sábado, 26 de octubre de 2024

Chorizos justificando la charcutería.

No voy a hacer leña del árbol caído.

Ni humo con su leña húmeda.

Sólo quiero puntualizar sobre un tema muy concreto.

Muchos, por no decir todos, dicen que uno puede hacer lo que quiera en su vida privada y que no se le puede llamar la atención por ello.

Una cosa es la vida privada o personal y otra cosa es la vida pública, dicen.

Eso es una soberana estupidez, recurso de los desalmados, que se ponen la tirita antes de hacerse la herida.

Si uno en su vida privada es un cerdo asqueroso; sin ninguna duda, ese comportamiento se reflejará en su vida pública.

Quien en su vida privada es un ladrón y un sinvergüenza, en su vida pública será un ladrón y un sinvergüenza.

Me parece estúpido discutir sobre eso.

Salvo que se sea una persona esquizofrénica.

En cuyo caso, huelgan las palabras.

 

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