Veo
que hoy se dramatiza tanto que rechina el mundo en que vivimos.
Se
exagera lo que fue para justificar lo que es.
Se
sacan problemas de lo que es natural y fluido, porque va en ello la
supervivencia de los buscadores de problemas.
Antes
se vivía para hacer cosas o realizar servicios, para el bien común. Eso era la
mayoría.
Hoy
la mayoría está en holgazanear y retorcerse la mente, buscando problemas que
les den un rédito. Naturalmente, sin sudar.
Son
problemas simples, pues no da para más la mente de los buscadores, pero que
permiten estirarlos en el tiempo, con el ardid de que no tienen solución o esta
es muy difícil.
Ni
son problemas, ni son difíciles, pero sí rentables para los pícaros buscadores.
Lo
que sí es un problema es que esa artimaña no genera riqueza para la nación y se
construye a costa de los más desvalidos.
Por
eso esos creadores de problemas, deberían ser considerados como delincuentes
sociales de los más miserables.
Y
la sociedad, cada uno de nosotros, al margen de sexo, raza o religión, debería
darles la espalda.
Por
el bien común.
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