El cristianismo es una religión universal y como tal, es algo que debemos conocer si queremos vivir en el mundo, seamos o no creyentes. “Jesús de Nazaret” es una obra que acerca a Jesús a través de su doctrina. No es un libro fácil, pero es un libro asombroso.
Hace tiempo que quería comentar un libro que cito a menudo. Se trata de “Jesús de Nazaret”, de Joseph Ratzinger. Cuando se editó, fue enseguida el título más vendido, lo que no es de sorprender por el tema y por el autor.
No voy a entrar en profundidades, pues ni soy especialista en cristología ni un “chicharelo” que crea que puede discutir a la probablemente mente más lúcida que tenemos hoy en teología. Pero sí me atrevo a opinar, sobre todo animado después de escuchar comentarios del libro por boca de reconocidos sesudos que, en más de una ocasión, me ha dado la impresión de que no se lo habían leído. Paso pues a dar mi opinión.
Primero unos datos de base. A pesar de que Joseph Ratzinger es nuestro Benedicto XVI, no escribe “Jesús de Nazaret” como tal. A este respecto nos dice; “….este libro no es en modo alguno un acto magisterial… Por eso, cualquiera es libre de contradecirme. Pido sólo a los lectores y lectoras esa benevolencia inicial, sin la cual no hay comprensión posible”. La obra en español (septiembre de 2007) tardó demasiado en editarse; sé de personas que lo compraron en francés o italiano para no tener que esperar. Así lo hubiera hecho, pero temí no captar detalles leyendo en una lengua que no fuera la materna. Hice bien en esperar. Y por último, es la primera entrega de lo que deberán ser dos volúmenes.
“Jesús de Nazaret” no narra la vida del Maestro. O mejor dicho, no la narra como uno espera. He leído biografías de personajes históricos y biografías de Jesús y todas siguen las normas del género. Sin embargo esta “biografía” se ocupa en desmenuzar las enseñanzas de Jesús e intentar llegar a Él a través de su Palabra. No es un libro para “leer”, es un libro para meditar.
No es un libro sólo para católicos, sino un documento para quienes – creyentes o no - deseen adentrarse en el mayor acontecimiento de la historia de la humanidad. Recomiendo a quienes tengan reticencias contra el cristianismo o contra la Iglesia católica, que dediquen algo de su tiempo a la calmada lectura de esta obra. Es la obra de un hombre inteligente, anciano y bueno. Creo que Ratzinger escribe con la libertad de un niño y con el cerebro de un sabio. Y, probablemente para muchos y aunque el propio Ratzinger lo obvie, con la inspiración de un hombre de Dios.
Más de un católico se sentirá desconcertado por algunas opiniones de Ratzinger sobre la propia Iglesia. Así me pasó a mí. Pero cuando se releen sin prejuicios los conceptos que en una primera lectura se rechazan, se encuentra un trasfondo que no cabe más que aceptar. La obra rezuma autoridad. Además, Ratzinger no es ciego al acoso y a las críticas a la Iglesia que vemos cada día y verdaderamente resulta desconcertante que cuestiones que católicos niegan o quieren pasar por alto, Ratzinger las presente con todas las palabras, para luego abordarlas y contestarlas sin aplicar paños calientes. Asuntos como ¿se salvarán los que no conocen a Cristo?, ¿es compatible la riqueza con el cristianismo?, ¿es compatible la risa con el católico? (tienen fama los católicos – sobre todo los mediterráneos – de ser personas tristes), ¿qué relación puede haber entre fe y poder político?... están contemplados y contestados, asumiendo errores y destacando grandezas.
“Jesús de Nazaret” explica la doctrina cristiana. Uno podrá creer o no que Jesús era Dios, pero sin conocerlo estará siempre en la duda. Jesús no fue un hombre normal y no se puede descartar intelectualmente su divinidad sin conocerle y que mejor para conocerle que llegar a él a través de un erudito como Ratzinger. Luego el Espíritu actuará o no sobre el lector, pero en cualquier caso no habrá perdido el tiempo adentrándose en el más entrañable y atemporal mensaje que ha recibido la humanidad.