viernes, 3 de diciembre de 2021

Covid, Fumanchú y una raza superior.

 Desde Fumanchú, el cine nos ha presentado a los chinos cómo crueles y aviesos.

Creí que era un estereotipo, pero con esto de la covid-19 parece que Fumanchú se queda corto.

Primero la milonga de los murciélagos y de los pangolines.

Luego la noticia de que había sido una fuga accidental de virus de un laboratorio chino. Luego leí una noticia, en la que los propios chinos reconocían esta versión.

Luego se retractaron y volvieron al murciélago.

Al tiempo ocultaban la extensión del virus en China.

Y en plena pandemia dejaron e incluso incentivaron que ciudadanos chinos contaminados viajaran por todo el mundo.

Hoy domingo leo en las noticias que los chinos ocultaron algunas de las secuencias del virus para dificultar su investigación.

Un investigador norteamericano ha conseguido algunas de esas secuencias investigando documentos perdidos en Internet en lo que llaman la nube, que cada vez entiendo más por qué le llaman la nube.

Y ahora esos mismos chinos nos presentan un hermano del Homo sapiens qué llaman el Homo longi u hombre dragón.

Es un cráneo fósil de un homínido qué dicen que fue coetáneo con el Homo sapiens.

Los chinos llevan años intentando demostrar que hay una línea humana qué es exclusivamente China, es decir que los chinos son una especie diferente al resto de los terráqueos.

Para ello van presentando restos fósiles sin contexto geológico y orígenes oscuros, que  te van encajando a martillazos en el panel de la especie humana.

Este es el caso del hombre dragón, un cráneo que aparece ahora y que se descubrió al parecer hace más de 100 años en un contexto desconocido.

Durante estos 100 años ha ido deambulando de mano en mano para aparecer hoy como el icono di la nueva especie del hombre chino una especie distinta y sino al tiempo, superior.

No me creo nada que venga de los chinos.

Visto lo visto, creo que todo lo chino, no es más que un cuento chino.

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