“Los que «fusilan» a la Iglesia no son hoy las armas de fuego, sino los medios de comunicación, la mayoría de los cuales están abiertamente militando en una campaña de desprestigio contra la Iglesia, campaña que, por cierto, no dirigen contra otras religiones, aunque algunas de éstas se opongan mucho más radicalmente a los nuevos y permisivos catálogos de derechos y libertades.”
“Fue por esto que hace algo más de un año, y a requerimiento de la Editorial Planeta, empecé a escribir una novela que sirviera para expresar el sufrimiento de la Iglesia ante la persecución incruenta de la que está siendo objeto. Acaba de ver la luz, en la mencionada Editorial, con el título que ellos han elegido pensando en atraer a todos: «La última aparición de la Virgen»”.
Estas líneas son del cura escritor Santiago Martín y proceden de un artículo suyo escrito en el diario impreso La Razón y trascrito en diario digital Periodista Digital, líneas a las que recurro para decir que ayer, miércoles, acabé de leer el libro “La última aparición de la Virgen” al que se refiere. Estoy de acuerdo en el contenido de los párrafos ut supra de Santiago Martín, lo que es un dato para conocer mi opinión sobre la novela. He leído el libro en tres días (creo que son quinientas páginas), lo que es otro dato. Me lo recomendó un sacerdote amigo y ejemplar, lo que es otro dato. Y sin embargo, no sabía si recomendarlo.
Creo que la novela me ha gustado y mi reticencia está en que me ha escandalizado. No nací ayer. Conozco la Iglesia no como para analizarla, pero sí lo suficiente como para haberme formado una idea creo que realista sobre ella. En mi discretísimo blog he incluido opiniones sobre aspectos concretos de la Iglesia, que han estado de actualidad en el momento de escribirlas, y me veo con ánimos de defender mis opiniones en público. Pero la descripción de una realidad, aunque la conozcamos intelectualmente, puede afectar al espíritu, sobre todo cuando esa descripción es coherente y está bien hecha.
Santiago Martín describe en su novela los acontecimientos de un momento en el que la política, a través de los medios de comunicación, decide acabar con la Iglesia Católica. La novela es tan actual y verosímil, que no puede menos que afectar, en mi caso escandalizar, al leer algo que puede ser y probablemente ya es, en una dimensión más discreta.
Ya está dicho. Si es usted un espíritu formado, gástese unos euros en un libro magníficamente encuadernado en cartoné, con sobrecubiertas en relieve. Creo que no se aburrirá.
Publicado en http://aragonliberal.es/