Siempre te he pedido implícitamente, que me leas.
Pero que no me hagas caso, sino que intentes
montarte tu argumento sobre lo que digo, tenga razón o no.
Si lo que te doy son datos, es muy fácil que los
verifiques, pues tienes a mano Internet, para hacerte ese trabajo.
Si son argumentos, te será más difícil, pues tendrás
que pensar.
Aunque te costará poco entenderme, pues creo que estadísticamente estoy por debajo de la media e incluso que puedo ser borderline.
Pero esta vez no te voy a dar trabajo para que
verifiques datos ni argumentos.
Simplemente te hago una pregunta:
¿Te fiarías de alguien que se rodea de delincuentes
e incluso te de criminales?
¿Te gustaría que tus hijos, si los tienes, lo
hicieran?
Pues Sánchez, se rodea de criminales, delincuentes y
de genocidas confesos.
No hay duda de que Otegui ha matado, pues así lo ha
dicho él.
No hay duda, para nadie que esté en sus cabales, que Maduro
es un criminal genocida.
De eso presume, aunque no utilice la palabra genocida.
Como manzana del cesto, en lo que a Sánchez
respecta,
es muy probable que él, su mujer y sus colaboradores
más cercanos,
sean, delincuentes de la más baja estofa:
La que se aprovecha de su poder robado o regalado, frente al débil y le engaña o coacciona para robarle:
A ancianos niños y enfermos.
Colaborar con ese sinvergüenza y desalmado, es ser
cómplice de sus actos.
Quizá te convenga seguirle y votarle para mantener
tu estatus material actual.
Pero colaborar con el oprobio tiene sus secuelas.
Y muy probablemente, mañana acabes siendo un ser tan
despreciable como él.
Y te rodearás de personas despreciables, pero
probablemente sin recursos.
Porque no todos los ladrones se hacen ricos.
Y entonces verás la diferencia entre ser parásito y
ser parasitado.
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