar las elecciones del próximo domingo. Los partidos de la izquierda ya se han alineado con esos “independientes”, que hieden a izquierda cutre que tira para atrás (¿no recuerda, lector, al presidente Rodríguez, anunciando ilusionado en los mítines de estos días, con una risita traviesa, que algo iba a pasar próximamente, que haría ganar al PSOE?, si, tal como suena… “¡que no se te escape, José Luis, que han de parecer independientes!...” “¡no te preocupes Alfredo, que no digo nada!”)¡Otra vez violencia ante el trance de que la izquierda pierda las elecciones! ¿Habrá bombas esta vez? Yo creo que no, pero que antes del domingo, me parece que habrá una declaración espectacular de ETA, reforzada por la “violencia pacífica” de esos chavalitos tontorrones, que esperan los socialistas anime a gran parte del electorado que, aterrado por lo que pueda pasar, vote a la izquierda que es la que sabe de garrotes.
Bueno, esa es mi opinión, pues no he conseguido hablar con Pérez. Quizás sí haya bomba. O las tres cosas; “violencia pacífica” de los jovencitos “indignados”, declaración de ETA y bomba o bombita, que no sabremos nunca quien activó.
Los españoles se merecen eso, y más. Porque si ganan los socialistas en estas elecciones, probablemente el Rodríguez se desmienta y se vuelva a presentar en las próximas generales y si hay algo que se merecen los españoles, es que les gobierne ese pobre hombre otros cuatro años… u ocho… o treinta. Como decía el sabio Margalef, la naturaleza lo aguanta todo…, incluso a los socialistas (esto lo añado yo).